El espiritismo

Historia

Los orígenes del espiritismo se pierden en la noche de los tiempos. Probablemente se trata de la religiosa mas antigua que existe, cuyo nacimiento podemos atribuir a dos causas principales. Primero, el deseo del hombre de saber algo del más allá; conocer si la vida de ultratumba está tan llena de fatigas y sinsabores como la presente o, si por el contrario, es una vida llena de felicidad; también el hombre se pregunta si poseerá un cuerpo como ahora, o no, etc. Segundo, el incontenible deseo humano de seguir en contacto con los seres queridos que partieron.

Todo lo dicho explica por qué concederemos al estudio de esta secta. Encontramos claras huellas de espiritismo entre los antiguos chinos, hindúes, babilonios y egipcios; como también podemos seguir sus rasgos a lo largo del imperio romano y del medieval europeo. De las super hechicería religiosas actuales, esta es la única que ya existía en los tiempos bíblicos, y de ella se ocupa claramente la Biblia.

En su forma moderna, el espiritismo se remonta a dos jóvenes americanas. El señor D. Fox, su mujer y sus seis hijos, fueron a vivir a una casa del pueblo de Hydeville, N.Y., en diciembre de 1847. Las dos hijas menores, Margaret y Kate, de doce y nueve años respectivamente, al poco de vivir en la casa oyeron golpes en diferentes partes de la misma, cosa que al principio atribuyeron a las ratas y ratones. Sin embargo, un día en que la ropa de la cama fue arrastrada por manos invisibles, trastocadas mesas y sillas, y una mano yerta acarició la cara de la hija menor, Kate, sin que se pudiese encontrar una explicación natural a estos fenómenos, a esta se le ocurrió la idea de invocar el nombre de un duendecillo popular; y chasqueando los dedos, dijo: “Acude, viejo duende, y haz lo que yo hago”. Inmediatamente oyó que el chasquear de sus dedos era respondido; y como el hecho se repitió varias veces, las dos hermanas llegaron a la conclusión de que algo sobrenatural estaba sucediendo. Idearon entonces un medio de comunicación inteligente, que se trataba de que el autor de los ruidos respondiese con un número determinado de golpes secos a las preguntas que ellas le formulasen… De esta manera se les reveló como Charles Rosma, casado y buhonero de oficio, quien, a la edad de 31 años, fue asesinado por un tal John Bell, herrero y antiguo inquilino del hogar de los Fox. Según se decía, el cuerpo de la víctima había quedado impune. Hechas las oportunas excavaciones, aparecieron restos de un esqueleto humano en el lugar indicado.

De 1850 a 1872, según un informe oficial, podían hallarse organizaciones locales por todos los Estados Unidos; pero no fue hasta 1863 que se iniciaron los primeros movimientos para establecer una asociación nacional, la “Asociación Nacional de Espiritualistas de los Estados Unidos”. En 1923 sus miembros alcanzaban 126,000; sus iglesias 682; y sus ministros, alrededor de 600. En 1945 tenían 228,000.

Pretensiones espiritistas

Los espiritistas enseñan las siguientes “doctrinas”: Hacen énfasis en un modo de vivir recto aquí en la tierra, pues creen que el estado de su alma en el mundo de los espíritus depende por completo de como han vivido en su condición de mortal. Creen en la Inteligencia Infinita. Creen que la existencia e identidad personal del individuo permanece después del cambio llamado “muerte”, y que la comunicación con los llamados “muertos” es un hecho científicamente comprobado por el fenómeno del espiritualismo. Creen en “La Regla de Oro”, y en que el hombre labra su propia felicidad o desgracia, según obedezca o no “las leyes físicas de la naturaleza”. El camino que lleva a la reforma moral jamás se cerrará para alma alguna, ni en esta ni en la otra vida.

Los espiritistas se oponen a la guerra, a la pena capital, y a cualquier clase de tiranía.

Los fenómenos espiritistas son numerosos. Toda persona posee un “poder psíquico” (del griego “psique”, que significa alma; de aquí “poder anímico”). Mientras que la fuerza física reside en los músculos, la fuerza o poder psíquico reside en la mente. Quienes poseen esta fuerza en mayor medida que los demás, son aptos para convertirse en médiums.

Se produce un fenómeno mas elevado cuando el médium cae en “trance”. Él está en un estado en que la conciencia y sensación corporales quedan por un tiempo en suspenso. El médium relata lo que él, o ella, oye y ve en esa condición; y a veces responde las preguntas que los presentes hacen al espíritu. Tanto Gran Bretaña como los Estados Unidos fueron testigos, durante la Segunda Guerra Mundial, de un interés renovado por el espiritismo; tanto que en la solapa del libro de Stewart Edward White, The Betty Book, se anunciaban más de 50 obras de la “Biblioteca de Ciencias Ocultas, Psiquismo y Misticismo”. En lugar de burlarse o acusar violentamente a las doctrinas de la Iglesia universal, se limitan a ignorarlas con toda comodidad. Su tesis capital permanece inalterada, la muerte en si misma no debe ser objeto de temor, pues sólo es un dulce tránsito a otra vida muy similar a la que dejamos atrás. Afirma dicha literatura, que muchos soldados que murieron en el campo de batalla, despertaban como de un sueño y se preguntaban extrañados qué les había sucedido, y dónde estaban. Y aquellos que les habían precedido “Se hallaban muy ocupados” en atender a los recién llegados.

El Sr. White (1873-1946) es conocido como autor habilidoso de muchos libros de viajes y aventuras. Durante los últimos 20 años de su vida, añadió a sus viajes por tierras de un desconocido y lejano país.

Su experiencia comenzó en 1919, cuando la Sra. White–la “Betty” de sus tres libros–fue conminada por “los de los problemas psíquicos, y a cultivar su don natural para comunicar con los muertos”.

De los libros de Stewart White, The Betty Book, Across the Unknown y The Unobstructed Universe no se mencionan a Dios; y únicamente al final aparecen algunas referencias a la Biblia como “camino lleno de hitos” que conducen a la verdad espiritista.

Cuando el diablo se acerca con zapatos de terciopelo, ¿es acaso menos peligroso que cuando sin recato declara, por boca de los espiritistas: “Abrogamos la idea de un dios personal?”

Es fundamental en la trilogía de White la idea de que “solo existe un universo”, y de que en este universo se hallan tanto el “cielo” como el “infierno”; pues el infierno no es sino el sufrimiento que supone ver nuestros anhelos y deseos frustrados; anhelos y deseos que persisten después de la muerte, en el más allá, “donde todos los seres desean el progreso de la evolución”.

El hombre es “un fragmento de conciencia individualizada”, y “la única base sólida” es “el reconocimiento de un creador más grande que lo creado”, “la aceptación de una sola conciencia universal que todo lo llena”. Mientras está en la tierra, el hombre tiene dos cuerpos, el Alfa y el Beta. El Beta es “la verdadera sustancia invisible, tradicionalmente llamada alma o espíritu”. Por esto el hombre–la “persona”, que se dice radica en el Beta–está sujeto a toda clase de sugestiones o señales del “mundo espiritual”. Porque muchos los espiritistas que, sin reparo y con suma complacencia, dicen que Abraham, Moisés, Saúl, Samuel, Isaías, Daniel y Pablo fueron personas con poder psíquico y que, sin discusión alguna, tuvieron experiencias espiritistas; y que Jesús fue el médium más grande de todos. Según ellos, era clarividente (Mt. 21:2); telepático (Juan 4:17-19); y sobre todo, médium para materializaciones (Luc. 9:28-30). Todas las comunicaciones que llegan del más allá, indican la existencia feliz de los “invisibles”. Si los antiguos espiritistas hablaban de siete esferas o círculos alrededor del mundo–como las capas de una cebolla alrededor de su centro–, el Sr. White habla de diferentes “niveles” en la vida de ultratumba. Los que moran en el primer plano o “nivel”, son guiados al siguiente, donde la felicidad es mayor, por aquellos que ya están en él.

Explicación de los fenómenos

Espiritismo Fraudulento

Bajo el manto de la oscuridad (se dice que los espíritus son sensibles a la luz), y con la ayuda de la electricidad, el fonógrafo, y otros inventos modernos, no hay fenómeno espiritista genuino que no pueda ser producido cientos de veces por medios comerciales. Existe una legión de estafadores bien organizados, que de forma sistemática se dedican a recopilar información concerniente a sus presuntas e incautas víctimas, información que archivan para futuras referencias, o bien venden a otros médiums. Esta información obtenida de antemano, permite al médium mostrar una sabiduría que inevitablemente impresiona a quien asiste a una sesión espiritista. Cuando la víctima, al fin, descubre que ha sido engañada, el médium se limita a decirle que ha practicado su “religión”, y se queda tan campante.

Así, las mismas hermanas Fox reconocieron que sus primeros golpes o ruidos lo lograron chasqueando un zapato con otro. La “Sociedad de Investigaciones Psíquicas”, que cuenta entre sus miembros eminentes eruditos, y que investiga los fenómenos espiritistas desde 1882, en un período de 40 años solo ha encontrado dos o tres médiums libres de sospecha.

Tenemos gran cantidad de comunicaciones desconcertantes y confusas de los llamados Shakespears y Carlyls, los cuales ni siquiera saben deletrear su propio nombre.

Espiritismo “Bona Fide”

  • Los mismos espiritistas afirman que la información que ellos creen haber recibido por conductos honestos, procede de los espíritus de seres que partieron, y que viven ahora en las esferas próximas a nuestro mundo. Esto se opone totalmente a las enseñanzas del cristianismo. Sir Oliver reconoce que su propia convicción no es una hipótesis irrazonable, sino “una hipótesis a la que se ha visto compelido después de 30 años de estudio”. Al fin y al cabo, todos andamos por fe. Sin embargo, nosotros sostenemos que la fe cristiana está fundada sobre hechos históricos bien establecidos, que no vamos a desechar ni sustituirlo por algo tan poco probado y tan diametralmente opuesto a las doctrinas del cristianismo. No discutimos los hechos del espiritismo genuino; lo que discutimos es la interpretación y el supuesto origen de estos hechos. Si todo se reduce a enfrentar una hipótesis contra otra, nosotros, los cristianos, tenemos pleno derecho a no querer deshacernos de la herencia que tan laboriosa y universalmente la iglesia ha derivado de la Biblia.
  • Una segunda explicación es que todas las comunicaciones provienen del médium o de la concurrencia. En el espiritismo encontramos dos clases de fenómenos: fenómenos físicos y psíquicos. Se dice que todos los seres humanos poseen tres clases de fuerza: física, eléctrica, y psíquica; que los fenómenos físicos del espiritismo son debidos a un poder físico excepcional, o a un dominio poco común de la mente sobre la materia. Por lo menos algunos de los fenómenos del espiritualismo se deben a la telepatía y la clarividencia.
  • Restan dos dificultades para aceptar la teoría de que todo fenómeno espiritista es atribuible a la fuerza psíquica.
    • Los espiritistas que han profundizado hondamente en la materia han confesado haberse visto obsesionados por espíritus ruines y malévolos. Cito el caso de un médium que se encontraba en tan lastimoso estado físico, que un “espíritu doctor” mandó al espíritu malo que saliese del cuerpo de su víctima; después de lo cual invitó, con igual éxito, a un espíritu más apacible a que tomara el control de su metonímico paciente. De estas anomalías es responsable el subconsciente del médium o de alguno de los asistentes a la reunión porque, según dice el espiritista Sr. Wallace, “resulta que entonces el segundo ego es casi siempre un ego engañador y mentiroso, no importa cuan moral y verídico sea el primero”. Los efectos físicos aparentes en los médiums, son con frecuencia de carácter tan angustioso y violento “como el que siempre se ha atribuido a la posesión por malos espíritus”.
    • Esto nos lleva, inevitablemente, al segundo obstáculo. La Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, claramente amonesta, con gran severidad, contra el espiritismo. A este respecto afirmamos que “la peor manera de atacar al espiritismo es reconocerle su pretensión fundamental de que la comunicación con los “espíritus” es una cosa demostrada; para añadir, acto seguido, que los “espíritus” con los que se establece contacto son malos”.

Presentamos el siguiente argumento acumulativo:

  • El espiritismo siempre ha existido.
  • El espiritismo que practicaban es indudablemente, una religión. ¿Está, pues, fuera de lugar, el recordar el hecho de que las Escrituras amonestan por igual contra la idolatría pagana y contra la adoración de los demonios?
  • Las Escrituras nos enseñan, ciertamente, que los demonios pueden ejercer su influencia sobre los seres humanos, Gén. 3:1; Ap. 12:9; I Re. 22:9-23; Ez. 28:11-19; observe aquí que el lenguaje que se emplea con el rey de Tiro le es adecuado en parte, y solo en parte también adecuado a su dueño satánico; de que se desprende que debían de haber actuado mucho tiempo juntos. Jn. 8:44; Ef. 6:11-12.
  • En perfecta armonía con lo antedicho, las Escrituras enseñan que los hombres pueden estar adorando demonios bajo la apariencia de culto a un “dios”. Dt. 32:17; I Cor. 10:20.
  • A esto puede añadirse que la posesión diabólica era muy frecuente en los tiempos bíblicos, en especial cuando el diablo imitaba la encarnación del Hijo de Dios, tomando posesión del cuerpo de alguna persona. Es absurdo afirmar que los malos espíritus no pueden hacer, “en estos últimos días”, lo que hacían en el primer siglo de nuestra era.

La Biblia y el espiritismo

  • Consultante con un espíritu familiar: Poseso de un espíritu pitónico o demonio adivinador. I Sam. 28; Hech. 16:16-18.
  • Adivinación: Arte de predecir el futuro o de conocer cosas ocultas por medios casi siempre sólo al alcance de ciertas personas.
  • Espíritus familiares: Espíritus que se suponía acudían al llamamiento de quien tuviera poder sobre ellos. Se les daba el calificativo de “familiares”, probablemente porque se consideraba a uno determinado como un siervo de la familia, a quien se le podía hacer acudir para ejecutar las órdenes de sus amos. La palabra hebrea equivalente era la de “cavernoso” porque se suponía que la voz del espíritu venía del proceso como a través de una botella, o porque su forma de hablar era característicamente cavernosa, como si la voz proviniera de la tierra. Is. 29:4.
  • Nigromancia: Arte de adivinar lo futuro evocando a los muertos. El sólo intento de esta evocación es condenado, aunque no se consiga el fin perseguido.
  • Encantador: Uno que musita fórmula mágicas o habla ventrilocuamente en susurros, como si lo hiciese bajo la influencia de los espíritus de los muertos.
  • Hechicero “Uno que sabe”. La palabra hebrea significa “mujer que posee un espíritu familiar”.
  • Mágico: “El inteligente, el entendido”. En el Antiguo Testamento la palabra denota siempre uno que puede interpretar los delirios del médium.

De la Biblia

  • Que estaba prohibida cualquier forma de consulta a los muertos. Éx. 22:18; Lv. 20:6.
  • Que el espiritismo causó la destrucción de siete naciones; y, conjuntamente con otros pecados, la muerte de Saúl. I Cr. 10:13.
  • Que Israel estaba tanto en peligro de recurrir a este reprobable método, como lo están los “cristianos” de hoy.
  • Que Egipto, en castigo por sus pecados, fue entregado por Dios al espiritismo. Is. 19:3.
  • Que su carácter pecaminoso consiste en averiguar cosas ocultas, aparte de la Revelación Divina. Dt. 18:11, 14-15, 20; Is. 8:19-20.
  • Que el espiritismo es negar a Cristo. Dt. 18:14-15.
  • A la luz de los textos precedentes, el moderno resurgimiento del espiritismo parece estar claramente predicho en I Tim. 4:1, y quizás también en Apoc. 16:13-14 (de igual manera que las ranas viven tanto en el agua como en la tierra, así los demonios viven tanto en el aire como en los seres humanos).

2 comentarios sobre “El espiritismo”

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