Una introduccion a los manuscritos griegos, Lección 6: El Texto Bizantino

Aproximadamente el 80-90 por ciento de los manuscritos sobrevivientes pertenecen al Texto Bizantino, lo cual no se debe confundir con el Textus Receptus. El Texto Bizantino se refiere a un grupo grande o familia de manuscritos copiados a mano, y en cambio el Textus Receptus son textos impresos. El Textus Receptus tiene su inicio en la crítica textual conservadora de parte de Erasmo, quién escogió la lectura final para su edición de 1516 entre algunos manuscritos generalmente representativos del Texto Bizantino. El texto bizantino está representado por una variedad de mayúsculos, especialmente los tardíos, y casi todos los minúsculos y leccionarios.

¿Cómo se decide cuales lecturas son distintivamente bizantinas? El respetado autor Harry Sturz lo explica de la siguiente forma:

“Las lecturas distintivamente bizantinas son las que son apoyadas por la cantidad masiva de manuscritos tardíos pero que no son atestiguados por los mejores representativos de los Textos Alejandrinos y Occidentales”. (The Byzantine Text-Type and New Testament Textual Criticism. p. 141)

El Texto Bizantino refleja un patrón de consenso dominante de lecturas históricas que se mantiene a lo largo de la mayor parte del Nuevo Testamento.

¿Cómo se sabe que más del 80 por ciento de manuscritos griegos reflejan el Texto Bizantino? Un estudio que tomó años llegó a la siguiente conclusión:

Después de que Kurt Aland ideó un programa de pasajes de prueba para medir el carácter textual de un manuscrito, tomó años la labor de cotejar antes de que se pudiera publicar la investigación sobre las epístolas generales (cf. p. 317). Las cartas paulinas, Hechos y los Evangelios Sinópticos ya han sido estudiados, demostrando que más del 80 por ciento de los manuscritos contienen exclusivamente el texto de la Mayoría (es decir, esencialmente el Texto Bizantino, imperial o koiné, como puede ser llamado en su varios sombreados y graduaciones). Pero aproximadamente el 10 por ciento de ellos ofrecen un valioso texto temprano que puede competir incluso con lo mejor de los unciales. (Aland, Kurt and Barbara. The Text of the New Testament. Grand Rapids: Eerdmans, 1989, p. 128.)

Diferentes nombres para el Texto Bizantino

Algo que causa no poca confusión es el hecho de que muchos eruditos han usado muchos diferentes nombres para designar el Texto Bizantino a  través de los siglos. Aquí presentamos una lista de otros nombres que autores han usado para designar el Texto Bizantino (algunos son abreviaturas). ¡Note cuán larga es esta lista!

  • Antoquiano
  • Luciano
  • Oriental
  • Asiático
  • Constantinopolitano
  • Sirio
  • Tradicional
  • Eclesiástico
  • Alfa
  • Vulgata griega
  • Mayoritario
  • Biz.
  • K
  • A

Que estas designaciones y más son en realidad referencias al Texto Bizantino es respaldado por Sturz:

Además de «Bizantino», se le ha llamado: «Antioqueño», por el supuesto lugar de su origen, y la «Recensión Luciánica», por su supuesto editor. Es el «Oriental» de Semler, «Asiático» de Bengel, «Constantinoplitano» de Griesbach, «Sirio» de Westcott y Hort, y «Tradicional» de Burgon. Otras designaciones del mismo texto incluyen: «K» de Von Soden y Merk, que representa el «Koiné» o texto «Común»; el «A» de Lagrange y «Alpha» de Kenyon. (Sturz, Harry. The Byzantine Text-Type and New Testament Textual Criticism. Nashville: Thomas Nelson Publishers, 1984, p. 13)

Variedad entre manuscritos bizantinos

Frederick Scrivener, quien años más tarde editaría el texto griego de Beza a la versión King James por motivos de comparación, escribió lo siguiente acerca de la variedad entre manuscritos bizantinos:

Nadie que haya estudiado en absoluto los manuscritos cursivos puede dejar de ser fascinado con el carácter individual infundido en casi cada uno de ellos. Es raro que podamos encontrar motivos para decir de un manuscrito que es una transcripción de algún otro que permanece. La fantasía que una vez se adoptó, que existía un texto Constantinopolitano [otra forma de referirse al Texto Bizantino] estándar, al que se conformaban todas las copias escritas dentro de los límites de ese patriarcado, ha sido «barrida de una vez y para siempre» (Tregelles, p. 180) por un examen más detallado de las copias mismas. Por tanto estaría mal absolutamente rechazar como indignos de discusión seria la evidencia de testigos (cuyas variaciones mutuas avalan su independencia e integridad) porque su tendencia en general es defender la autoridad de uno de los dos documentos más antiguos contra el otro. (Scrivener, Frederick. An Exact Transcript of the Codex Augiensis. Cambridge: Deighton, 1859, p. xiii)

Hermann Von Soden (1852-1914) y su equipo de investigadores estudiaron una cantidad increíble de manuscritos. Entre otros manuscritos, estudiaron más de 1.200 minúsculos de forma total o parcial. Como resultado, Von Soden identificó lo que consideró ser cinco “hilos” o ramales principales, algunos con una variedad de subalternos entre los manuscritos bizantinos. Él designó estos ramales K1, Ki, Kx, Kr y Ka. De estos cinco ramales, Kx es el más numeroso y se asemeja más al Texto Recibido, con Kr en segundo lugar por número de lecturas. Al que dice “no voy a complicarme la vida, simplemente voy a seguir el Texto Bizantino” le va ir bien mientras estos ramales están de acuerdo. ¿Pero qué hará cuando los manuscritos se dividen en diferentes ramales en algún pasaje? Para los que dicen que se debe seguir consistentemente el ramal Kx, con los manuscritos más numerosos, es en realidad el ramal menos conocido. Fue por esto que von Soden utilizó la letra x para designar este grupo. Von Soden fue severamente criticado por falta de precisión en sus datos y por presentarlos de una forma dificultosa de utilizar. También excluyó los leccionarios de su investigación.

Von Soden no ha sido el único en examinar una gran cantidad de manuscritos que pertenecen al Texto Bizantino. Aland junto con un equipo de investigadores del Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento, han examinado más de mil manuscritos en mil pasajes de prueba. Él lo explica de la siguiente manera:

La edición crítica completa se refiere a la determinación del texto original del Nuevo Testamento, es decir, el texto en el que los escritos del Nuevo Testamento fueron puestos en circulación por el autor o un recogedor (por ejemplo, las epístolas paulinas) y con la puesta a disposición de todo el material necesario para el descubrimiento de este texto. Por lo tanto, hace años comenzamos a ordenar todos los minúsculos críticamente. Se seleccionaron mil pasajes en el Nuevo Testamento, donde los manuscritos muestran diferencias características. Se trata de muchos más pasajes de los que un filólogo suele hacer referencia para la clasificación del manuscrito de un autor clásico. Cualquier manuscrito que esté de acuerdo con el texto koiné en todos estos pasajes o que dé sólo lecturas variantes insignificantes, que se explican por el desarrollo interno del manuscrito, puede ser ignorado por la edición crítica completa. Más de 1.000 manuscritos ya han sido examinados de esta manera. (Aland, Kurt. “The Greek New Testament: Its present and future editions.” The Journal of Biblical literature. 87, 1968, p. 185)

En otra cita Aland destaca la unidad entre manuscritos bizantinos comparado a los alejandrinos:

… El mayor número de manuscritos que comprenden el bloque de testigos de texto mayoritarios en la mayoría de los casos, son siempre los mismos: son manuscritos con un texto bizantino. Los representantes de este tipo de texto son extremadamente homogéneos, exhibiendo una alta proporción de acuerdo entre ellos.
En el caso de los manuscritos con la menor cantidad de lecturas mayoritarias, es decir, la mayoría de los primeros manuscritos, ocurre exactamente lo contrario. Incluso los más estrechamente relacionados entre ellos generalmente muestran índices de acuerdo de entre el 60 y el 70 por ciento. (Aland, Kurt and Barbara. The Text of the New Testament. Grand Rapids: Eerdmans, 1989, p. 323)

Es lamentable que los que aparentemente han hecho los estudios más extensos de los manuscritos bizantinos lo iniciaron sin ser simpatizantes de dicho tipo textual. Más adelante presentaremos los casos de editores de ediciones impresas del Texto Mayoritario/Bizantino y sus esfuerzos en examinar manuscritos bizantinos.

Cuando se somete un manuscrito bizantino al análisis, revela su carácter mixto o compuesto, aunque se nota que predominan las lecturas bizantinas. El hecho de que un manuscrito sea considerado bizantino, no significa que su redacción sea 100% bizantino, sino que lo bizantino predomina sobre las redacciones que corresponden al Texto Alejandrino u Occidental.

Diferencias entre el Texto Bizantino y el Texto Recibido

Otra vez repetimos que el Texto Recibido es el representante primario del Texto Bizantino, pero no son idénticos.

En décadas recientes se han surgido varios intentos de producir un texto griego impreso del Nuevo Testamento que refleja el Texto Bizantino con más precisión. Los más conocidos son The New Testament in the Original Greek por Robinson y Pierpont, y The Greek New Testament According to the Majority Text por Hodges y Farstad. Se debe notar que no utilizaron todos los manuscritos, sino los que tenían a su disposición, además del análisis de textos individuales por otros investigadores, especialmente el Dr. Von Soden.

Una investigación por Daniel Wallace concluyó que existen 1.838 diferencias entre el Texto Bizantino y el Texto Recibido. Para su investigación utilizó The Greek New Testament According to the Majority Text por Hodges y Farstad, y lo comparó con una edición del Texto Recibido publicado por Oxford en 1825. También descubrió 6.577 diferencias entre dicha edición del Texto Mayoritario y el Texto Crítico. En 1.589 lugares el Texto Mayoritario tiene un texto más largo cuando existen diferencias con el Texto Crítico. (Wallace, Daniel. «Some Second Thoughts on the Majority Text». Bibliotheca Sacra, cxlvi (1989), Págs. 276-277)

Desprecio por el Texto Bizantino entre muchos eruditos

“El problema principal en la crítica textual del Nuevo Testamento se encuentra en el hecho de que no se conoce mucho más que la mera existencia de la mayoría de los manuscritos”. (Jones, Floyd. Which Version is the Bible, p. 203)

¿Por qué no se conoce mucho acerca de la mayoría de los manuscritos? ¿Será porque la mayoría forman el Texto Bizantino, el cual es despreciado por muchos eruditos?

Kurt Aland en su libro The Text of the New Testament, 1989, p. 142 muestra su desprecio por el valor de los manuscritos bizantinos al declarar: “son irrelevantes para la crítica textual, por lo menos para establecer la forma original del texto y su desarrollo en los siglos tempranos”. Esta opinión sin duda es debido a que los manuscritos alejandrinos tienden a ser más antiguos, pero de todos modos no se les da la importancia a los manuscritos bizantinos que merecen. Este punto de vista es probablemente la razón por qué han ignorado muchos de los manuscritos minúsculos. Note lo que admite Aland: «La mayoría de los minúsculos no han sido examinados para su valor textual todavía…» (p. 128) Pero en la próxima página aseguró a sus lectores que:

En el último cuarto de siglo un grupo entero de minúsculos está adelantando reclamaciones para igualdad de reconocimiento, y con la misma justificación. Este proceso ya empezó con Nestle-Aland26 y GNT3–y esto es solo el comienzo. (p. 129)

Tal como se prometió, en la próxima edición del su Nuevo Testamento critico se tomó en cuenta más manuscritos minúsculos. Según el libro The Reintroduction of Textus Receptus Readings in the 26th Edition & Beyond of the Nestle/Aland Novum Testamentum-Graece por Adams y Gipp, se introdujeron 554 lecturas que se hayan en el Texto Recibido.

Los manuscritos minúsculos no han sido los únicos codices que no estaban recibiendo la atención que merecían. Después de descubrirse una cantidad significante de manuscritos papiros al fin del siglo XIX, se comprobó que hay lecturas bizantinas más tempranas que lo que se admitía. Sin embargo, se seguía ignorando el Texto Bizantino en la crítica textual. En 1984 un erudito llamado Harry Sturz escribió un libro señalando esto con el título The Byzantine Text-Type and New Testament Textual Criticism. En su libro presentó evidencia de que varios papiros antiguos reflejaban lecturas bizantinas. Al final de un capítulo clave, escribió lo siguiente:

En vista de lo anterior, se concluye que los papiros proveen pruebas válidas que las lecturas claramente bizantinas no fueron creadas en el siglo cuarto, pero ya existían antes del final de la segunda; y que, debido a esto, las lecturas bizantinas merecen seria consideración. (p. 69)

 Una teoría que suena lógico

Una teoría consiste de enseñar que la lectura de la mayoría de los manuscritos es la lectura genuina. Esto puede sonar lógico a primera instancia, pero la complicación para los defensores del Texto Recibido es que hay pasajes que no tienen el respaldo de la mayoría de manuscritos griegos. Por ejemplo, si solo la lectura de la mayoría de los manuscritos es genuina, esto eliminaría algunos versículos enteros del Texto Recibido, tal como Lucas 17:36 y Hechos 8:37; 15:34; 24:7 sin mencionar porciones de diversos versículos. Algunos que enseñan esta teoría no revelan estas dificultades que afectan su teoría, y sin la mención de dificultades dicha teoría puede sonar muy convincente. Algunos insisten en referirse al Texto Recibido como el “Texto Mayoritario”, lo cual da la falsa impresión de que el Texto Recibido siempre sigue la lectura de la mayoría de los manuscritos.

Algunos no han sido cuidadosos en sus afirmaciones acerca del Texto Bizantino

Algunos en su afán por defender su posición han hecho declaraciones que no encuentran respaldo en la investigación objetiva más mínima de los manuscritos. Algunos cuantos probablemente no hicieron sus declaraciones con malicia, sino en ignorancia y simplemente repitieron lo que otros ignorantes han dicho acerca de los manuscritos.

Observe estos ejemplos (algunos no mencionan al Texto Bizantino por nombre, pero el contexto indica que a eso se refieren):

Más del 90 por ciento de más de 5.000 manuscritos griegos sobrevivientes están en firme acuerdo uno con el otro. Los únicos manuscritos existentes que difieren son esos textos corruptos y diabólicos que los traductores modernos introdujeron en la ecuación de manuscritos de la Biblia. (Bradley, Bill. Purified Seven Times. Claysburg, PA: Revival Fires! Publishing, 2000, p. 115)

…5.200 manuscritos que están en completo acuerdo. … La Biblia King James fue traducida del Texto Recibido, fielmente representando sobre 5.200 manuscritos que leen iguales. (DeVries, Edward. Divinely Inspired and Inerrantly Preserved. Lowell, FL: School of Biblical & Theological Studies, 2009, p. 47, 49)

Es llamado el Texto Recibido porque está basado en la mayoría de manuscritos, los cuales están todos en acuerdo. (Tabb, M.H. The Inspiration and Preservation of Scripture. Foundation Ministries: Fort Walton Beach, FL, 2010, p. 134)

La mera verdad es que el Texto Mayoritario fue Divinamente Inspirado y Divinamente Preservado palabra por palabra empezando con Moisés (1400 a.C.) a través de 3.000 años de transcripción exacta hasta la Biblia King James de 1611. Los “cambios” que los críticos distorsionan son revisiones ortográficas y litográficas. (Clark, Troy. The Perfect Bible. FBC Publications, p. 132)

Los miembros de la congregación solo usaban copias de la Palabra de Dios escrita originalmente. Estas copias fueron siempre las mismas que la primera escrita. Todas las palabras fueron preservadas por santos controlados por el Espíritu Santo en el proceso de copiar. Guió al copista para asegurarse de que no se perdiera ni se cambiara ni una jota ni una tilde de la escritura original… ¡Dios ordenó copias para el pueblo, no los originales! Dado que Dios mismo ordenó copias sólo para su pueblo, se hicieron copias, guiadas por el Espíritu Santo en el acto de copiar para que ninguna palabra se perdiera o cambiara en los ejemplares. ¡Dios nunca ha cambiado su patrón ni ha perdido su Palabra usándola! Esto es cierto porque Dios supervisa personalmente todo el proceso, del mismo modo que controlaba la escritura original. (Williams, H. Wayne. Does God have a Controversy with the King James Bible? Rapid City, SD: Lighthouse Baptist Press, 2004, pp. 10-11)

¡Una idea equivocada más completa de los hechos del caso casi no se puede imaginar! ¿Hubo transcripción exacta por miles de años hasta que se publicó la Biblia King James en inglés? ¿Inspiró Dios el Texto Mayoritario o cualquier copia tal como los manuscritos originales? La verdad es que lo que presentan estos autores es pura fantasía. Lo que nos dice la historia no concuerda con su versión de los hechos. Los que de ese modo escriben se olvidan de que están asumiendo el mismo punto que ellos están obligados a comprobar.

Ninguno de estos autores que afirman que los manuscritos mejores leen iguales dicen haber estudiado manuscritos, ni tampoco hacen referencia a los que han estudiado manuscritos para apoyar sus declaraciones. Ellos presumen todo, y no comprueban nada. La suposición de ellos no es sólo injustificada, arbitraria, sin fundamento, pero es refutada aún por defensores del Texto Bizantino que han estudiado el texto mismo de diversos manuscritos.

Hay varios escritores que favorecen el Texto Recibido y la KJV que han examinado el texto de manuscritos del Texto Bizantino y han llegado a la conclusión de que ciertamente tienen variaciones entre sí, y que el Texto Recibido no siempre sigue la lectura de la mayoría de manuscritos. Un ejemplo sería Kevin James, autor del libro The Corruption of the Word:

Hay algunas instancias en la King James, sin embargo, especialmente en el libro de Apocalipsis donde hay poco o aparentemente nada de apoyo para una lectura griega de la King James de ningún testigo griego o de ninguna traducción. También, a veces, solamente Álef y Códice B y sus aliados apoyan a la King James; casi todos los demás testigos griegos están en desacuerdo. … De hecho, uno de los [manuscritos] usados por Erasmo para su edición de 1516 es identificada como códice 1 y es el principal de la Familia 1, la cual con frecuencia concuerda con Álef, B, y sus aliados. (Kevin James, p. 179)

Para el libro de Apocalipsis, Erasmo se basó en un manuscrito griego con comentarios, además de versiones latinas. Hubo modificaciones en su texto realizado en sus ediciones posteriores, y las de Estéfano y Beza, pero el texto básico es de Erasmo. En comparación con otros libros del Nuevo Testamento, tiene algunas áreas donde los menos de 300 testigos griegos sobrevivientes ofrecen poco apoyo. La mayoría de estas son variaciones simples en el orden de las palabras, o confusión de letras con sonidos similares. (Kevin James, p. 238)

Desafortunadamente, algunos en su afán por promover la base textual del Texto Recibido aparentemente han suprimido datos (posiblemente no de forma intencional) que no favorecen su posición como hemos documentado. Sería difícil que una persona llegue a una posición equilibrada basada en una ilusión o información muy incompleta. Si tenemos confianza en una posición, no debemos temer los datos que no la favorecen, sino al contrario, debemos estar dispuesto a poner todos los datos en la mesa e invitar el diálogo.

¿Se parece el Texto Bizantino al Texto Recibido?

Permitamos que la evidencia conteste la pregunta. Algo que complica el asunto es que con frecuencia sorprendente los manuscritos bizantinos reflejan un texto mixto, en vez de ser enteramente bizantinos en sus características textuales desde el principio al fin de sus diversos manuscritos.

Por cierto, las ediciones del Texto Recibido se asemejan mucho más al Texto Bizantino que el Texto Alejandrino. Aunque el Texto Alejandrino tiende a ser más antiguo, en nuestra opinión hay razón por creer que el Texto Recibido está establecido sobre una mejor base, por apoyarse en el Texto Bizantino.

Una razón por no tratar al Texto Bizantino como igual al Textus Receptus es que hay diferencias notables. Por ejemplo, solo hay pocos manuscritos que contienen 1 Juan 5:7 y Hechos 8:37. No es considerado ser parte del Texto Bizantino, porque el Texto Bizantino se compone de la mayoría de los manuscritos. Aunque la evidencia para dichos versículos no es tan amplia, personalmente los acepto como posiblemente genuinos, aunque no son del Texto Bizantino y 1 Jn. 5:7 faltaba en las primeras dos ediciones del Textus Receptus de Erasmo.

El Textus Receptus no siempre existió desde tiempos apostólicos, porque no es la misma cosa que el Texto Bizantino. Si así fue, ¿por qué las traducciones antes del siglo 16 como las góticas, sirias, cópticas, etiopías, armenianas etc., demuestran diferencias entre sí y el Textus Receptus? He aquí un ejemplo. Lucas 2:22 es un versículo frecuentemente atacado en la Reina-Valera 1960. Pero como aparece en la 1960 es la lectura de la mayoría de los manuscritos, y es la lectura de la Peshita, el cóptico, el gótico, el Armeniano, el Etiope, y más. Pero todavía lo atacan.

Aunque los propulsores del Texto Crítico se inclinan más al Texto Alejandrino, cuando hay una duda acerca de la validez de una lectura se interesan en otras familias textuales, porque se cree que el respaldo de dos familias textuales o más le da más validez a un pasaje disputado.

El texto Bizantino ha sido el texto predominante a través de las edades.

Aunque aproximadamente el 80-90 por ciento de los manuscritos sobrevivientes pertenecen a la tradición Bizantina, hace falta tomar en cuenta varias cosas. No todos los 5,700 manuscritos han sido examinados y cotejados. Esto significa que en algunos casos el contenido textual solo se supone basado en una pequeña muestra de pasajes claves. Aunque haya 5,700 manuscritos, no significa que hay esa misma cantidad de manuscritos para examinar cada pasaje que se disputa. Muchos manuscritos son fragmentarios, y solo alrededor de 60 manuscritos contienen el Nuevo Testamento entero. Esto también significa que no todos los pasajes individuales disputados tendrán un 80-90 por ciento de respaldo en los manuscritos bizantinos.

El Texto Recibido se presenta por muchos de sus defensores como prácticamente igual al Texto Bizantino, aunque tienen aproximadamente 1800 diferencias entre sí. En cambio, aunque solo se ha reportado alrededor de 200 diferencias entre el Texto Recibido y la RV1960, hay los que insisten que la RV 1960 está basada en el texto crítico, o que no se debe decir que la RV1960 está basada en el Texto Recibido. Si seguiríamos esa línea de pensamiento, ¡no se podría decir que el Texto Recibido está basado en el Texto Bizantino, porque tiene 1800 diferencias! Este es otro ejemplo de cómo el movimiento en contra de la RV1960 tiende a imponer una doble moral. Si está bien decir que el Texto Recibido está basado en el Texto Bizantino, está más que bien decir que la RV1960 está basada en el Texto Recibido, cuando el número de diferencias es nueve veces menos en la RV1960.

Hay, por supuesto, algo obvio acerca de preferir testigos más antiguos que los posteriores, pero este principio tiene limitaciones graves. Empieza suponiendo que, puesto que los manuscritos más antiguos están más cerca a los autógrafos en tiempo, deben estar más cerca también en la calidad de su texto. Esta suposición es cuestionable. La historia de la transmisión del texto del Nuevo Testamento no se caracteriza por el continuo aumento de corrupción, sino por un esfuerzo concertado para eliminarla. Que este esfuerzo, que involucró asimismo la normalización ortográfica y estilística y la armonización de pasajes paralelos, a veces empeoró el asunto, es irrelevante. La corrupción principal del texto llegó muy temprano, antes o en el momento de nuestros primeros papiros del Nuevo Testamento fueron escritos. Las generaciones posteriores estaban preocupadas con la eliminación de las variantes en lugar de crear otras nuevas. (Wisse, Frederik. The Profile Method for Classifying and Evaluating Manuscript Evidence. Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1982, p. 135)

Wisse documentó donde Hort dijo “Todas las lecturas distintivamente sirias [bizantinas] deben ser inmediatamente rechazadas”. (p. 3) “Aland ve al Texto Bizantino como una unidad que, a pesar de sus diferencias internas y desarrollos, deben ser tratados como uno”. (p. 4) Wisse se quejó que la evidencia de manuscritos en los aparatos textuales de textos críticos son “altamente selectivos e incompletos”. (p. 5) “Cuando se compara con un gran número de minúsculos tardíos, el Texto Recibido está lejos de ser uniformemente bizantino”. (p. 23) Wisse también lamentó que el Texto Bizantino era considerado ser “absolutamente cero” en la crítica textual. (p. 26)

Eso en parte explica la ausencia de gran parte de 1 Juan 5:7 en sus primeras dos ediciones del Textus Receptus y la lectura “ellos” en Lucas 2:22 al igual que la 1960.

Otra evidencia en favor del Texto Bizantino es la cantidad de citas patrísticas. Véase Citas patrísticas en la crítica textual del Nuevo Testamento.

Preguntas acerca del Texto Bizantino

¿Por qué se dice que los manuscritos bizantinos no son los más antiguos?

Muchos de los manuscritos alejandrinos más antiguos proceden de Egipto, con un clima árido, que contribuyó a la conservación de los manuscritos en dicha área. Debido a las condiciones climáticas, los manuscritos griegos más antiguos prácticamente solo nos llegan desde Egipto. Por este período, por lo tanto, solo poseemos representantes de las ediciones egipcias del Nuevo Testamento. Aquí debemos tener en cuenta que Egipto no era la parte más floreciente de la iglesia en ese momento. Centros como Siria, Asia Menor, Grecia, Italia no nos han dejado manuscritos griegos de estos siglos. Veamos lo que otros han observado sobre el tema:

Todos nuestros manuscritos más antiguos derivan básicamente de Egipto. Esto se debe principalmente a la circunstancia de que el clima de Egipto favorece la preservación de textos antiguos de una manera que el clima del resto del mundo mediterráneo no lo hace. No hay una buena razón para suponer que los textos encontrados en Egipto nos dan una muestra adecuada de los textos del mismo período que se hubieran encontrado en otras partes del mundo. Con tal lógica se podría afirmar que probar la flora y fauna del valle del Nilo es conocer la flora y fauna de Grecia, o Turquía, o Italia. Por lo tanto, lo más probable es que el texto sobre el que descansan nuestras traducciones modernas es simplemente una forma egipcia muy temprana del texto cuya cercanía al original está abierta al debate. (Hodges, Zane C. «The Greek Text of the King James Version» Bibliotheca Sacra. Vol. 125 No. 500 (1968) p. 337)

Imagine que alguien dijera: en la Edad Media, principalmente se construyeron catedrales, pero en los tiempos modernos se están construyendo muchas iglesias pequeñas y sencillas. Esta afirmación parece completamente cierta cuando hoy miramos alrededor en las ciudades y pueblos. Sin embargo, estamos equivocados. Un error comprensible: muchas iglesias pequeñas de la Edad Media han desaparecido, y generalmente solo se restauraron las catedrales. Por lo tanto, puede surgir una gran falsificación histórica de la perspectiva con respecto a la historia de la construcción de iglesias. No podemos hacer una afirmación general sobre la construcción de iglesias en la Edad Media sobre la base de los materiales sobrevivientes. (Idea provista del libro El Antiguo Texto del Nuevo Testamento por Jakob Van Bruggen)

El descubrimiento de los papiros llevó a algunos críticos textuales a abogar por un énfasis indebido en las edades de los testigos, lo que resultó en una falta de equidad hacia las variantes no egipcias. Debido a que el clima egipcio permitió la preservación de papiro, los ejemplares más antiguos casi siempre serán copias de Egipto. Favorecer la variante con la atestación más antigua es, en muchos casos, favorecer la variante en el manuscrito que se almacenó en el clima más suave. Pero esto no es más razonable que favorecer las variantes de un manuscrito porque fue encontrado más cerca del ecuador que otros manuscritos. Ciertamente, cuando se evalúan dos variantes rivales, y la primera es atestiguada uniformemente en los primeros testigos, mientras que la segunda sólo se encuentra en testigos tardíos, el caso para el primero se mejora. Pero asignar valores a los testigos de acuerdo a sus edades sin tener en cuenta factores como el clima es introducir una falta de equidad en el análisis de uno. (Snapp, James. Equitable Eclecticism: The Future of New Testament Textual Criticism https://www.academia.edu)

Aparte de los papiros de Egipto, no hay mucha evidencia manuscrita del Nuevo Testamento para indicar qué textos se utilizaron en todo el imperio romano antes del año 400. La evidencia manuscrita disponible no es ni remotamente lo suficientemente extensa como para justificar declaraciones sobre las lecturas de la mayoría de los manuscritos en el segundo o tercer siglo, en puntos donde el testimonio de la evidencia existente es diverso. Presumir que la evidencia manuscrita de Egipto representa el texto que se usó en otros lugares es una presunción enorme. Para el año 235 más o menos, Orígenes declaró que los manuscritos estaban en desacuerdo entre sí. Eso es difícil de conciliar con la idea de que un Texto Alejandrino uniforme, o cualquier tipo de texto, era un texto estándar establecido en ese momento en una multitud de áreas no egipcias.
Hasta los años 300, los manuscritos del Nuevo Testamento estaban hechos de papiro, que se descompone en prácticamente todos los climas excepto en el clima de baja humedad de Egipto. Esto no es una presunción; es un hecho científico. La alta humedad era aún más sistemática y exhaustiva que los perseguidores romanos que destruyeron manuscritos cristianos durante la persecución de Diocleciano. (https://www.academia.edu/12547392/The_Text_of_Reasoned_Eclecticism_Is_It_Reasonable_and_Eclectic)

Aunque ha sido un proceso muy lento y muchos eruditos no han querido confesar que la crítica textual dominante por generaciones ha sido culpable de desvalorar manuscritos bizantinos, poco a poco más de ellos están admitiendo que el texto bizantino es más antiguo de lo que se ha venido enseñando y que es merecedor de más atención. Observe:

Las lecturas distintivamente bizantinas a menudo tienen raíces antiguas. Para los defensores bizantinos, esto es redundante ya que para ellos la tradición bizantina es la más antigua. Pero incluso entre sus oponentes, la investigación en las últimas décadas ha demostrado que cientos de lecturas específicas que han sido clasificadas en ocasiones como claramente bizantinas no son, digamos, fusiones secundarias o corrupciones que surgen de alguna recensión posterior, pero de hecho ya están atestiguadas por testigos que a menudo son un milenio más antiguo. Por ejemplo, P45, P46 y P66 comparten más de cien lecturas con la tradición bizantina contra los primeros mayúsculos y otros testigos cronológicamente anteriores como 02, 032, y algunas versiones contienen regularmente lo que luego se clasifica como variantes bizantinas. De hecho, las ediciones recientes de ECM para Hechos y las epístolas generales aceptan lecturas bizantinas contra los cuatro mayúsculos principales (01, 02, 03, 04) diez veces. De manera más reveladora, treinta y seis de las cincuenta y dos modificaciones recientes a Hechos en el ECM fueron específicamente en la dirección bizantina (aun si no exclusivamente bizantina). …
Tales hallazgos han llevado a varios académicos a argumentar que lo que luego se identifica como «bizantino» se desarrolló progresivamente con el tiempo; es decir, una multitud de lecturas bizantinas se remontan a los años 200, aunque la tradición bizantina madura o la forma de texto no se solidificó claramente hasta los años 900. Desde una perspectiva crítica del texto, entonces, el hecho de que “la [tradición] bizantina haya preservado la tradición del siglo II no preservada por los otros tipos de textos” indica que, al menos a veces, debe ser tratada como a la par con otros testigos y no descartado en el montón «tardío». De hecho, un creciente coro de voces de eruditos que de otro modo no forman parte del campo de prioridad bizantina admiten que el «sesgo negativo tenaz contra el texto mayoritario bizantino» necesita una «reevaluación», de modo que la tradición bizantina «es un testimonio importante al texto temprano». (Lanier, Gregory. “Dating Myths, part two.” Myths and Mistakes in New Testament Textual Criticism. Elijah Hixson and Peter J. Gurry, eds. Downers Grove, Ill: Intervarsity Press, 2019, pp. 116-117)

Basándonos en los manuscritos sobrevivientes, los códices bizantinos dominaron desde aproximadamente el cuarto o quinto siglo hasta el dieciséis, cuando ya se había inventado la imprenta. Esto representa más de mil años de dominio y continuidad, sin contar como el Texto Bizantino impactó al Texto Recibido y las traducciones de la reforma por cientos de años después. Durante esta etapa el texto bizantino no solo se convirtió en el texto dominante, sino el texto único. Hasta los promotores del texto alejandrino confiesan el dominio del texto bizantino por un período de más de mil años, si se incluye la continuidad hasta el descubrimiento de manuscritos que impactaron los textos críticos, tal como el Sinaítico en el siglo XIX. Observe esta cita del reconocido crítico textual Bruce Metzger:

Por tanto, a excepción de algún manuscrito ocasional que conservó una forma anterior de texto, durante el período comprendido entre aproximadamente el siglo VI o VII hasta la invención de la imprenta con tipos móviles (1450-56 d. C.), la forma bizantina de texto fue generalmente considerado como la forma de texto autorizada y fue el de mayor circulación y aceptación. (Metzger, Bruce. A Textual Commentary on the Greek New Testament. United Bible Societies, 1975, p. xx)

21 comentarios sobre “Una introduccion a los manuscritos griegos, Lección 6: El Texto Bizantino”

  1. Yo tengo una pregunta que puede resultar incluso ridicula : Cuales serian las razones teologicas, de doctrina e historicas por las cuales las Iglesias Protestantes no aceptan el Canon Biblico de la Septuaginta. Creo que la sencilla razon de que la Iglesia Primitiva, incluyendo al mismo Jesus hayan usado esta version biblica para evangelizer por los primeros 200 annos minimo de cristianismo, deberia ser element suficieente para que el Protestantismo olvidara muchisimos de los prejuicios que tienen contra las Iglesias Apostolicas [ Catolicismo, Ortodoxia, Iglesias Orientales no Calcedonianas, etc ] Todas esas Iglesias aceptan y usan la Septuaginta

    1. Su pregunta no es ridícula, es muy importante.
      Los católico-romanos tienen 7 libros más en el Antiguo Testamento, los llamados libros Apócrifos (oscuro) o Deuterocanónicos (segundo canon) por los católico-romanos, estos 7 libros los añaden porque la Septuaginta los incluía, pues fue uma traducción cultral no religiosa, Ptolomeo II que fue quien la encargó quería tener todos los librls, no la Palabra de Dios, por eso se añadió todos los escritos en hebreo en dicha traducción por igual. Los católico-romanos los aceptaron en el siglo XVI, en el concilio de Trento.
      Razones para rechazar los deuterocanónicos:
      -Los autores judíos no cristianos no aceptaron esos libros, como Flavio Josefo, Filón de Alejandría, no tenían por Palabra de Dios los Deuterocanónicos
      -El mismo traductor de la Biblia vulgata, Jerónimo de Estridón no los consideraba Palabra de Dios pero fue obligado a incluirlos de ahí su nombre dudoso (deuterocanónicos, segundo canon)
      -Estos mismos libros no dicen ser inspirados, los canónicos sí, los deutero canónicos no dan a entender que sean Palabra de Dios. Is 7:7, Jr 2:2, Ez 12:28 en ellos vemos como dicen ser Palabra de Dios, pero los deuterocanónicos nunca lo afirman, esa es otra razón.
      -Los Tárgumes, libros explicativos de las Sagradas Escrituras judíos pero no sobre estos en cuestión.
      -Nunca estuvieron en el Tanaj.
      -Nunca el Señor Jesucrito los cita, nunca.

      Los católico-romanos lo incluyeron por oposición al protestantismo en el siglo XVI, sin argumentos bíblicos.

    2. Y como tu avalas eso. Porque la pstuagina es una leyenda que no cuadra humanamente (eso si sabes la historia) y supongamos que es verdad, ¿cual septugina? La de tolomeo, la de alquilar, la teodosion, o la simaco, o la que tienen actual de orígenes??

  2. Siempre tuve muchas dudas acerca de El Texto Bizantino pero gracias sean dadoa a Dios porque el que busca , encuentra.
    Muy buen estudio, claro y preciso como a todos nos gusta.
    Muchas bendiciones y que el Señor siga poniendo sabiduría en todos sus hijos !

  3. Me parece muy interesante. Dios les bendiga por tan noble dedicación a la enseñanza y permitir así que el pueblo conozca y salga del desconocimiento de algunas temas.

    Quiero saber como obtener la serie completa. solo tengo esta clase No 5

  4. Encontré un comentario textual al nuevo testamento de Bruce M. Metzger. Publicado por Sociedades Bíblicas Unidades, donde califica al texto bizantino como corrupto.

    ¿Cual es la base para que se tenga esta calificación del Bizantino? y ¿Cual es la importancia de las traducciones armenianas, coptas?

    Bendiciones y gracias por esta exposición tan clara

    1. Gracias por compartir su pregunta. Lo que escribe Metzger es su opinión, la cual no comparto. Hay muchos de ambos lados de este tema que presentan sus meras opiniones como si fueran hechos establecidos. Es probable que Metzger favorece los manuscritos alejandrinos porque tienden a ser más antiguos, pero hay que tomar en cuanta que los del texto bizantino son más numerosos, e históricamente han sido los más favorecidos a través de las edades de la iglesia, hasta tiempos más recientes.

    1. Los textos bizantinos son manuscritos escritos a mano, la gran mayoría antes de inventarse la imprenta. Por tanto dichos manuscritos existen en museos y bibliotecas de prestigio. Algunos libros reproducen porciones. Hay grupos que han cotejado todo lo que lograron descubrir de los textos bizantinos y han publicado el texto que más se acerca a lo que lograron descubrir. Uno de los grupos tiene disponible su edición digital del texto griego basado en la plataforma bizantina aquí: http://www.byztxt.com/download/BYZ05CCT.ZIP

  5. Gracia y Paz.

    En primer lugar, es clave distinguir entre el concepto «manuscritos más antiguos» y «lecturas más antiguas».

    La crítica textual moderna favorece a los manuscritos más antiguos, privilegiando los textos alejandrinos. Sin embargo, la lectura más antigua es la que favorece a la familia de textos bizantinos. Desde los primeros siglos las herejías han intentado principalmente atacar la cristología bíblica (como la Trinidad y la deidad de Cristo), precisamente mucho material (copias) influenciado por los herejes se desarrollaron en Alejandría, motivo por el cual los defensores de la sana doctrina acostumbraban a rechazar los textos bizantinos por riesgo a encontrar material corrupto. Con el paso del tiempo, las copias bizantinas fueron transcribiéndose en manuscritos nuevos, y posiblemente fueron descartados los antiguos, pues era más importante la lectura antigua, confiando más en la obra de Dios de preservar las escrituras para su Pueblo en la historia que en la antigüedad de los manuscritos, independiente del contenido, contrario al razonamiento de los críticos modernos.

    Hablo de lectura antigua, porque existen textos de padres de la iglesia que explícita o implícitamente han citado textos propios del texto bizantino, aún cuando no se cuente con manuscritos de la época (especialmente el tema de la coma juanina para la defensa de la doctrina de la Trinidad).

    Puede que no sean muy distantes ambas familias de textos, pero el origen y los criterios (dogmáticos-doctrinales vs. científico-humanistas) hacen inclinarme más por las lecturas antiguas (doctrina) que por los manuscritos más antiguos que ha hallado la arqueología y la lingüística ha determinado qué va, qué no va, qué es espúreo, etc. Hay mucho más que profundizar en este punto (por ejemplo, las implicancias del criterio de los críticus textuales para favorecer variantes más «neutrales» doctrinalmente, siendo la Biblia en sí un libro de doctrina).

  6. Estimados hermanos en Cristo, sabemos que a quien honramos y deberíamos amar es a nuestro Señor y su Espíritu Santo nos guiará, enseñará y guardara de todo error a su Palabra y a nosotros que tenemos a él y a su Espíritu dentro de nosotros y sellados para siempre. El nos guiará a la verdad. Jn.15:3 El Señor les bendiga. Amén.

  7. Es muy imprescindible, notar todos los manos escritos originales, y aplicar las reglas de interpretación gramatical, son las traducciones bíblicas, donde se altera y falsifican la mayoría, de los manos escritos originales, tanto en el bizantino, la septuaginta, la crítica seria , como estamos revisando, los manos escritos originales, siempre existen preferencias, inclinaciones y favoritismos, e ideas preconcebidas, y formaciones en la imaginación del hombre, para establecer la crítica a los manos escritos originales, más bien, no podemos obviar, que en la traducción al lenguaje nuestro, viene la manipulación del texto, usando los artículos defenidos, y los sustantivos, sin aplicar las reglas de la gramática, como todas las traducciones bíblicas, lo emiten hoy día. Es importante reconocer la labor de la traducción, cuando realmente resalte una imparcialidad total, traducir de los manos escritos originales, sin conocer las reglas de la gramática, o más bien, imponer tendencias o influencias, de conceptos teológicos, y manipular al lector, con ideas preconcebidas, y sin usar, todas reglas de la gramática, tanto, en etimología, morfología, fonología, todas estas ramas de la lingüística, muchos de los lectores y apologistas, teólogos, ect. Tienden en buscar, un mano escrito, que tenga credibilidad, y sea totalmente confiable, pero siempre existe la exigencia, de personas formadas y influenciadas, por conceptos de su preferencia, todos los manos escritos originales, han sido criticados durante toda la historia bíblica. Dios bendiga grandemente, a los lectores y analíticos del tema, la justicia De Dios. Siempre predomina, cuando hacemos todas las cosas sin parcialidad. Amén

  8. Gracias por su exhaustivo trabajo de recopilación de tanta información, cada articulo suyo es una obra bibliográfica.
    Pude hablar con el dr. Robinson, quien muy amablemente me respondió por correo electrónico,el Texto Bizantino tiene una estabilidad textual desde hace siglos y es matemáticamente imposible que sufra algun cambio considerable, pues su análisis es fruto de décadas de investigación que reitero coinciden con la mayoría de las citas patrístucas (un 60% me dijo) antes del concilio se Nicea del 325 dC , y por la mayoría de los testigos bizantinos, algunos muy muy antiguos.
    Personalmente y con justificación, no por opinión creo que el texto Bizantino es el te to preservado y el que más se asemeja a los Autógrafos, en un 99% sino más, pues el texto crítico ha ido cambiando y lo seguirá haciendo en sus respectivas ediciones.
    Sin embargo, el hecho la altísima semejanza del Texto Bizantino con el textus receptus o versiones tradicionales a lo largo de la historia de la Iglesia al rededor del mundo da que pensar, no es un texto nuevo, es El Texto.

    Adjunto un artículo que muestra como el texto bizantino era más semejante al que tenemos hoy en el siglo V que en el VII y como se fue restaurando y que no se ha ido acercando sino que ya era en un tiempo lejano muy próximo al nuestro y que cuando se desviaba se corregía, lo que demuestra los remotos casos de adulteración, más preservados que estos ningunos.
    Y por último recomiendo la lectura, «The case of the byzantine priority», el caso de la prioridad bizantina donde el dr. Robinson expone el metódo de su » The New Testamente in the original greek, Byzantine Textform «. La edición de 2005 y 2018 estan en pdf gratuitas, y son el mejor testimonio de las Escrituras.

    https://truthinmydays.com/is-the-byzantine-text-the-result-of-a-long-process-of-development-and-standardization-an-examination-of-klaus-wachtels-text-critical-model/

    https://pdfroom.com/books/the-new-testament-in-the-original-greek-greek-edition/8Pe5xpXP5nN

  9. En algunos comentarios sobre texto y textología, escucho frecuentemente hablar de una familia de manuscritos griegos: «La familia 35» que en opinión de quien la refiere, es la familia de manuscritos más confiable a la hora de sanjar dudas o requerir aclaraciones de textos discutidos o dudosos. De manera frecuente, se da a entender que finalmente, el texto correcto es el que aparece en la llamada «Familia 35». Quisiera saber qué es dicha familia y en que consiste su pretendida veracidad a la hora de aclarar dudas textuales. Gracias.

    1. Hola Roberto. Gracias por su aportación. Tengo el libro del autor que promueve la familia 35. Escribí algo breve del asunto que aparece a continuación:

      En años recientes Pickering se ha dedicado al estudio de una categoría de manuscritos entre el Texto Bizantino. Él comparte su investigación en su libro publicado en 2018, God Has Preserved His Text! Creo que su investigación de una subfamilia dentro de los manuscritos bizantinos que él llama F35 (para reemplazar el término Kr de Von Soden) es sumamente interesante. Pickering documenta que F35 (que representa el 16% de los manuscritos sobrevivientes) mantiene una similitud entre sí y una precisión al haberse copiado que supera todos los demás subgrupos de manuscritos. Pero creo que ha caído en el error de confiar de forma excesiva en sus propias investigaciones, hasta el punto que ha declarado en el libro anteriormente mencionado, “Afirmo que Dios usó la familia 35 para preservar la lectura original precisa del texto del Nuevo Testamento; se reproduce en mi edición del texto griego” (p. 56). Y efectivamente, ha producido un Nuevo Testamento griego utilizando las conclusiones de sus investigaciones de la “Familia 35”.
      Algo que es notablemente ausente son las recomendaciones de sus investigaciones y su texto griego basado en F35 por otros que son capacitados para revisarlo con seriedad. A veces Pickering es muy apresurado en juzgar los motivos de aquellos con quienes no está de acuerdo. Aunque recomiendo sus escritos a los que desean estudiar más el texto de los manuscritos bizantinos, no estoy respaldando sus conclusiones finales ni su texto griego como probado y establecido. Aún si uno no está totalmente de acuerdo, es bueno ver los escritos y análisis de los que no son partidarios del texto crítico, porque ofrece una perspectiva nueva y puede tener el efecto de proveer retos a los que piensan que sus posturas críticas son irrefutables o la única opción. (https://www.literaturabautista.com/escritores-que-han-aportado-al-estudio-de-manuscritos-bizantinos/)

      Si tiene alguna pregunta más específica acerca del asunto es posible que le pueda orientar, dado que tengo el libro en que Pickering promueve la familia 35 y su NT griego basado en dicha familia. No lo estoy promoviendo por motivos que he explicado, pero me parece una propuesta muy interesante.

  10. Muy buenas Dios les bendiga
    Quisiera por favor me ayudarán con esta inquietud:
    ¿ es cierto que los manuscritos griegos bizantino NT es del siglo V?
    Y es cierto que el texto griego sinaitico es el más completo de todos los manuscritos griegos?

    Agradecería me ayudarán con esa información.

    1. Saludos cordiales.

      Ud. escribió:

      Y es cierto que el texto griego sinaitico es el más completo de todos los manuscritos griegos?

      La respuesta es sí y no. Sí, en el sentido de que el manuscrito sinaítico es completo, en que contiene los 27 libros del NT. No, en el sentido que no es el único manuscrito completo. 60 manuscritos contienen el Nuevo Testamento entero. El número asciende a 209 si se incluye los manuscritos que tan sólo les falta el libro de Apocalipsis. Puede leer más acerca de este manuscrito aquí: https://www.literaturabautista.com/la-historia-del-texto-recibido-y-los-manuscritos-griegos-leccion-4-el-texto-alejandrino/#el-codice-sinaitico

      Ud. escribió:

      ¿es cierto que los manuscritos griegos bizantino NT es del siglo V?

      En cuanto a la edad los manuscritos físicos bizantinos más antiguos sí, en cuanto a su texto, no.

      Hay bastante evidencia externa que apunta hacia un texto bizantino anterior a la época de los manuscritos bizantinos más antiguos hallados hasta hoy. Por ejemplo, hay varias citas bíblicas de Crisóstomo (347-407 d. C.) que siguen el texto bizantino. Los críticos textuales lo descartan como mera coincidencia, como se puede notar en la siguiente cita:

      Sin embargo, los Alands contestan (1) que el canon del NT no se estableció antes del siglo IV, lo que hace que la fecha de Gregorio del siglo II sea imposible y la fecha del siglo IV sea dudosa; (2) que los textos de los sermones de Crisóstomo a menudo coinciden con el sistema leccionario bizantino se debe a la coincidencia; (Osburn, Carroll. «The Greek Lectionaries of the New Testament» The Text of the New Testament in Contemporary Research. Ed. Michael Holmes and Bart Ehrman. Leiden: Brill, 2013, p. 97)

      El profesor Harry Sturz (1916-1989) en su libro The Byzantine Text-Type and New Testament Textual Criticism presentó evidencia con lucidez de que varios papiros antiguos reflejaban lecturas bizantinas antes del fin del segundo siglo, lo cual dejó invalidado un elemento importante de la teoría textual de Wescott y Hort.

      Lo que menciono es tan solo un par de ejemplos. Puede observar más en mi artículo https://www.literaturabautista.com/critica-de-la-critica-textual/ (especialmente bajo el encabezamiento «Una obsesión con la edad de los manuscritos que ensombrece otras consideraciones válidas»)

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