Como murieron los doce apóstoles

A menudo nos habremos preguntado acerca del fin de Pedro, Juan, Santiago, Felipe, y los demás de los doce apóstoles a quienes escogió Jesucristo para ser sus primeros testigos. Según la tradición, todos menos Juan murieron en forma violenta.

Santiago, el hermano de Juan, fue el primero que murió. Decapitado por Herodes Agripa (Hechos 12:1-2) alrededor del año 44, encabezó la procesión de los mártires apostólicos. Poco después Mateo, que había llevado el Evangelio a Persia, Macedonia, Siria y Etiopía, fue pasado a cuchillo porque predicaba en el nombre de Cristo. La tradición dice que Tomás fue traspasado por una lanza del Rey Misdai de la India, después de un fructífero ministerio en dicho país. Santiago, al que llamaban «viejo rodillas de camello» por las callosidades que tenía como resultado de sus largas horas de oración, fue apaleado y apedreado a la edad de noventicuatro años.

Otros fueron crucificados. Bartolomé, después de ser apaleado con crueldad, fue crucificado y luego decapitado en Armenia. Tadeo murió en una cruz el año 72. Simón Zelotes murió del mismo modo después de predicar el evangelio en el África. Andrés fue encarcelado y crucificado en Achaia por un funcionario romano enfurecido, y Pedro su hermano, fue crucificado por Nerón el gran perseguidor de los cristianos. De Pedro se cuenta que cuando le llegó la hora de morir pidió que fuese colocado en la cruz cabeza abajo, por no ser digno de morir en la misma forma que su Señor.

Un historiador cuenta que cuando a Santiago se lo conducía a la muerte el hombre que lo había acusado primeramente resultó tan impresionado por su extraordinario coraje que cayó a sus pies pidiéndole perdón y luego confesó públicamente su fe en Cristo e insistió en ser decapitado junto con el apóstol.

Pensamiento Cristiano, 1953

5 comentarios sobre “Como murieron los doce apóstoles”

  1. Me impacta ver la fe y convicción de estos hombres de Dios. Por otro lado me entristece ver nuestra falta de compromiso con el evangelio de nuestra salvación y de no querer pagar ningún precio en esforzarnos por ser testigos fieles de Dios

    1. Amen es tan fuerte ver como los discípulos murieron y a un gente muere por la fe en nuestros Señor Jesucristo pero tenemos que seguir en ora Sion y con nuestra fe en alto Dios me los bendiga

  2. SON UN EJEMPLO PARA NOSOTROS… ME IMPACTA EL CELO POR LA PALABRA DE DIOS QUE TENÍAN… DE LA MISMA MANERA EN ESTE MOMENTO DE APOSTACÍA ES UNA OPORTUNIDAD DE PREDICAR EL EVANGELIO..

Responder a Eliana Cancelar la respuesta

Deje un comentario respetuoso. Tome en cuenta que esto no es un foro de debates, y no todos los comentarios son aprobados.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *