Prov. 18:22

Intro.

El hecho de que muchos hombres han abandonado a sus esposas indica que aparentemente ellos piensan que no han encontrado una cosa buena.

I. La posición exaltada que Dios ha dado a la mujer.

A. La cosa más hermosa y amante de su creación.

1) El macho de los animales es más atractivo que la hembra.
2) Dios hizo a mujeres más atractivas que hombres.

B. Una ayuda idónea para el hombre.

1) El hombre es incompleto aparte de lo que la mujer puede ofrecerle.
2) Su gozo más grande en la vida es satisfacer los deseos del hombre que ama.

C. El privilegio de ser una madre.

1) Es un gozo que ningún hombre ha conocido.
2) Ella tiene el privilegio de formar el carácter de sus hijos.

II. Las responsabilidades de la mujer.

A. De ser virtuosa.  Prov. 31:10

1) Prudente.

a) Prov. 31:27
b) Tito 2:5
c) En el uso del dinero por ejemplo.

2) Debe temer a Jehová.  Prov. 31:30
3) Honesta y respetable.  Prov. 31:11-12

a) No un escándalo.
b) Que su marido no tiene que salir los fines de semana y tratar de corregir lo malo que ella ha hecho en el barrio durante la semana.

B. Amar a su marido. Tito 2:5

1) Sujetas a sus maridos.  Tito 2:5

a) Él tiene que ser jefe del hogar.
b) Ella debe dejarle asumir esta responsabilidad.
c) Hay muchos matrimonios que no son felices porque la mujer no está sujeta a su marido.

2) Deben cultivar amor por sus maridos.

a) Haciendo cosas para agradarle.
b) En palabras.  Palabras pueden matar o cultivar el amor. Prov. 15:21, Prov. 25:24
c) Con mucho cuidado en su trato para con los hombres.

3) Debe mantenerse atractiva para su marido.

a) Él se casa con una señorita muy atractiva y quiere que ella siempre este así.
b) Muchas mujeres descuidan su apariencia.
c) Cuando llega la hora para su marido a volver de su trabajo ella debe peinarse y prepararse para él.

Concl.

Si su matrimonio es feliz depende en si usted es una mujer virtuosa en quien el corazón de su marido puede confiar.  Puede prepararse ahora para el matrimonio por hacer los cambios que van a hacerla más virtuosa.  Así, un día, su marido va a decirle, «Muchas mujeres hicieron el bien, más tú sobrepasas a todas».  Prov. 31:29