El pecado de Moisés y sus consecuencias

Números 20:1-13

“El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra” (Jn. 8:7). “No juzguéis, para que no seáis juzgados” (Mat. 7:1). Las tribulaciones parecen llegar en multitudes. En este capítulo se registran tres eventos tristes: 1, La muerte de Miriam (Num. 20:1). 2, La transgresión de Moisés (Num. 20:12). 3, El despojo de Aarón (Num. 20:28). Son tres resultados de la incredulidad. Con respecto a Moisés veremos:

I. Las circunstancias relacionadas con su pecado

1. El lugar. De regreso a Cades, donde habían estado treinta y nueve años antes, cuando enviaron espías a la tierra, y muchos dudaron y trajeron sobre ellos la condena de vagar por cuarenta años. Tenga cuidado con los viejos pecados y lugares desérticas en su experiencia.
2. La condición del pueblo. Descontentos y lleno de murmuración. “Habló el pueblo contra Moisés” y murmuraron contra la providencia de Dios (Num. 20:3-5). Esto siempre es una fuente de prueba intensa para el fiel hombre de Dios.
3. La humildad de Moisés. “Moisés y Aarón…se postraron sobre sus rostros” (Num. 20:6). No como ante el pueblo, sino ante el Señor, y su gloria apareció, y un camino de liberación fue revelada. “Les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación” (Num. 20:8). Moisés no podía hacer el agua, pero a su orden habría de venir.

II. La naturaleza de su pecado

“Hablad a la peña” (Num. 20:8). Esta fue su comisión, pero en lugar de hablar, golpeó la roca dos veces (Num. 20:11). Cuando el agua iba a ser extraída de la roca la primera vez, Dios le ordenó a Moisés que golpeara la roca (Éxodo 17:8). “La roca era Cristo” (1 Corintios 10:4) y, por lo tanto, en el propósito de Dios, él solo podía ser golpeado una vez. “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados” (1 Ped. 3:18). Más bendiciones o nuevos derramamientos de su plenitud vienen por solicitación: “Hablad a la peña” (Num. 20:8). Aquí tenemos una evidencia incidental del cuidado de Jehová con las cosas que eran tipos de su Hijo venidero. La enseñanza de la tipología es la enseñanza del Espíritu Santo. Estas cosas “se han de discernir espiritualmente” (1 Cor. 2:14).

En este pecado del siervo de Dios había:

1. Desobediencia. Dios dijo “hablad”, pero él “golpeó”, y eso dos veces, como si hubiera impaciencia también en el acto. Quizás se dejó guiar más por su experiencia pasada que por la frescura de la Palabra de Dios. Esto siempre es un peligro para los siervos de Cristo. Los medios utilizados y bendecidos ayer pueden que no sean los medios designados por Dios para hoy. Espera en el Señor. “Espera en Jehová, y guarda su camino, y él te exaltará para heredar la tierra; Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás” (Sal. 37:34).
2. Pasión egoísta. “¡Oíd ahora, rebeldes!” (Num. 20:10). Es bastante cierto que eran rebeldes, pero llamarlos con tal nombre en estas circunstancias no mejoró las cosas. Su espíritu fue provocado, de modo que habló de forma imprudente con sus labios. “También le irritaron en las aguas de Meriba; Y le fue mal a Moisés por causa de ellos, porque hicieron rebelar a su espíritu, y habló precipitadamente con sus labios” (Sal. 106:32-33). Los mejores hombres al fin y al cabo son meros hombres. El hecho de ser el hombre más manso de la tierra (Num. 12:3) no era suficiente contra el orgullo. “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga” (1 Cor. 10:12).
3. Presunción. “¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?” (Num. 20:10). Es muy triste para Dios cuando buscamos nuestra propia gloria mientras hacemos su obra. Note lo diferente que era con Pedro y Juan en relación con la curación del hombre cojo mencionado en Hechos 3:12. ¿Quieres que yo te muestre el camino de la salvación?”, le preguntó un predicador a un alma ansiosa. Tales énfasis en el yo pueden ser magnificados por el buscador de tal modo que oculta el Maestro. “Separados de mí nada podéis hacer” (Jn. 15:5). El Espíritu es el que vivifica.

Hay dos cosas que no debemos olvidarnos al tratar con el pecado de Moisés:

A. Que él mismo nos lo cuenta. No busca ocultar de los ojos de los demás sus propios defectos. Se registra para la gloria de Dios y para nuestro bien.
B. Que su fracaso por la incredulidad (Num. 20:12) no alteró la fidelidad de Dios. “Y salieron muchas aguas” (Num. 20:11). La incredulidad de algunos no hace que la fe de Dios no tenga efecto. Como cristianos todos nosotros no llegamos a lo que podríamos ser, pero él permanece fiel. ¡Bendecid su nombre!

III. El fruto de su pecado

1. Deshonró al Señor. “Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel” (Num. 20:12). El nombre del Señor es profanado por la incredulidad y los actos de gloria propia de su pueblo. “Seré santificado en vosotros a los ojos de las naciones” (Ezequiel 20:41).
2. Le descalificó de la posesión prometida. “Por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado” (Num. 20:12). Siervo de Dios, un pecado puede excluirte del disfrute de un gran privilegio, una nube pequeña puede esconder de tu mirada todo el azul del cielo. Esto es porque muchos del pueblo de Dios se ven impedidos de entrar en la plenitud de la bendición y el poder en su servicio para Cristo, pues hay pecado a su alrededor. No pudieron entrar a causa de la incredulidad.
3. Es una advertencia única para nosotros. “No te jactes” (Rom. 11:18). Es posible estar tranquilo y claro como una piscina placentera, y sin embargo, no estar limpio en el fondo, de modo que cuando la piedra de la difamación o la calumnia se lanzan repentinamente, todo puede contaminarse. “¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos” (Sal. 19:12). Que el Señor nos guarde en “el hueco de su mano” (Isa. 40:12).

2 comentarios sobre “El pecado de Moisés y sus consecuencias”

  1. Hola gracias amados hermanos por compartir con el público eata linda enseñanza muy bien explicada buen estudio
    Necesitamos de este material ya que somos pastores y en nuetros pais no hay intituto para capacitarnos para el servicio del señor muchas gracias espero recibir pronto otros estudios gracias y bendiciones..

  2. Muy buen estudio y cierto que se de debe discernir espiritualmente me a ayudado mucho a entender cosas que no comprendía antes .. bendiciones

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