El triste fin de las iglesias renovadas

Años atrás todas las iglesias bautistas eran iglesias fundamentales. Ser fundamental quiere decir que queda fiel a las enseñanzas del pasado. Aun más, es ser militante en la defensa de la sana doctrina y la inspiración divina de la Palabra de Dios. Ser militante, por supuesto, no quiere decir ser violento. Es más bien uno que habla y escribe para advertir a la gente del peligro de la falsa doctrina.

En los años 80 cada tanto recibí una carta, sea por correo, o entregada personalmente por una hermana de una iglesia pentecostal. La carta era para invitarme a asistir una reunión de oración para orar por la unión y la salvación de almas. Muchas veces la carta decía que el pastor estaba ayunando y orando y rogaba a mí a apoyarle en oración. Yo siempre acepté las cartas bondadosamente pero nunca fui a una de sus reuniones.

Con el tiempo he visto el triste resultado de las reuniones. Eran para atrapar a los pastores crédulos en el movimiento carismático. Al principio, parecía ser una cosa loable, pero ahora vemos el triste fin.

Satanás es muy astuto. Su fin es el de destruir el testimonio de las iglesias. El encuentra muchas maneras de hacerlo. II Corintios 2:11 dice que debemos vigilar para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros. Esto resultará si somos ignorantes de sus maquinaciones.

Muchos pastores crédulos que fueron a estas reuniones fueron llevados por delante por el carisma de pastores carismáticos. Parecía que ellos tenían éxito porque su ministerio atraía grandes multitudes. Las iglesias pentecostales estaban creciendo y el pobre pastor bautista quedaba con algunos fieles, no más. En su frustración él sentía la obligación de recurrir a algunos de los procedimientos de sus amigos pentecostales. Con tiempo, tales iglesias fueron llamadas «iglesias renovadas».

Las iglesias pentecostales ofrecen lo que es atractivo a la gente. Dan mucha atención a la sanidad divina. Algunos son sanados pero muchos están desilusionados. Ellos ponen énfasis en milagros que, muchas veces, son fingidos. Otro enganche que usan es la música mundana.

El triste resultado es que las iglesias renovadas atraen a los creyentes carnales. Hay cada vez hay más carnalidad y mundanalidad en la iglesia y menos espiritualidad. El creyente espiritual se siente desilusionado. Hay cada vez más ruido y menos serenidad. Algunos quedan y tratan de acostumbrarse a su iglesia cambiada. Hay cientos de creyentes que se han apartado de las iglesias renovadas. Algunos eran afortunados en encontrar a una iglesia fundamental donde asisten. Otros muchos quedan sin asistir a ninguna iglesia.

Muchas de las iglesias renovadas son un desastre. Están arruinadas por peleas internas y escándalos. Muchas se dividieron y formaron otras iglesias. La gente espiritual se fue y los que quedan tratan de mantener la iglesia por ofrecer entretenimiento y atracciones carnales. Es otra manifestación de la ley de la vida que se encuentra en Gálatas 6:7-10: «No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe».

Es lamentable que nuestros antepasados sacrificaron tanto en dinero y tiempo en formar las iglesias. Obreros de Dios hicieron una buena obra predicando puerta en puerta ganando almas. Otra generación, que no soportó la carga ni el sacrificio de formar la iglesia, ha dejado la iglesia caer en ruinas por su ignorancia y negligencia. Lo mismo puede suceder con su iglesia. Por eso, no debe tener vergüenza en ser militante en defenderla. «Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros». (II Tesalonicenses 3:6) «Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos». (Romanos 16:17)

8 comentarios sobre “El triste fin de las iglesias renovadas”

  1. Su articulo es un fiel reflejo de lo que pasa en muchas iglesias en america, se ha dejado fuera la ortodoxia para dar lugar al libertinaje doctrinal e individual. Sin lugar a dudas, estamos viviendo tiempos muy dificiles. Hoy la verdad de Dios es relativizada, las experiencias personales son mas importantes que la Palabra de Dios, ser carismatico es la medida de un buen lider, la sicologia desplazo a la consejeria biblica, tocar los coros mas modernos atraeran a los incredulos (ni se les nombren los himnos). Lo Unico que puedo decir es que Dios nos guarde de este tsunami de inmundicia. Bendiciones

  2. hola es verdad mucho de lo que dice pero la iglesia bautista necesita una verdadera renovacion ,esta bien la doctrina y defender la doctrina pero no es ajena a muchas problemas que tiene las renovadas la iglesia que yo me crie vive hechando a sus pastores ningun pastor les gusta y no por la doctrina .la letra sola mata .

  3. Gracias hermano Russell George por su articulo, estoy 100% de acuerdo con lo que expresa en el. Primero por ser bíblico y segundo porque ilustra la triste realidad de la mayoría de las iglesias actuales. Hay un texto en Malaquias 1:6-9 que me estremece cada vez que lo leo

    «6 El hijo honra al padre, y el siervo a su señor: si pues soy yo padre, ¿qué es de mi honra? y si soy señor, ¿qué es de mi temor?, dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? 7 Que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos amancillado? En que decís: La mesa de Jehová es despreciable. 8 Y cuando ofrecéis el animal ciego para sacrificar, ¿no es malo? asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo pues a tu príncipe: ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos. 9 Ahora pues, orad a la faz de Dios que tenga piedad de nosotros: esto de vuestra mano vino: ¿le seréis agradables? dice Jehová de los ejércitos»

    Personalmente creo que la mayoría de estas iglesias digamos, «progresistas y modernas» deberían hacerse algunas de las preguntas que este pasaje plantea en torno a la dignidad de Dios y la calidad y excelencia que se exige de la adoración y el adorador

    1-… si pues soy yo padre, ¿qué es de mi honra?
    2- …si soy señor, ¿qué es de mi temor?
    3- …cuando ofrecéis el animal ciego para sacrificar, ¿no es malo?
    4- … asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo?
    5- … esto de vuestra mano vino: ¿le seréis agradables?

    Alguno podría osar decir, ese pasaje habla de los sacrificios de animales del Antiguo Testamento y no tiene nada que ver con nuestra adoración neotestamentaria de hoy. Es cierto que habla de los SACRIFICIOS de animales del Antiguo Testamento, pero un análisis detallado del texto nos indica que el tema principal en el pasaje es la calidad del sacrificio debido a quien se le ofrece, a Dios, quien es Digno, Excelso y merecedor de la excelencia. Por tanto este principio bíblico de excelencia en la adoración a Dios es aplicable a cualquier generación. El objeto de culto en la iglesia es Dios, es a El a quien debemos agradar, honrar exaltar, por tanto las cosas en el culto se hacen solo para El, el Señor es el único espectador en el culto y el único que debe ser agradado. Un culto llamado «cristiano» que use metodologías y estilos que busquen ganar la atracción del hombre, placeres, preferencias musicales, en mi opinión es un show, es entretener a cristianos. Ciento pena por algunos llamados cristianos que dicen «hemos venido al culto a gozarnos» y yo digo nooooooo, hemos venido a adorar a Dios, el gozo es la consecuencia, el resultado de la adoración, no el objetivo. En cuanto a doctrina, esta palabra significa enseñanza y la enseñanza cristiana, no mata, edifica, creo que hay tantos descalabros en muchas iglesias y sistemas de adoración hoy, precisamente debido a la falta de doctrina, o sea de enseñanzas bíblicas y una correcta interpretación de Las Escrituras, Bendiciones.

  4. Estaba buscando en la web sobre esta cuestión, y así llegué a este sitio en estos días. Hay muy poco en la red acerca de esto… y es tan necesario hacer una revisión de todo lo que pasó en los ochentas y noventas! Basicamente estoy de acuerdo con el artículo.
    Soy de Argentina y me toco vivir mi adolescencia en medio del proceso de renovación de los noventa que devastó a la Iglesia Bautista en el país. A tal punto que la denominación ¨bautista¨ ya no dice nada por sí misma debido a que hay iglesias bautistas demasiado diferentes unas de otras. Algunas bajaron el nombre ¨bautista¨ de la pared… como si tuvieran verguenza identificarse de ese modo, apenas conservando la denominación para fines legales.
    El principio de autonomía de la congregación no significa esto que estamos viviendo: que se puede hacer cualquier cosa y seguir siendo ¨bautista¨.

    El resultado de la ¨renovación¨ es que muchas congregaciones no llegan a ser ni pentecostales propiamente dichas ni bautistas, sino lo que el lider carismático decida ser según su parecer.
    Otras no supieron que hacer y todavía buscan un término medio que no implique carismatismo ni legalismo, pero que no han podido hallar, y el resultado es que la congregación queda reducida a un grupo de gente buena con un profundo sentido de la estética que predica ¨valores¨ y publicita sus actos de ayuda social… pero nada más.
    Los que resistimos en aquellos años tuvimos la disyuntiva de que hacer, porque el peligro era fomentar más y más la división. Al final, en la práctica, la división se produjo. Creo, con dolor lo digo, que nos faltó coraje y decisión en el momento en que había que tenerlo, ser mas vehementes y drásticos. No estuvimos a la altura de las circunstancias y ya es tarde.

    En general y como denominación la Iglesia Bautista perdió todo lo esencial y quizá haya ganado en lo material. El sentido del confesionalismo, la identidad histórica, las doctrinas esenciales todo esta relativizado. Y lo peor de todo, muchisima gente dañada que hoy ni quiere saber nada de la iglesia ni de El Señor.
    Me acuerdo de la moda de la ¨sanidad interior¨, basicamente se estaba jugando a ser psicologo-mistico… una crueldad e irresponsabilidad increíble.
    Suelo pensar que no había mala voluntad en quienes promovían la renovación, pero a veces realmente dudo que fuera así.

  5. Aun hoy busco una iglesia seria donde congregarme y eso que solo busco un lugar donde se predique la Biblia y se canten alabanzas tradicionales, himnos y coros pero está todo contaminado por la «renovación» que todo lo destruyó. Las congregaciones ya no tienen identidad bíblica, ya no se predica Biblia, el mundo entró y arrasó, ahora son predicas humanistas, charlas filosóficas, y sicologicas, nadie expone la Palabra de Dios!! Ahora las danzarinas distraen a las cabras y los apóstoles y salmistas entretienen y cobran miles de dolares por predicar a Cristo! lo siguen vendiendo como Judas! Pero El regresará pronto y vamos a ver de quien es la victoria.

  6. Buenas tardes hermanos. Muchas gracias por este articulo, que realmente a modo personal me aclara y confirma muchas cosas sobre los bautistas renovados. Les comparto, en relación al tema, un testimonio muy reciente; junto con mi familia empezamos a congregar en una iglesia cuyo cartel en la fachada decían también ser bautistas, era una iglesia nueva, en San Miguel, Lima, Perú, de apenas 2 meses recién fundada, pero para pesar mío y el de mi familia, en el transcurso del tiempo aparecían una y otra cosa que me producían intranquilidad, por citar algunos ejemplos: traían como expositoras para las reuniones de damas, a «pastoras» y ésto de manera consecutiva, también las mujeres «predicaban» en el púlpito tanto en los cultos de oración como los días domingos, también se permitía que la gente fuese vestida como le plazca, con shorts, polos de manga cero, sandalias. Porque según ellos gozaban de la «libertad en Cristo». Las «pastoras» hablaban en lenguas, según ellas. En dos o tres ocasiones una hermana nueva pasaba adelante a tomar decisión y lloraba escandalosa y descontroladamente, mientras el pastor comentaba que había un mover del Espíritu Santo muy especial en esa noche. Y en cada culto la mayoría de hermanos mientras alababan alzaban su manos, otros danzaban, y se oían gritos de: gloria a Dios!!, aleluya!!, santo!!! durante el tiempo del servicio, mientras el pastor hacía pasos de baile como en plena rumba. Ya para concluir este testimonio, pasando a un aspecto doctrinal, resulta que estos hermanos bautistas renovados, creen que la contemporaneidad o vigencia de «todos los dones» incluyendo los dones de señales: milagros, sanidad, lenguas, profecía, etc. Ante ésto, sugiero estimados hermanos, tener mucho cuidado con estas iglesias bautistas renovadas, pues son una réplica de los carismáticos bajo la apariencia o disfraz de bautistas. Luego de apreciar todo ésto, decidimos retirarnos de esa iglesia. Personalmente pienso que las iglesias bautistas fundamentales (aún con ese estilo conservador que algunos comentan), son iglesias seguras donde uno puede crecer, edificarse y encontrar abundante bendición departe de Dios. Es ír por un camino seguro, antiguo sí, pero seguro, y que por siglos ha sido transitado por varones y mujeres de Dios cuyas vidas fueron una referencia para sus respectivas generaciones, siervos que temerosamente se condujeron en todo momento con integridad, honrando y glorificando el nombre de nuestro Dios Señor Todopoderoso. No nos arriesguemos a extraviarnos de la fe por disfrutar dizque de la «modernidad» o una peligrosa «versión bautista actualizada», ni nos expongamos a practicar cosas que no guardan concordancia con los que nos muestra Dios a través de las Escrituras. Hermanos amados, gracias por su atención dispensada, que Dios los guarde y los bendiga.

    «Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra». 2 Tesalonicenses 2:15-17

  7. Excelente artículo mi hno…
    sigamos fuertes en la sana doctrina…predicando y…denunciando las falsas doctrinas…fuerzas mis hnos. Que Dios les bendiga

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