Testificándoles a nuestros familiares

Muchas mujeres cristianas sentimos el deseo de compartir con otras personas, especialmente con nuestros familiares, las bendiciones de Dios que ya nosotras disfrutamos en Cristo. Sin embargo, a veces nos sentimos limitadas en nuestra capacidad para llevarles la Palabra de Salvación a los demás.

La Biblia nos exhorta a hablar urgentemente a otros acerca de su destino eterno. Es nuestra responsabilidad tratar activamente de advertir a nuestros familiares y amigos sobre su necesidad espiritual. Sentimos la preocupación de que debemos hacer algo pero a veces nos falta la valentía, o a veces dejamos pasar las oportunidades por no tener algo concreto que nos ayude en este propósito.

Hace un tiempo, una de nosotras tuvo la visita de un familiar muy querido. Lamentablemente, durante esa ocasión no se le pudo hablar a esa persona sobre su necesidad espiritual y sobre su necesidad de salvación en Cristo Jesús. Algunos meses después, esa persona falleció. Fue algo muy triste pues aparentemente ese familiar a quien tanto se apreciaba murió sin Cristo. De ello nació la idea de escribir una carta a cada miembro de la familia explicándoles el Plan de Salvación y dándoles la oportunidad de recibir al Señor Jesucristo como Único y Todosuficiente Salvador. Estamos incluyendo en este artículo una copia de la carta que les enviamos a nuestros familiares en esa ocasión.

Es sorprendente lo que una carta así puede hacer. Hace muchos años, una de nosotras le escribió una carta similar a una de sus hermanas. A través de esa carta, su hermana se convirtió dramáticamente y desde entonces ha estado en la obra del Señor ayudando a levantar iglesias, como maestra de la Escuela Dominical, y en otros ministerios. A través de su ejemplo y dedicación, su familia también ha venido a los pies de Cristo y le sirve al Señor. Después de más de 25 años, ella conserva esa carta en su cartera como un memorial de su salvación en Cristo.

Así, que le exhortamos a que comience a orar por cada uno de sus familiares. Haga una lista de oración incluyendo a sus padres, sus hijos, hermanos, tíos, primos y demás familiares. Luego puede hacer copias de la carta que sigue y se la puede ir enviando a los diferentes miembros de la familia. Puede adaptar la carta usando otros versículos adecuados o incluyendo una nota o introducción personal. Una buena ocasión para enviar una carta así es en la Navidad, en la Semana Santa, o cuando ha habido una muerte en la familia pues en estas ocasiones las personas están en una actitud de mayor reverencia y más receptivas a la Palabra de Dios. Pídale al Señor que le ilumine para que pueda enviar las Buenas Nuevas de la Salvación a su familia pronto.

En Ezequiel 3:18, Dios dirige a Ezequiel a que advierta a la gente para que se arrepientan y sigan a Dios:

Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma.

A continuación estamos incluyendo una transcripción de la carta evangelística que le enviamos a más de cuarenta de nuestros familiares. Pídale a Dios que le dé sabiduría y valentía, y que le ayude a aprovechar la oportunidad de testificarle, por medio de una carta como ésta, a aquellos que Dios ha puesto en su vida.

Querida Familia: La vida es muy corta, no sabemos si esta noche o mañana moriremos. Antes de que sea demasiado tarde, quiero compartir con ustedes la esperanza de vida eterna que podemos tener en Cristo, y exhortarlos a aceptar a Jesucristo como su Salvador Personal. Quiero hacer esto por medio de la Palabra de Dios, la Santa Biblia; así que, escribiré lo que dice la Biblia sobre el pecado y cómo podemos tener vida eterna por medio de la fe en Jesucristo.

I. Todos somos pecadores

Eso quiere decir: cualquier pecado, sea una mentirita pequeña o el peor pecado del mundo:

Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23).
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios (Romanos 3:10, 11).
Todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia (Isaías 64:6). Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios (Juan 3:3).

II. Sin Cristo no tenemos esperanza ni ayuda

Solamente Jesucristo nos puede salvar y librarnos del pecado. Nadie más en este mundo nos puede dar salvación. Ni la Virgen María ni los apóstoles ni nadie más. Ellos fueron buenas personas que Dios usó para realizar sus propósitos, pero sólo la fe en Cristo nos puede salvar.

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí (Juan 14:6).
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos (Hech. 4:12)
El hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo. (Gál. 2:16).
Porque cualquiera que guardare toda la ley pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos (Sant. 2:10).

III. Jesucristo pagó por nuestros pecados

Jesucristo murió en la cruz y tomó la culpa de nuestros pecados para que nosotros no tengamos que ser condenados por ellos y para que podamos ir ante la presencia de Dios limpios y sin culpa de pecado.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16).
[Dios] Al que no conoció pecado [Jesucristo], por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él (II Corintios 5:21).
Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu (1 Pedro 3:18).
Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos (Hebreos 7:25).

IV. Podemos ser salvos arrepintiéndonos de nuestros pecados y poniendo nuestra fe en Cristo.

Así que arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados (Hech. 3:19).
Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo (Hechos 16:31).
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12).

V. Hoy es el día de salvación

No tardes más. Acepta a Cristo hoy como tu Salvador ya que tienes la oportunidad. No sabemos cuándo moriremos y después de la muerte será demasiado tarde.

He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación (II Cor. 6:2).
Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo (Romanos 10:9-11, 13).

Si quieres aceptar a Cristo como tu Salvador, puedes orar de esta manera:

Señor Jesús, yo creo que tú eres el Hijo de Dios que murió por mis pecados y resucitaste de la muerte. Yo me arrepiento de mis pecados y pido tu perdón y salvación. Manda tu Santo Espíritu a mi corazón para que me enseñe el camino de la verdad. Amén.

Si tienen alguna pregunta acerca de cómo obtener la salvación por medio de Cristo, o si han aceptado a Cristo como su Salvador y quieren saber cómo conocerlo mejor, favor de llamarnos o escribirnos.

Les queremos mucho y es el deseo de nuestro corazón que ustedes puedan obtener vida eterna en Cristo. Acepten a Cristo como su Salvador personal porque como dice en Salmos 95:7-8: “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón.” Oigan la noticia de salvación porque Jesús dice en Apocalipsis 3:20: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Rogamos que por medio de esta carta lleguen a conocer la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús.

El Escudo de la Fe

7 comentarios sobre “Testificándoles a nuestros familiares”

  1. Hola,bendiciones hace unos meses me congrege a una iglesia bautista solo que no hacen nada de evangelismo aun miembros de la Iglesia sus propios esposos, hijos no son salvos empece a pedirles que cumplieramos ese mandato de Cristo Jesus a cada uno de la Iglesia que fueramos evagenlizadores pero lo unico que logre fue que me dieran ese trabajo a mi, me senti triste porque es un acto de Fe hacia el Señor JesusCristo de cada uno, si estoy mal corrijame gracias y bendiciones.

    1. Es una pena que dentro de nuestras iglesias no se evangelice y mucho menos se gane almas, pero Dios nunca se equivoca y por eso lo mando a ese templo, para llevar a cabo su mandamiento de evangelizar, no se debe de sentir triste, al contrario hermano, es una bención poder evangelizar, sentir ese gozo que Cristo da y poder llevar mucho fruto, que permanezca.
      Bendiciones, Nuestro Cristo lo va a premiar
      Siga adelante, que no mengüe su Fe y su Trabajo, recuerde que es mejor DAR que recibir.

  2. Una carta no salva a nadie es Dios quien llama elige y salva..!! seamos biblicos y dejemos de presentar un evangelio romantico..! Apocalipsis 3:20 se dirije a la iglesia. ese texto no se aplica al pecador

    1. es verdad que el único que nos salva es Dios , y también es verdad que debemos predicar el evangelio de salvación a todos .todos mis familiares son inconversos y a mi también me cuesta testificarles porque tienen creencias totalmente distintas. esta manera me parece aceptable y no romántica , también se testifica con folletos que dicen la misma verdad que esta carta y no son románticos. espero que el amor de Dios reine en tu corazón y puedas ser mas comprensible con tus hermanos en la fe . bendiciones.

  3. estimado Fernando:
    Tienes razón en que ese texto no es para el pecador, pero tú no puedes juzgar a nadie cuando abre su corazón a Dios y lo comparte con aquellos que entendemos la razón del porque ella escribió esas palabras.
    Recuerda que hay gozo en el cielo cuando un pecador se arrepiente, y ella nos esta diciendo lo que ha acontecido en su vida, no es correcto estimado compañero de milicia colar el mosquito y tragarnos el camello, peinsa en como emites tus juicios antes de hablar.
    Dios te bendiga.

  4. Gracias, yo soy una con el deseo de compartir a nuestros familiares y amigos y nos limitamos, ya copie la carta y empece a enviarla , lo necesitaba. gracias dios los bendiga

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