La Biblia es la Palabra de Dios

Cuando el renombrado escritor escocés Walter Scott se vio postrado en su lecho, abatido por la enfermedad, le dijo un día a su yerno: «Tráeme el Libro.» Pero como Scott tenía veinte mil volúmenes en su biblioteca, el yerno le preguntó qué libro era el que quería; a lo que el famoso escritor contestó: «No hay nada más que un libro: la Biblia.» Walter Scott había escrito muchos libros; pero al llegar a los umbrales de la eternidad reconoció que solamente hay un libro que puede iluminar la mente, sustentar el alma y confortar el corazón.

El apóstol Pablo se refiere a la Biblia, diciendo que «la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos; y que penetra hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón». Y en la segunda Epístola a Timoteo, dice que «toda santa Escritura está inspirada por Dios, y es provechosa para la enseñanza, para la represión, para corrección, para instrucción en justicia; a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, y esté plenamente preparado para toda buena obra». Y el apóstol Pedro se refiere a los autores de la Biblia, diciendo que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Los escritores de la Biblia fueron hombres elegidos por Dios para transmitir su palabra a la humanidad. Nosotros estamos absolutamente convencidos de que la Biblia es la palabra de Dios; pero algunos afirman lo contrario.

La revista Selecciones, en el número correspondiente al mes de noviembre de 1950, publicó un artículo titulado «Por qué creo en Dios», escrito por el Dr. Cronin, médico y novelista a la vez. El autor del citado artículo dice que cuando él era estudiante de medicina en la Universidad de Galsgow, no creía en Dios ni en la existencia del alma. Al practicar la autopsia a los cadáveres buscaba el alma y no la hallaba por ninguna parte. Cuando pensaba en Dios, acompañaba tal pensamiento con una sonrisa de superioridad que reflejaba su desdén por lo que él consideraba un mito gastado. Después de haber obtenido el título de doctor en medicina fue a ejercer su profesión en un pueblo minero de Gales del Sur. «Allí -dice el Dr. Cronin- empecé a estudiar directamente la vida, y tal estudio me llevó al reino del espíritu. Cuando asistí al milagro de nacer, cuando me senté a la cabecera del moribundo, cuando percibí el débil e inexorable batir de las obscuras alas de la muerte; frente a estos cuadros me di cuenta de que la brújula de la existencia mostraba más de lo que me habían revelado los libros de texto. La gente de la región era profundamente religiosa, poseedora de una fe que se manifestaba en la mayor parte de los actos de su vida. Rara ves pasaba una semana sin que me trajera una señal evidente de la existencia de Dios. En una ocasión, al ocurrir una explosión en una mina de carbón, quedaron sepultados catorce mineros». Y el doctor Cronin observó que mientras unos trabajaban día y noche sacando escombros de la mina, el resto de los vecinos de la aldea estaban entregados a la oración, pidiéndole a Dios que los catorce mineros sepultados saliesen con vida de la mina. Después de cinco días de trabajo, las cuadrillas de salvamento lograron abrir una brecha a través de los escombros, y el primer vestigio de vida que surgió de las profundidades de la mina, fueron las notas de un himno que dice: «¡Oh, Dios!, nuestro sostén en las edades pasadas». Cuando aquellos catorce mineros salieron de la mina, cantando el himno citado, miles de voces se unieron a ellos en una manifestación de júbilo y alabanza que estremecía el estrecho valle. Ante aquella conmovedora escena que expresaba el gozo y la confianza en Dios que sentían aquellos sencillos aldeanos, el doctor Cronin dice que se sintió humillado. Antes de llegar a aquella población, para él, Dios era un mito, y el hombre, una máquina compleja; pero las gentes sencillas de aquella comunidad minera, le hicieron ver que en el hombre hay algo más que materia: hay un espíritu creado por Dios, dotado de existencia eterna y capaz de entrar en comunión con Dios.

En sus años de estudiante, el Dr. Cronin había buscado el alma entre las frías células de un cadáver, sin encontrarla; no la podía encontrar porque el alma no está en los cadáveres. Pero cuando empezó a estudiar las manifestaciones espontáneas de la vida de un pueblo que confiaba en Dios, entonces encontró el alma y también al Dios del alma.

Los escritores de la Biblia dicen que ellos escribieron la palabra de Dios; Nuestro Señor Jesucristo dice que la Biblia es la palabra de Dios; los hombres más grandes en la historia del mundo -a través de los siglos han creído que la Biblia es la palabra de Dios, y la experiencia de los cristianos en todo el mundo, y en todos los tiempos, confirma esta verdad.

La Biblia nos ha sacado de las tinieblas a la luz. La Biblia nos ha conducido a Cristo, y Cristo nos ha reconciliado con Dios el Padre. Tal como la Biblia lo promete, al aceptar a Cristo hemos hallado el perdón, la paz y la esperanza de gloria que alienta nuestro corazón. Por las enseñanzas de la Biblia sabemos de dónde procedemos, qué somos, y a dónde vamos. La Biblia nos hace disfrutar de una íntima comunión con Dios, satisface plenamente la sed y hambre de nuestra alma, y conforta nuestro corazón a través de todas las tribulaciones por que tengamos que pasar.

El escritor inglés Beverly Nichols, intentó -a través de sus primeras obras- acabar con lo que él llamaba la tontería de la fe en una vida futura. Pero un día recibió una carta que decía así: «Estimado Beverly Nichols: Chesterton dijo una ves que el mayor crimen del mundo era romperle un juguete a un niño. Ahora comprendo lo que Chesterton quiso decir. Yo tenía un juguete que se llamaba fe, con el que había jugado por cerca de ochenta años; pero usted me lo ha roto, señor Nichols, por lo que no sé si debo darle las gracias o maldecirlo. Porque yo había pensado morir como una chiquilla abrazada a mi juguete, pero ahora tendré que morir como una angustiada que no tiene nada que estrechar contra su pecho en el momento de partir de este mundo hacia la eternidad.» Esta carta de una anciana de ochenta años fue para Beverley Nichols como una puñalada clavada en el mismo corazón.

La Biblia es la palabra de Dios. La Biblia es el único libro en el mundo que tiene poder y virtud para impartir paz, consuelo y esperanza a todos los que gemimos en este valle de lágrimas. ¿Qué pretenden los enemigos de la Biblia? ¡Quieren quitarnos la paz que disfrutamos! ¡Quieren destruirnos la base de nuestra esperanza de gloria!

Los que dicen que la Biblia no es la palabra de Dios, están sirviendo a un mal amo y a una mala causa. Los que dicen que la Biblia no es la palabra de Dios, no nos pueden explicar cómo una mentira puede producir los frutos que produce la Biblia.

Mi estimado lector: Si lees y conoces la Biblia, te exhortamos a que confíes plenamente en sus enseñanzas; y si no tienes la Biblia, procura adquirir una, y léela para ser sabio, créela para ser salvo y practícala para ser santo.

 

4 comentarios sobre “La Biblia es la Palabra de Dios”

  1. Hola buenos dias, quisiera dar las gracias a Dios por darme la oportunidad de conocer al Pastor Juan Mazzuquini quien me ha abierto los ojos y me ha hecho encontrar a Jesucristo nuestro Salvador. Quiero destacar su labor ya que dia a dia el Pastor Juan me alienta a no decaer y seguir adelante segun la Santa Biblia que es la palabra de Dios no solo a mi sino a toda la Iglesia. Quiero comentarles tambien que es una persona que nunca da un no como respuesta siempre tiene tiempo si uno necesita escuchar una predicacion suya no importa la hora, es un pastor con grandes ganas de enseñar. Ojala Dios lo deje con nosotros muchos años mas. Lo estimo mucho ya que lo considero una persona intachable. Queria destacar su labor una vez mas ya que yo antes era fiel a la iglesia catolica, adoraba las imagenes y odiaba y me burlaba de los pastores debo confesarles que era un destinado a la perdicion. Pero gracias a mi familia en especial a mi cuñada Miriam y a mi amada esposa Julia fui a la iglesia y gracias al pastor Juan Mazzuquini que me enseño la verdad en Cristo Jesus a travez de las escrituras hoy nueva criatura soy! Tratando de mejorar dia a dia en Jesucristo. Gracias Pastor. Atte. David

  2. ¡Que maravilla! El Tema de la biblia por su sigularidad y su poder indestructible «…Manos hostiles golpead vuestro martillo se romperá, mas el yunque de Dios Permanecerá» Charles H Spurgeon.

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