¿Qué es una iglesia bautista?

Una iglesia según el Evangelio es un cuerpo organizado de creyentes bautizados, iguales entre sí en categoría y privilegios, los cuales dirigen sus propios asuntos bajo la supremacía de Cristo, viven ligados por la creencia de lo que él enseñó y de acuerdo los unos con los otros para cumplir lo que él dispuso y cooperar en común con otros cuerpos análogos en las labores del reino de Dios.

Analicemos esta definición.

I. Es un cuerpo organizado

Una iglesia no es un tropel o masa confusa de personas. Tampoco es una mera agrupación; es algo más que todo eso.

Juan el Bautista predicó a grandes multitudes y muchos de sus oyentes acataron sus enseñanzas, pero nunca llegaron a constituir una iglesia, sino que continuaron sin darse ninguna organización.

Con dos discípulos de Juan y algunos otros que después le siguieron, Jesús dio comienzo a la primera iglesia cristiana, elaborando el material mediante una organización.

Esta organización la perfeccionó más tarde, revistiéndola de poder el día de Pentecostés.

En las iglesias que Pablo organizó había pastores y diáconos, que las dirigían en los asuntos espirituales y temporales.

El edificio no es esencial para la existencia de una iglesia, pero lo es la organización. El edificio es conveniente; la organización, indispensable.

Después de haberse reunido un grupo de personas para constituirse en iglesia, lo primero que hacen es adoptar ciertos principios que vienen a ser los vínculos que los unen y gobiernan. Luego eligen sus funcionarios, lo cual, a la vez que perfecciona la organización, promueve la eficiencia.

II. Es un cuerpo de creyentes bautizados

La palabra griega baptizo no fue traducida en la antigua versión del rey Jacobo ni en las modernas revisadas (*), sino que fue transcripta, anglizada. De haberse traducido, habría sido necesario verterla por sumergir, como se hizo en el Nuevo Testamento de la Unión Bíblica.

El significado de la palabra, la descripción del modo de administrar el rito, el simbolismo del mismo y la práctica uniforme de los primeros Padres nos están diciendo al unísono que la inmersión, y únicamente la inmersión, es la forma del bautismo cristiano.

Este bautismo es para creyentes, esto es, para aquellos que han ejercitado la fe salvadora en Cristo Jesús.

Juan el Bautista exigía a los que venían a su bautismo un cambio de corazón antes de bautizarlos. Y Jesús dispuso que el discipulado precediese al bautismo. Por eso leemos en Los Hechos 2:41, «que aquellos que recibieron alegremente su palabra fueron bautizados» por Pedro y sus cooperadores.

Felipe tampoco bautizó al eunuco sin cerciorarse de antemano si había o no creído; y a los convertidos de Pablo, incluso las casas enteras que él ganó y bautizó, se les cuenta como creyentes. De lo que resulta que el bautismo, según el Nuevo Testamento, siempre era conferido, sin una sola excepción, previa profesión de fe. En todos los ejemplos registrados, la fe siempre figura precediendo al bautismo, a la cual sigue éste inmediatamente.

Esta doctrina excluye, desde luego, a los párvulos, por su incapacidad para ejercitar la fe; excluye asimismo al inconverso, por no reunir los requisitos requeridos para el bautismo; pero, en cambio, incluye a todo aquel que cree en el Señor Jesucristo, lo acepta por su personal Salvador y sobrepone a todo interés individual el solemne deber de obedecerle.

III. Es un cuerpo de miembros iguales en categoría y privilegios

Las clases gobernantes son desconocidas en una iglesia evangélica. Esta costumbre, que existía entre los gentiles, fue reprobada por Jesús con estas palabras dichas a los suyos: «Más entre vosotros no será así».

Los funcionarios de la iglesia se eligen para que ejerzan de ministros, y no de dictadores; para que dirijan a la grey, y no para que se enseñoreen de ella.

En el seno de una iglesia bautista nadie goza de más influencia que otro, a no ser que, por sus prendas de carácter y servicios, alguien llegue a captarse la confianza de sus hermanos. De ahí que esta influencia sobre los demás tenga carácter moral más bien que oficial.

Aun el propio pastor, a quien el Espíritu Santo ha constituido como sobreveedor en la Iglesia, no puede excluir del seno de la misma al miembro más ínfimo de ella. Porque, como miembro de la Iglesia local, su rango es exactamente igual al de cualquier otro miembro.

Sí; las prerrogativas de los miembros de una iglesia son iguales para todos; pero esto es una realidad únicamente en una iglesia bautista.

En efecto, ninguna otra denominación (ni aun el Estado) concede el derecho del voto a todos por igual: al joven y al anciano, al rico y al pobre, al hombre y a la mujer.

Por esto mismo una iglesia bautista es una verdadera democracia; mejor dicho, es la única democracia que en realidad existe en el mundo. Es natural, pues, que estos privilegios estén acompañados, como sucede con todo privilegio, de la correspondiente sanción para quienquiera que abuse de ellos.

Las democracias corren sus peligros, sin embargo, ellos difieren de aquellos a que están expuestos otros sistemas de gobierno. Felizmente, la salvaguardia de las iglesias bautistas está en las conciencias ilustradas de sus miembros.

IV. Es un cuerpo que administra sus propios asuntos bajo la supremacía de Cristo

Esto quiere decir que una iglesia bautista se gobierna a sí misma.

Esta forma de gobierno se llama congregacional, para distinguirla de la papal, episcopal, o presbiteriana.

Posee plenos poderes, tanto administrativos como judiciales; de lo que resulta que de sus decisiones no hay apelación posible, porque es juez en primera instancia y a la vez corte suprema. Sin embargo, carece de poderes legislativos, por cuanto Cristo es el único legislador, y el Nuevo Testamento, la ley: «Cristo es la cabeza en todas las cosas en la Iglesia».

El derecho por el cual han luchado las pequeñas nacionalidades y los pueblos sometidos a las grandes potencias, de decidir por sí mismos acerca de su sistema de gobierno y funcionarios, ha sido siempre un principio fundamental adoptado por las iglesias bautistas desde muy al comienzo de la historia del cristianismo.

Este derecho, incluido en la Liga de las Naciones, ya estaba consignado en el Nuevo Testamento y ha sido observado como norma de conducta por cada iglesia bautista desde aquel entonces.

V. Es un cuerpo cuyos miembros viven ligados por la creencia de lo que Cristo enseñó

Esto es lo que se llama la fe común, equivalente a «la fe transmitida una vez a los santos».

Dentro de ella se hallan comprendidas doctrinas tales como : la naturaleza pecaminosa del hombre y su incapacidad para salvarse a sí mismo; la deidad de Cristo y su carácter de Salvador, como Dios hecho hombre para expiar el pecado y reconciliar al hombre con Dios; la liberación del pecador de la pena y del dominio del pecado en virtud de su arrepentimiento para con Dios, y de su fe en el Señor Jesucristo; la capacidad y promesa de Cristo de guardar a los salvados; los dos ritos (bautismo y cena del Señor) en su correspondiente orden y significación; la iglesia cual pura, espiritual y democrática congregación; un cielo donde los salvados estarán sempiternamente glorificando a Dios y donde gozarán de la más acendrada bienaventuranza, y un infierno de eterna desdicha y de inmitigables penas para los impenitentes.

Hay asociaciones bautistas, sin embargo, como los titulados Cristianos, que no sostienen todos estos principios; pero ellos no constituyen propiamente una iglesia. Pueden considerarse como formando parte del reino de Dios, pero no iglesia. No queremos con esto, erigirnos en jueces de su religión. Sólo queremos dejar constancia de que en nuestra rama eclesiástica nos adherimos al Nuevo Testamento.

Por lo dicho se comprende fácilmente que un miembro concienzudo de una iglesia bautista jamás podrá unirse a un cuerpo que repudia las doctrinas precedentes, salvo que su conciencia se haya atrofiado.

También se concibe por ello que no puede establecerse la «unión orgánica eclesiástica» ni el «intercambio de miembros» con tales agrupaciones, ni la comunión abierta «hasta que todos vengan a la unidad de la fe.» «¿Podrán andar dos juntos si no estuvieran de acuerdo?»

VI. Es un cuerpo cuyos miembros están de acuerdo para cumplir lo que él dispuso

Aquí, a manera de resumen doctrinal, nos atendremos a los hechos.

El mandato (reiterado, terminante e inequívoco) de Jesús fue de ir, evangelizar, bautizar y enseñar. Omitir el «haced discípulos en todas las naciones», equivale a desentendernos por completo de tal comisión. Cualquiera que tal hace, rompe su compañerismo con los genuinos bautistas y reniega de Cristo.

De lo precedente se infiere que una iglesia bautista es característicamente misionera. El mandamiento de Cristo es la orden de marcha para ella; orden que aun está en viaje, puesto que nunca ha sido anulada; su armadura se compone de la panoplia espiritual de Efesios 6: 11-17, y su objetivo es ir hasta los fines de la tierra.

Este principio debiera de ser inculcado a todo aquel que quiere unirse a una iglesia bautista.

Con harta frecuencia los miembros son recibidos y descuidados hasta el punto de llegar a ser necesaria una fuerte sacudida para despertarlos e interesarlos en el esfuerzo misionero; una sacudida como la persecución que esparció a la Iglesia de Jerusalén.

Hay algunos, sin embargo, que nunca despiertan a la piedad. Estos son los zánganos de la colmena misionera; los muertos no llorados por la Iglesia que van a ceñir una corona sin estrellas. Aunque sus almas lleguen a ser salvadas, sus obras perecerán. Pertenecen al número de aquellos que «se salvarán así como a través del fuego.» (1a Corintios 3:15.)

Sin duda que Jesús está diciendo a más de un archiortodoxo bautista: «No todo el que me dice, Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos». «¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que os digo?»

VII. Es un cuerpo que coopera en común con otros cuerpos análogos en las labores del reino de Dios

Hay un proverbio que dice: «Los pájaros del mismo plumaje anidan juntos en el mismo paraje». Es decir, que todo ser viviente busca la compañía de su igual.

Este mismo principio rige en la formación y crecimiento de una iglesia, como también debiera de regir en la cooperación de las iglesias entre sí.

Esta ley preside igualmente en la preservación y propagación de los animales y plantas. Los seres que andan en grupos o crecen en matas, brotando o avanzando en tropel y, desalojando á otros, se posesionan del terreno. He aquí una hermosa lección para los bautistas… Pablo elogió, y con razón, a las iglesias de Macedonia por su buena voluntad para ayudar a otros. Aquellas iglesias designaron y sostuvieron a unos cuantos de sus miembros para que acompañasen al apóstol en sus viajes; y de esta suerte ellas se constituyeron en cooperadoras de su benéfica obra.

La tarea de alimentar a millares de creyentes pobres de Jerusalén fue igualmente grande para alguna iglesia, aún en el caso de que esa iglesia fuese la generosa de Antioquía, compuesta de conversos gentiles.

La magnitud de aquella empresa constituía un desafío. Pero el espíritu de servicio respondió al reto con un esfuerzo combinado.

Hasta el presente, las iglesias bautistas en conjunto, aun no han podido alcanzar en la carrera a aquellas iglesias primitivas. Pocas como eran, su concertado avance hizo que el mundo se estremeciese.

¡Oh, que la gracia y la sabiduría nos unan y nos conserven siempre así, a fin de que el poder y el reino lleguen a pertenecernos!

(*) Otro tanto puede decirse de las versiones españolas en general.—Nota del traductor.

EL ATALAYA BAUTISTA

TOMO VI, NUMERO 25  JUNIO 17 DE 1920

8 comentarios sobre “¿Qué es una iglesia bautista?”

  1. Dios les bendiga poderosamente, que el amor eterno de mi Señor Jesucristo le cobija en pleno; aunque no tengo mucho conocimiento de la doctrina bautista, me parece interesante lo leído en sus comentarios. que Dios les bendiga

  2. Recién encuentro su página y observo que es interesante y didáctica en las explicaciones, soy un bebe en Cristo y por esos caminos misteriosos que otorga el Señor me he conectado con Ustedes. Estuve buscando una respuesta sobre los dos Juan que existen en la Biblia y encuentro la explicación sobre ¿qué es una Iglesia Cristiana? Cabe también decir, que la otra inquietud que tengo es conocer sobre una Iglesia Bautista. Congrego en la Iglesia Evangélica Libre «El Redentor (Surco) Perú., ojalá logre enlazarme con Ustedes. En síntesis deseo conocer una Iglesia Bautista en el Distrito de Surco – Lima – Perú

  3. Estimados hermanos yo tengo una inquietud que Dios quiera uds. me la resuelvan resulta que soy miembro de una iglesia biblica bautista en lima de la cual tengo el cargo de pro-tesorera de la iglesia y la presidenta y secretaria tambien son mujeres es correcto y que grado de error hay en ello, encontre esta pagina y si el Señor la puso en mis ojos es por voluntad de el para que tenga mas conocimiento sobre cosas que aun ignoro. Gracias Dios los bendiga.

  4. hola
    cual es la opinion de la iglesia bautista de Las apariciones de la virgen Maria..especial al apostol Santiago en Espana?
    gracias

  5. Soy cristiano ortodóxo autodidácta.He llegado acá de casualidad y leyendo su publicación,diría que TAMBIEN SOY BAUTISTA POR MI HACER Y DECIR CON RESPECTO A DIOS,A JESUCRISTO Y A JUAN EL BAUTISTA.Me identifico con ustedes hermanos bautistas:BENDICIONES.
    Saludos desde LIMA-PERU

  6. Amados hermanos bautistas, mi pregunta es, que lugar tiene en su iglesia el Espíritu Santo??
    Ya que Jesús fue concebido por el E. Santo, el E.S. Se manifestó en el bautismo de Jesús en forma de paloma y Jesús fue llevado al desierto por el ES, luego salió del desierto en el poder del E.S y dice que hizo todos los milagros y predicaba por el poder del E. Santo (Mateo 12:28) y dijo a sus discípulos que no salgan de Jerusalén hasta no haber sido embestidos por el bautismo del Espíritu Santo??

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