Himno ¡Oh amor de Dios!

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¡Oh amor de Dios! Su inmensidad, el hombre no podría contar
Ni comprender la gran verdad, que Dios al hombre pudo amar.
Cuando el pecado entró al hogar de Adán y Eva en Edén;
Dios les sacó, mas prometió un Salvador también.

Coro:

¡Oh amor de Dios! Brotando está,
Inmensurable eternal;
Por las edades durará,
Inagotable raudal.

Si fuera tinta todo el mar, y todo el cielo un gran papel,
Y cada hombre un escritor, y cada hoja un pincel.
Nunca podrían describir el gran amor de Dios;
Que al hombre pudo redimir de su pecado atroz.

Y cuando el tiempo pasará con cada reino mundanal,
Y cada reino caerá con cada trama y plan carnal.
El gran amor del Redentor por siempre durará;
La gran canción de salvación su pueblo cantará.

La historia detrás del himno

F. M. Lehman vivió en California y trabajó en la ciudad de Pasadena empacando frutas. A causa de problemas económicos había perdido todo y ahora estaba empleado en el duro trabajo manual de levantar y mover tanto peso como treinta toneladas de naranjas y limones al día, las cuales eran empacadas en aquel entonces dentro de canastas que eran transportadas por barco. Se podría decir que aquel no sería un lugar apropiado para animar a alguien a hacer algo artístico ni mucho menos componer himnos.

El Sr. Lehman era un cristiano que se regocijaba en su salvación. Cierto domingo en la noche, después de escuchar un sermón acerca del amor de Dios, le costaba mucho contener su emoción — de hecho, hasta el punto que le fue difícil dormir. Aun en la mañana siguiente, mientras estaba desayunando, la emoción de la noche anterior no le había dejado y en su viaje al trabajo empezó a componer un himno, con “El amor de Dios” como tema principal.

En esos días, las naranjas y los limones se empacaban en canastas hechas de tiras finas de madera con terminaciones de madera sólida. A menudo, algunos partes de las tiras de madera se rompían y me imagino al Sr. Lehman anotando en uno de esos pedazos sus composiciones. Durante el día, ideas de himnos seguían proliferando y al final del día, él había coleccionado unos cuantos de estos importantes pedazos de madera. Estaba ansioso por llegar a su casa para poner todas estas ideas de su nueva canción en papel.

Llegando a su casa, se dirigió de prisa al viejo piano y con la ayuda de su colección de ideas, empezó a transcribir el cántico al papel. Muy pronto tuvo una melodía acabada con dos estrofas y un coro. Pero en esos días un cántico tenía que tener al menos tres estrofas para ser completa; alguien ha dicho que hoy día un cántico está completo cuando tiene solamente tres palabras. Mientras trataba de escribir la tercera estrofa, se dio cuenta que las palabras no encajaban bien en la melodía.

¿Qué tenía que hacer? Hacía algún tiempo antes, él había escuchado un poema acerca del amor de Dios y se le había dado una copia de él impreso en una tarjeta. Dijo—“Si sólo pudiera encontrar ese poema – en el cual se representaba maravillosamente la vastedad del amor de Dios – quizá podría obtener una idea con la cual formar esta última estrofa”. Su búsqueda fue recompensada, pues pronto encontró la tarjeta. La había usado como un marcador de libro. Mientras Lehman leía las palabras, su corazón fue otra vez conmovido tal y como había sido la primera vez que las había leído.

Notó que en la parte de abajo de la tarjeta había una impresión más pequeña, pero no menos importante, acerca de la historia del poema. Y decía: “Estas palabras fueron encontradas escritas en la pared de la celda de una prisión hace unos 200 años. No se sabe por qué el prisionero fue encarcelado; ni tampoco se sabe si las palabras eran originales o si las había oído en algún lugar y había decidido ponerlas en un lugar donde pudieran recordar acerca de la grandeza del amor de Dios – cualesquiera que fueran las circunstancias, él las escribió en la pared de su celda en la prisión. Después de un tiempo, él murió y el hombre que tuvo que pintar su celda fue impresionado por esas palabras. Antes de que sus brochas las borraran, uno de los hombres las anotó y así fueron preservadas”.

Poema en mano, Lehman fue al piano. En el estímulo del momento, empezó a añadir la letra a la melodía. Encajaban perfectamente. ¡Fue un milagro! La canción de Lehman fue entonces publicada con estas palabras como última estrofa.
Ha sido en los años recientes que se ha sabido de los hechos que hicieron posible que la escritura de este cántico fuera un milagro aún mayor. La estrofa original fue escrita en hebreo cerca del año 1000 por Meir Ben Isaac Nehoria, quien poseía las habilidades de pintar gráficamente en palabras una figura del amor de Dios. El preservaría estas palabras y entonces, cientos de años después, haría que un prisionero las tradujese a un lenguaje que todavía no existía con el nombre de inglés. ¡Y pensar que El lo hizo en la métrica exacta para que encajara en la melodía de Lehman!

El Escudo de la Fe

24 comentarios sobre “Himno ¡Oh amor de Dios!”

  1. Las palabras de este himno siempre me sobrecogen y me hacen sentir como una particula de polvo frente a la grandeza de la misericordia de Dios, y de Jesucristo por quien ahora le puedo llamar Padre Amado…. Bendito sea por las generaciones!!!

    1. Que interesante historia sobre este himno amor de DIOS muy ispirador y bonita letra y melodia en lo personal desde que tenia 4 años lo e escuchado y tendo casi 77 años cantandolo AMEN

  2. UN HIMNO DE FREDERICK M. LEHMAN, BASADO EN EL POEMA AKDAMUT, ESCRITO EN ARAMEO EN 1050 POR MEIR BEN ISAAC NEHORAI, MAESTRO DE LA SINAGOGA DE WORMS (ALEMANIA).

  3. Este Himno es precioso! Gracias a Dios por darnos la oportunidad de entender su gran Amor por medio de su espiritu, y por revelarnos el gran misterio de este precioso mensaje de salvacion!

  4. Mi padre en predicaciones nos decia que este himno fue escrito en un manicomio el que escribio la letra era cristiano y los demas lo tomaban por loco y cuando lo encerraron lo trataban mal como a todos pero peor. y cuando lo sacaron de ahi ya muerto vieron que estaba escrito el himno en una de las paredes con un clavo. IMPRESIONANTE APESAR DE ESTAR ENCERRADO. en realidad yo no sabia de la existencia de el coro de este himno pero cuando al tocar la partitura y vi que tenia ese hermoso coro me agrado tanto, este es mi himno favorito desde que tengo memoria y le agradesco a Dios que me emocionan los himnos por que si no tendria descompuesto el emocionador jaja como dice Frank Garlock

  5. UN DIA ENCONTRE HO AMOR DE DIOS ME BENDIJO LO ESCUCHO Y COMPARTO DE BENDICION LOS IMNOS EN ESPECIAL ESTE QUE LO ESCUCHO TODO .OS DIAS Y SI EL AMOR DEL SEÑOR NO MANDO A SU HIJO UNICO PARA TODOS LOS QUE EN EL CREN Y GRACIA JEHOVA D DE LOS EJERCITOS POR ENVIAR A SU UNICO HIJO POR NOSOTROS Y POR TRAENOS A SU CAMINO DE LUZ

  6. Muchos años pasaron sin escuchar este precioso himno, el cual entonaba un amigo de mi padre en unas conferencias de predicación del evangelio en «salones carpas», muy corriente en Argentina entre los años 1980 y 90…
    Hoy, movida por algunos problemas de salud y otras zozobras, vino a mi mente, nítido y potente, como un milagro… el Himno! De pronto me pregunté por su nacimiento, su autor, que no conocía. El próximo click fue este foro, con su cautivante historia.
    En suma, además de la letra, q ya reconforta, está el testimonio de esos que andando el camino de la fé recibieron el aliento del Amor de Dios.

    ¡Cómo no creer en los milagros del Señor!

  7. Un maravilloso himno, que expresa de manera sublime el infinito amor de nuestro Dios . Su amor es insondable, somos incapaces de dimensionarlo con nuestras mentes finitas, pero cuán maravilloso es experimentarlo al conocer y recibir a su bendito Hijo que se dio por nosotros en la cruz. ¡Alabado y exaltado sea su bendito Nombre por siempre!

    1. Estoy agradecida a las personas que hacen posible que llegue a nuestras manos el motivo y la inspiración que tuvieron los que escribieron los hermosos himnos y gracias también a Dios por inspirarlos. Bendiciones del cielo.

  8. es uno de mis Himnos favoritos, tengo cuatro hijos y una linda esposa todos asistimos a la Iglesia ( gracias a Dios ), y cuando lo cantamos mi garganta se aprieta y de la precencia de Dios no puedo cantarlo bien asi es que sierro los los ojos y lo canto con el corazon.
    simpre me deja y dejara Bendicion.
    muchas Bendiciones a todos,

  9. Hace poco tiempo conocí este himno, por alguna razón lo seguí escuchando todos los días, sintiendo la presencia del Señor, con Fe en el actuar del Espíritu Santo al oírlo, pensando en el Amor y el Poder de Dios!! Y ahora estoy impactada por encontrar su historia! Muchas gracias Padre Santo por esto!!!

  10. Cuando escuche este himno por primera vez,tenia aproximadamente dos años y medio de dad, fue sin duda el Espiritu Santo de Dios que inicio su obra en mi. Todos los domingos el intenado para niños huerfanos llevaba a los internos a una Iglesia Bautista por las mañanas, Corria por el pasillo de la Iglesia hasta el altar y me sentaba en la primera banca o en el piso,sino escuchaba el himno que se entonaba todos los domingos el resto de culto no tenia sentido para mi,Hoy esas letras de este precioso himno las llevo grabadas en lo mas profundo de mi corazon y las comparto.

  11. ¡Oh amor de Dios! Su inmensidad, el hombre no podría contar
    Ni comprender la gran verdad, que Dios al hombre pudo AMAR.

    no lo puedo conocer, pero no lo pude rechazar.

  12. Aún que, en el inicio indica que es de autor desconocido, en realidad, sí se conoce. Fue Frederick Martin Lehman, nacido en Alemania el 7 de agosto de 1868, quien emigró a Estados Unidos junto con su familia a la edad de 4 años, instalándose en el Estado de Iowa. En las postrimerías del S. XIX escuchó una predicación sobre el amor de Dios y quedó tan cautivado por el mensaje de un evangelista, que esa noche no pudo dormir. Se encontraba en Pasadena, California, empacando naranjas y limones y se sentó en una caja de limones y empezó a escribir las dos primeras estrofas y el coro. Por la noche, llegando a casa, compaginó la letra con la música des u piano, pero le faltaba una estrofa, la tercera, que no encajaba bien con la melodía. Recordaba un breve poema que había leído, que resultó ser el que el preso escribió en la pared de la cárcel antes de morir, el cual a su vez escribió un poeta judío a mediados del S. XI. Lo encontró y vio que encajaba a la perfección. Frederick aceptó al Señor a la edad de 11 años y llegó a ser pastor en varios Estados y con afición a la poesía. Murió a los 84 años, el 20.02.1953 en Pasadena, California. Lo que desconozco es quien fue el traductor al idioma castellano.

  13. Escuche este himno por primera cuando tenia 7 anos de edad, ahora tengo 68. Cada dia que pasa hace mas sentido en mi corazon. Como pudo mi Senor amarnos de tal manera para pagar el precio de nuestra paz y salvacion.

  14. Este himno mi papá lo cantaba . Yo siempre me acordaba pero no sabía su letra completa. Le hablé a mi hermano Tomás y él me consiguió toda la información. La verdad el AMOR de DIOS es inagotable, no se puede describir … Alabado sea por siempre mi SALVADOR Jesucristo

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