Entretenimiento

El ser humano tiene un hambre insaciable de ser entretenido.  Hay por lo menos tres explicaciones para este deseo.  En primer lugar, tenemos que reconocer que ser entretenido nos ofrece una sensación placentera.  Es más placentero sonreír que fruncir.  Es más placentero reír que llorar.  Se puede decir que es una parte de nuestra naturaleza.  Esto sería el aspecto positivo del entretenimiento.

Cada cosa buena puede ser abusada y usada para cumplir una mala función.  En este sentido, a veces hay los que usan el entretenimiento para quitar su mente de la triste realidad de la vida.  Si estoy sobrecargado por un montón de problemas sería posible irme al circo y, por un rato por lo menos, olvidarme de todo.  No es siempre malo con tal que no llegue a ser una vía de escaparme de la realidad.  Hay los que se ocupan en entretenimiento en vez de reflexionar sobre su mal camino que produce un sin fin de conflictos personales.

Otra aplicación para el hambre insaciable para el entretenimiento es que el corazón de muchos está vacío.  Para ellos, la vida, en sí, es aburrida.  Ellos andan en busca de lo que rinde satisfacción.  Es una razón hedonista por el cual vivir.  Es egoísta.  Es por su propia satisfacción, no más.  No contribuye nada al bienestar de los demás.  El que vive con este fin, al final tendrá que decir, “no he producido nada, pero sí me he divertido mucho”.  Se puede llenar el corazón con cosas vanas, pero la verdad es que el corazón fue hecho con un propósito más noble.

El entretenimiento no es igual para todos.  Algunos pueden entretenerse por leer una novela.  Otros tienen que tener algo exótico como esquiar en las montañas. El entretenimiento viene a través de los sentimientos, en especial los ojos y oídos.  Muchas veces no es nada más que un pasatiempo.  La radio tiene que estar encendida mientras que trabajamos.  El mp3 con música tiene que estar enchufado mientras que viajamos.

No está mal estar entretenido, pero el creyente debe saber usarlo con prudencia.  Debemos saber distinguir entre lo moral y lo inmoral en el entretenimiento.  Gente de este mundo no sabe festejar sin bailar y tomar en un ambiente que vibra con música rock a todo volumen.  Un creyente que se siente cómodo en tal ambiente debe examinar su relación con Dios.

Debemos ser selectivos en cuanto a nuestro entretenimiento.  No tenemos que sacrificar normas morales sobre el altar del entretenimiento.  Es difícil encontrar una emisora de radio que no contamine el aire con un mensaje inmoral a través de música rock.  Aun los que se llaman “emisoras cristianas” ofrecen un mensaje cristiano diluido a través de música mundana.  Queda poco o nada en la televisión que es apto para los ojos y oídos del creyente.

¿Qué ha de hacer entonces el creyente?  Si está acostumbrado a vivir con la radio o la tele encendido continuamente tendrá que disciplinarse y acostumbrarse a vivir sin estas formas de entretenimiento.  Todavía quedan algunas lindas maneras de entretenerse.  Si prefiere un estilo de vida sedentario puede encontrar un hobby.  Los hobbies cumplen dos funciones.  Nos ofrecen entretenimiento, y a su vez, aprendemos algo.  Algunos pasan su tiempo escribiendo poesías o pequeñas disertaciones.  Si quiere algo que se puede hacer en grupos, hay muchos juegos de mesa.  Conversar con amigos, y aun compartir  chistes con ellos, es divertido.  Para los que prefieren algo más emocionante  puede encontrarlo en los deportes.

Todo debe ser con moderación.  Nos hace falta diversión pero no debe ser nuestra dieta a diario.  Dios nos salvó para servir y no para ser entretenido.  La vida no es aburrida para aquel que se ha entregado a Dios y vive por él.  En la Biblia no se encuentra las palabras entretenimiento, diversión ni recreo, pero tampoco se encuentra la palabra aburrimiento.  Una vida llena no le hace falta mucho entretenimiento y un corazón entregado a Dios no se siente cómodo con un entretenimiento inmoral.

Un comentario sobre “Entretenimiento”

  1. El entretenimiento santo es un asunto de por vida de servir al prójimo empezando por los verdaderos hermanos es como lo dice la Biblia en Juan 13:5 que dice: «Luego puso agua en el lebrillo, y comenzó a lavar los pies de sus dicípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido» Luego dice en Juan 13:14: «Pues, sí yo el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies vosotros también debeis lavaros vuestros pies los unos a los otros» Con esto lo que quería decir es que nos sirvamos los unos a los otros. Yo le sirvo a usted y usted me sirve a mí. Así de simple. Creo que lo divertido está es siempre obedecer completamente a Dios y a disponerse en servir a los santos. En las situaciones malas lo mejor es ser ante Dios temeroso he hincarnos de rodillas ante Él y pedir que siempre nos guarde del mal y nos dé más fuerzas para obedecerlo a Él hasta el final. Con estas palabras lo que quiero decir, es que no todo es diversión en la vida de un santo, o mejor dicho, no siempre es fácil obedecer a Dios en situaciones difíciles. Que Dios les continúe bendiciendo. Oren por mí para poder congregarme en una iglesia bautista lo antes posible, es su deber.

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