Salmo 40:4

Intro.

Yo doy gracias que puedo poner confianza en Dios. Yo no puedo mirar con favor a los que mienten.  La gente que me miente no merece mi confianza ni mi respeto.  Yo amo a cada uno de ustedes pero cuando me mienten me da mucha pena.

Vamos a mirar a la maldad de la mentira.  Así ustedes van a saber porque me da tanta pena y porque es una maldad terrible cuando ustedes lo hacen.

I. Porque Dios aborrece el mentiroso.

A. Salmo 101:7
B. Salmo 63:11
C. Prov. 12:22
D. Prov. 6:16-17
E. Es imposible agradecer a Dios por medio de una mentira.

1) Sirve únicamente para enojar a Dios.
2) No hay ninguna manera de usar una mentira en la obra del Señor.

II. Porque un hombre recto y bueno aborrece la mentira.

A. Prov. 30:7-8
B. Prov. 13:5
C. Salmo 119:163

III. Porque debemos imitar a nuestro Padre Dios.

A. Efesios 5:1
B.  Dios no puede mentir.

1) Heb. 6:18
2) Num. 23:19
3) Cuando mentimos no estamos imitando a Dios.

C. Satanás es el padre de mentiras.  Juan 8:44

1) La mentira tiene su origen en Satanás.
2) La primera mentira fue por parte de Satanás.  Gen. 3:4-5
3) El mentiroso imita a Satanás.

IV. Porque la mentira trae angustia y dolor a los demás.

A. Ezeq. 13:22
B. Isa. 32:7
C. Con la mentira hacemos más daño que bien.

V. Porque una nación o raza humana malvada es un pueblo mentiroso.  Tito 1:12
VI. Porque los mentirosos tendrán parte en el lago de fuego. Apoc. 21:8

Concl.

¿Cómo puede usted mentir tan ligeramente?  Para algunos, la mentira es tanto su costumbre que lo hacen casi sin darse cuenta.  Dios puede darle la victoria.  Al aceptar a Cristo como mi Salvador, el hablar con malas palabras era mi costumbre.  Dios me libró.  Él puede hacer lo mismo para aquel que habla mentiras.  Hay que verlo como la cosa malvada que realmente es.  Hay que confesarlo como un pecado y pedir el perdón de Dios.  Hay que orar a Dios para que él le dé la victoria.