Una introduccion a los manuscritos griegos, Lección 4: El Texto Alejandrino

Estos son los manuscritos en que se basan más que todo las ediciones modernas críticas del Nuevo Testamento griego (como Westcott-Hort y Nestle-Aland). Se llaman alejandrinos porque muchos de los manuscritos son asociados con el área o personajes de Alejandría en Egipto. Los manuscritos en este grupo tienden a ser más antiguos, pero son una minoría comparado a los demás manuscritos, y contienen más variantes textuales entre sí que en el Texto Bizantino. Las lecturas de los códices en esta familia textual tienden a ser más cortantes y menos armonizados. Unos cuantos de sus manuscritos omiten versículos enteros que se encuentran en manuscritos bizantinos y ciertos manuscritos alejandrinos contienen libros apócrifos. Algunos eruditos se refieren al Texto Alejandrino como el texto Egipcio o Neutral.

Los dos manuscritos alejandrinos más famosos son el Sinaítico (a veces denominado “Álef” o ℵ) y el Vaticano (a veces denominado “B”). Estos dos códices han tenido el impacto más grande sobre los textos críticos, y por ese motivo serán el enfoque de este estudio. Veamos un resumen de los manuscritos principales de esta familia textual:

El códice Vaticano

También conocido como códice B, es uno de los manuscritos antiguos inferiores (en nuestra opinión) en el cual se basó principalmente el texto griego de Westcott y Hort en 1881. Se sabía de este manuscrito en la biblioteca del Vaticano desde el siglo 15, y algunos investigadores lograron verlo desde entonces y observar sus lecturas, pero no fue hasta el siglo 19 que se hizo público su contenido a través de una reproducción del manuscrito entero. Contiene la mayor parte del Nuevo Testamento y la Septuaginta. Data de alrededor del siglo IV.

En comparación a las últimas ediciones del Texto Recibido (o la Reina-Valera 1960 como punto de referencia) el códice Vaticano omite más de 40 versículos enteros. Es uno de tan solo tres manuscritos que omiten Marcos 16:9-20. Dicho códice contiene un espacio en blanco después de Marcos 16:8 que es suficiente para contener los versículos 9-20. El espacio en blanco posterior a Marcos 16:8 contiene una columna en blanco, algo que no ocurre al fin de ningún otro libro del Nuevo Testamento en el códice Vaticano.

En las palabras del erudito John Burgon:

Al referirse a esta norma [el texto recibido], sólo en los Evangelios, se encuentra que B [el códice Vaticano] omite al menos 2.877 palabras; agrega 536; sustituye 935; transpone 2.098; modifica 1.132; (en total 7.578). (Burgon, John. The Revision Revised. London: John Murray, 1883, p. 12)

El análisis en pasajes selectos reportados por Aland indica que el códice Vaticano tiene 21 (%) lecturas Bizantinas, comparada a 489 (65%) lecturas que coinciden con el Texto Crítico Nestle-Aland26 (que representa mayormente el Texto Alejandrino, y en menor escala el Texto Occidental), coincidencia de Nestle-Aland26 con el Texto Bizantino en 117 (16%) lecturas, con una adición de 121 (16%) lecturas variantes especiales. (Aland, Kurt. The Text of the New Testament, Grand Rapids: Eerdmans, 1989, p. 109)

Para una crítica de este manuscrito y otros relacionados, recomendamos el libro Codex B and its Allies por Herman Hoskier.

El códice Sinaítico

Este códice es también llamado Álef, porque se designa con la letra hebrea א que lleva ese nombre. Contiene el Nuevo Testamento entero, y partes del Antiguo. También contiene los libros apócrifos de la Epístola de Bernabé y fragmentos de El Pastor de Hermas. Fue descubierto en 1844 en el Monasterio de Santa Catalina (de la Iglesia Ortodoxa), al pie del Monte Sinaí en Egipto por Tischendorf. Se cree que el manuscrito data del siglo 4 d. C. Gran parte de su fama se debe a que se considera la copia completa más antigua del Nuevo Testamento en griego.

Que el códice se hizo de forma descuidado y modificado muchas veces es evidente por medio de las conclusiones de los que lo han estudiado:

En el Nuevo Testamento, además de escribir los primeros cinco versículos del Apocalipsis, [el escriba D] reescribió seis páginas donde, aparentemente, el escriba A había cometido algún error serio fuera de lo normal. Además de los errores de ortografía, aquí y allá en el trabajo de los tres escribas se encuentran otras fallas, particularmente omisiones accidentales. A la luz de tal descuido en la transcripción, no es sorprendente que muchos correctores (aparentemente hasta nueve) hayan estado trabajando en el manuscrito, algunos contemporáneos (o idénticos) a los escribas originales (ℵa), y otros como a finales del siglo XII. La edición del manuscrito de Tischendorf enumera unos 14.800 lugares donde se han realizado algunas modificaciones en el texto. De forma abrumadora, las correcciones más extensas son las realizadas por un grupo de eruditos en el siglo VII (indicadas por la sigla ℵc.a o ℵc.b; esta última representa al menos a tres escribas). El más importante de ellos es ℵc.a, quien revisó cuidadosamente todo el manuscrito (excepto la Epístola de Bernabé), ajustándolo en general a los textos bizantinos que le eran familiares. … Mediante el uso de lámpara ultravioleta, Milne y Skeat descubrieron que la lectura original del manuscrito fue borrada en algunos lugares y otra lectura escrita en su lugar por el mismo escriba. (Metzger, Bruce. Manuscripts of the Greek Bible. Oxford: Oxford University Press, 1981, p. 77)

En comparación a las últimas ediciones del Texto Recibido (o la Reina-Valera 1960 como punto de referencia) el códice Sinaítico omite más de 40 versículos enteros.

El análisis en pasajes selectos reportados por Aland indica que el códice Sinaítico tiene 131 (14%) lecturas Bizantinas, comparada a 473 (50%) lecturas que coinciden con el Texto Crítico Nestle-Aland26 (que representa mayormente el Texto Alejandrino, y en menor escala el Texto Occidental), coincidencia de Nestle-Aland26 con el Texto Bizantino en 153 (16%) lecturas, con una adición de 183 (19%) lecturas variantes especiales. (Aland, Kurt. The Text of the New Testament, Grand Rapids: Eerdmans, 1989, p. 107)

El crítico textual Klaus Wachtel comparte las siguientes estadísticas alarmantes acerca del códice Sinaítico:

En poco más de 800 páginas conservadas hay más de 23.000 lugares donde el texto ha sido alterado; ¡un promedio de treinta por página! Treinta correcciones por página podrían sugerir una reescritura radical. De hecho, el texto escrito por los primeros escribas ha cambiado considerablemente, pero alrededor de dos tercios de las correcciones son meramente ortográficas, relacionadas con la ortografía o mejoras gráficas, como reforzar los trazos descoloridos. Sin embargo, las correcciones restantes introducen variantes y su gran número sugiere que documentan una actividad editorial sistemática. … Estas correcciones varían en fecha desde la época de los escribas originales hasta el siglo XII. Pueden ser tan pequeños como la adición o eliminación de una letra, o tan grandes como la inserción de versos completos. … ningún otro manuscrito antiguo de la Biblia cristiana ha sido corregido tan extensamente… (Wachtel, Klaus. «The Corrected New Testament Text of Codex Sinaiticus» in Codex Sinaiticus: New Perspectives on the Ancient Biblical Manuscript. Scot McKendrick, et al, eds. The British Library/Hendrickson, 2015, p. 97)

Hay algunos fuera del ámbito académico que sostienen que el Sinaítico fue un códice fraudulento creado por Constantino Simonides, basado en el reclamo increíble de él en 1862 que fue una creación suya. James Snapp Jr. tiene un artículo conciso con diez razones porqué no pudo haber sido creado por Simonides. http://www.thetextofthegospels.com/2017/03/ten-reasons-why-sinaiticus-was-not-made.html

Diferencias sustanciales entre los códices Sinaítico y Vaticano

Estos dos manuscritos difieren tantos entre sí, que el erudito John Burgon escribió que “es más fácil encontrar dos versículos consecutivos en los cuales estos dos manuscritos difieren el uno del otro, que dos versículos consecutivos en las cuales están enteramente de acuerdo”. (Burgon, John. The Revision Revised. 1883, p. 12).

Edward Miller, un aprendiz de John Burgon, relata las siguientes precauciones en su libro:

Sin duda en las palabras temperantes del Dr. Scrivener, «le adscribimos al códice B [Vaticano] por lo menos tanto peso como cualquier otro documento en existencia». Pero no podemos estar de acuerdo con los que lo hacen valer a ese o al Sinaítico a un nivel extremadamente alto; y el hecho de que estos dos se encuentran con otros pocos en una pequeña minoría debe causar que examinemos su testimonio, excepto cuando esté bien apoyado, con sospecho y cuidado. (Miller, Edward. A Guide to the Textual Criticism of the New Testament. 1886, 1979 Dean Burgon Society, págs. 56-57)

Partidarios del texto crítico igualmente confiesan las grandes diferencias entre estos dos manuscritos influyentes en la crítica textual:

Sinaítico y Vaticano, como se ha señalado, concuerdan en un porcentaje de quizás un 70%, dejando algo así como un 30% de desacuerdo en las lecturas. (Epp, Eldon J. «Codex Sinaiticus: Its Entrance into the Mid-Nineteenth Century Text-Critical Environment and its Impact on the New Testament Text» Codex Sinaiticus: New Perspectives on the Ancient Biblical Manuscript. Scot McKendrick, et al, eds. Hendrickson: The British Library, 2015, p. 72)

Un desacuerdo del 30% entre las lecturas de ambos códices es motivo de extrema precaución y, por lo tanto, los códices Sinaítico y Vaticano no merecen el nivel de autoridad que los críticos textuales desean otorgarles.

No “seleccioné” los dos peores manuscritos alejandrinos para entonces compararlos más tarde con los dos mejores manuscritos bizantinos en un caso de sesgo selectivo. La siguiente cita demuestra la excesiva confianza en los códices Sinaítico y Vaticano de parte de los críticos textuales Westcott y Hort, los cuales desarrollaron un Nuevo Testamento crítico en griego del cual no se desvía mucho hasta el día de hoy:

Con ciertas excepciones limitadas ya notadas, la concordancia de B [Vaticano] y ℵ [Sinaítico] marca esa porción residual del texto de su arquetipo primitivo en el que ninguno de los dos ancestros había adoptado u originado en ningún momento una lectura incorrecta. … El carácter de nuestros dos manuscritos justifica una fuerte presunción inicial en cada caso particular de que el texto de su arquetipo se conserva en uno u otro de ellos. (Westcott, B. F. & Hort, F. J. A. Introduction to the New Testament in the Original Greek. 1882. Peabody, MA: Hendrickson Publishers, 1988, p. 248)

El hecho de que hay tantas diferencias entre sí debe ser tomado en consideración. Si el Sinaítico y el Vaticano son verdaderamente los mejores manuscritos y son tan vitales para el plan de preservación de Dios, ¿por qué esencialmente se perdieron y no estuvieron disponibles públicamente hasta finales del siglo XIX?

Códice Alejandrino

Este manuscrito que ha sido designado con el símbolo A, es del quinto siglo. Estuvo en la biblioteca patriarcal de Alejandría desde el siglo once. Según Miller este códice es el exponente más antiguo del Texto Bizantino, pero a la vez es independiente, porque solo refleja lecturas bizantinas mayormente en los evangelios. (p. 95) Los investigadores textualistas Dupont-Roc y Mercier están de acuerdo con este asesoramiento del códice Alejandrino, y lo explican de la siguiente forma: «El texto de los evangelios es de tipo bizantino; el resto del NT es de tipo alejandrino».

El análisis en pasajes selectos reportados por Aland indica que el códice Alejandrino tiene 198 (27%) lecturas Bizantinas, comparada a 301 (42%) lecturas que coinciden con el Texto Crítico Nestle-Aland26 (que representa mayormente el Texto Alejandrino, y en menor escala el Texto Occidental), coincidencia de Nestle-Aland26 con el Texto Bizantino en 144 (20%) de sus lecturas, con una adición de 80 (11%) lecturas variantes especiales. (Aland, Kurt. The Text of the New Testament, Grand Rapids: Eerdmans, 1989, p. 109)

Códice C

El texto recuperado del códice C es del quinto siglo, y es el códice palimpsesto más conocido. El análisis en pasajes selectos reportados por Aland indica que el códice C tiene 145 (24%) lecturas Bizantinas, comparada a 249 (42%) lecturas que coinciden con el Texto Crítico Nestle-Aland26 (que representa mayormente el Texto Alejandrino, y en menor escala el Texto Occidental), coincidencia de Nestle-Aland26 con el Texto Bizantino en 108 (18%) de sus lecturas, con una adición de 92 (15%) lecturas variantes especiales. (Aland, Kurt. The Text of the New Testament, Grand Rapids: Eerdmans, 1989, p. 109)

Observaciones acerca del Texto Alejandrino

Lo que acabamos de compartir es solo un resumen de los manuscritos principales de esta familia textual. Aunque no coincida con la mayoría de los eruditos, nuestra opinión es que los manuscritos del Texto Alejandrino son inferiores. Compartiremos las diversas razones poco a poco a través de estos escritos. Aun cuando los manuscritos del Texto Alejandrino se consideren inferiores a los del Texto Bizantino, no deben ser descartados en su totalidad. Se debe tomar en consideración las siguientes palabras de Erasmo, el editor de la primera edición del Texto Recibido: «¿No ocurre con frecuencia que de varios manuscritos errados—aunque no errados de la misma forma—se halla la lectura genuina y verdadera?» (Schnaiter, Sam & Tagliapietra, Ron. Bible Preservation and the Providence of God. Xlibris, 2002, p. 97)

En nuestra opinión, creemos que el Texto Bizantino es de más confianza, y trataremos esa familia textual en otra lección. Es cierto que el Texto Alejandrino por regla general es más antiguo que el Bizantino. Hay cierta lógica en presumir que los manuscritos griegos más cercanos a los originales se supone sean más fieles. Una de las principales razones por las que la antigüedad de un manuscrito puede no ser un factor tan importante a la hora de determinar la precisión textual es que los propios críticos textuales reconocen que la mayoría de las variantes en los manuscritos del Nuevo Testamento se introdujeron antes del año 200 d.C.:

El profesor H. Vogels ha sugerido que, aparte de los errores, la gran mayoría de las variantes del texto del Nuevo Testamento surgieron antes del año 200 d.C. Esto parece razonable. Se puede demostrar que muchas lecturas existieron antes de esa fecha: pocas, de manera demostrable, surgieron después de ella. (Kilpatrick, G. D. «The Greek New Testament text of today and the Textus Receptus.» The New Testament in Historical and Contemporary Perspective. Hugh Anderson & William Barclay, Eds. Oxford: Basil Blackewell, 1965, p. 190)

¿Por qué es significativo el hecho de que hubo corrupción temprana en el texto del NT? El hecho de que ciertos manuscritos se atribuyan a una fecha temprana no garantiza que el texto que contiene no esté entre los corruptos. La conclusión de que las peores corrupciones entre los manuscritos se manifestaron antes de los manuscritos favoritos de la crítica textual (como el Sinaítico y el Vaticano) no es una fábula inventada por los promotores del Texto Bizantino, pero ha sido reconocida por varios críticos textuales. Aunque la antigüedad de un manuscrito es de gran importancia, este hecho de corrupción temprana demuestra que la antigüedad de un manuscrito determinado no es garantía de su pureza textual.

Si la mayoría de las corrupciones del texto del Nuevo Testamento ocurrieron a fines del siglo II, y el códice א (Álef) y el códice B (Vaticano) se han atribuido al siglo IV, ¿cómo pueden los proponentes del texto crítico estar tan seguros de que contienen un texto más puro que los posteriores manuscritos occidentales y bizantinos?

Hay varios asuntos acerca del Texto Alejandrino que nos preocupan:

  1. Son una pequeña minoría en comparación con el Texto Bizantino
  2. Hay menos armonía entre sus manuscritos.
  3. Es preocupante la cantidad de versículos que faltan además de porciones de versículos.

El escritor S.W. Whitney comparte la siguiente preocupación acerca de los manuscritos que tienden a formar el fundamento del Texto Alejandrino:

Más bien deberíamos preguntarnos por qué cualquiera, especialmente cualquier crítico textual, debería mirar tales documentos con reverencia supersticiosa, como si fueran casi infalibles, cuando a cada paso muestran tantos signos de error no solo en sí mismos, sino en contradicción entre uno y el otro. Porque es un hecho bien conocido que donde hay variaciones en el texto, es difícil encontrar los cinco, o incluso los tres, manuscritos griegos existentes más antiguos del Nuevo Testamento de acuerdo, especialmente en los cuatro evangelios. Allí, en cada diez casos consecutivos en los que se producen varias lecturas, los cinco manuscritos más antiguos se encontrarán a menudo más o menos divididos nueve veces que de acuerdo una vez. Incluso los dos más antiguos (א y B), aunque muy frecuentemente unidos en tales casos, están en repetidas ocasiones en desacuerdo, como lo demuestran abundantemente los ejemplos anteriores de Marcos.

En estas circunstancias, no es razonable ni justo, cuando se presentan dos o más lecturas rivales, aceptar implícitamente la lectura de los dos, o tres, cuatro o incluso cinco manuscritos más antiguos, si es posible que se acuerden así, e ignorar todas las demás consideraciones que puedan presentarse. Si las primeras copias existentes de nuestra versión en inglés estuvieran desfiguradas y depravadas de manera similar, ningún editor de la actualidad aceptaría ningún texto compuesto por media docena de ellas sin referencia a copias posteriores como un texto de corrección y excelencia superiores. Tampoco se toleraría por un día el trabajo de cualquier editor, llevado a cabo consistentemente sobre este principio con respecto al texto griego, como una representación justa del texto del Nuevo Testamento, de lo que salió de las manos de sus escritores. (Whitney, S. W. The Revisers’ Greek Text. Vol. 1 Boston: Silver, 1892, pp. 45-46)

En una futura lección haremos una comparación entre el Texto Bizantino, el Alejandrino, y el Occidental. Presentaremos varias razones porqué creemos que uno es de mucho más valor que el otro. Por ahora solo estamos ofreciendo datos que nos ayudará a llegar a una conclusión informada.

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9 comentarios sobre “Una introduccion a los manuscritos griegos, Lección 4: El Texto Alejandrino”

  1. EL SEÑOR VIENE PRONTO.. Y NO DEBEN CAMBIAR LA PALABRA DEL SELÑOR. DIOS ES REAL Y EL TODO LO ESTA MIRANDO.. ARREPIENTANSE. Y QUE DIOS TENGA MISERICORDIA DE TODOS LOS QUE ADULTERAN LA PALABRA DEL SEÑOR TODOPODEROSO..

    1. Usted procure estudiar su palabra y no vivir tras dogmas humanos que se ve a leguas que sabe, lo que se no entrego son replicas de replicas y de traducción tras traducción así que hay que buscar cual nos acerca mas a la verdad.

  2. EL SEÑOR VIENE PRONTO.. Y NO DEBEN CAMBIAR LA PALABRA DEL SE
    ÑOR. DIOS ES REAL Y EL TODO LO ESTA MIRANDO.. ARREPIENTANSE. Y QUE DIOS TENGA MISERICORDIA DE TODOS LOS QUE ADULTERAN LA PALABRA DEL SEÑOR TODOPODEROSO..

  3. Saludos a todos los que componen la web.
    Leyendo éstas líneas, veo que se ha omitido la consideración de los papíros como el 45 o el 72 entre otros de la familia Bodmer, los cuáles respaldan en su mayoría el TA además de ser más antiguos que los mss presentados en este reporte.
    Realmente a mi criterio tales mss, lejos de servir de base para negar la divinidad de nuestro Señor y Salvador Jesucristo aportan luz legítima sobre la autenticidad de la palabra de Dios. Gracias y Bendiciones a todos.

  4. Para nosotros los cristianos es muy difícil hacer un trabajo de erudición para tratar de establecer que textos son los más adecuados para hacer una traducción de NT, sin embargo, y, sin otra alternativa a la mano, podemos tomar en cuenta las contradicciones que tienen las biblias que se sustentan en testigos como el códice sinaítico, vaticano o egipcios. Es evidente que el Texto Mayoritario (Textus Receptus o texto recibido), tiene todos los elementos necesarios, para darle a las traducciones del NT, que se basan en él, la unidad y la coherencia, que suponemos, tiene, la Palabra de Dios. Pero cuando leemos y analizamos la traducción de la Ciencia Crítica Textual, en la edición del Nuevo Mundo, por ejemplo, no encontramos, nada de unidad y mucho menos de coherencia. Es como encontrar cosas dispersas, sin ningún sentido. Cuando por ejemplo se mutila mateo 19:9, lo primero que percibe nuestro entendimiento es que, Cristo, según esa traducción, es un tipo común y corriente, que habla a medias y sin mayor conocimiento y entendimiento de lo que dice. Se percibe, que en Mateo dijo una cosa y en los otros testigos, otra. lo que de ninguna manera se puede aceptar.

  5. Bueno, mi opinión es: revisar con detalle los escritos de los discípulos de los Apóstoles y sus discípulos posteriores y que sean ellos los jueces. Todo lo que se diga a hoy es nulo, no Vale, y si se insiste en ignorarlos es por querer aceptar ir contra Dios mismo y su palabra. Creo que ignorarlos es una semilla metida por Roma a través de los Jesuitas infiltrados entre los pretestantes para destruir desde adentro los cimientos del cristianismo.

  6. El Texto mayoritario es sin duda algfuna el texto superior. Los Manuscritos de tipo Alejandrino, no solo provienen de una parte del Imperio Romanao en la cual pullulaban gnosticos Sethianos y otros herejes , sino que sus Iglesias apoyabab interpretaciones alegoricas separadas del consenso de las demas Iglesias. La primera Biblia completa la Siriaca o Peshita completada en Arameo, entre el 150 y el 175 AD esta en gran armonia con el Texto mayoritario y esta Biblia es anterior a los codices y textos Alejandrinos mas antiguos que poseemos hoy. Los Padres abrumadoramente citan el texto Bizantino. El texto Receptus es una coleccion de textos bizantinos , y de textos de la Vulgata y otrros manuscritos Occidentales. Es constituido por apenas una docena de manuscritos. Ademas difiere en mas de 1800 ocasiones del Texto Bizantino.. A pesar de todos estos problemas el Textus Receptus es en realidad superior al Alejandrino lo que nos indica con clarida lo inferior del texto Alejandrino. La realidas es una es hiora de basar nuestras Biblias en el Texto Superior, el Texto Bizantino y abandonar, por inferiores, los tipos Alejandrinos , o sea el Vaticanus, el Sinaitico , el Codex Alejandrino, y las varianters de ellos usadas y conocidas por Texto Occidental

    1. Gracias por su aportación. Quisiera preguntarle respetuosamente la fuente de la siguiente información:

      «La primera Biblia completa la Siriaca o Peshita completada en Arameo, entre el 150 y el 175 AD esta en gran armonia con el Texto mayoritario y esta Biblia es anterior a los codices y textos Alejandrinos mas antiguos que poseemos hoy. Los Padres abrumadoramente citan el texto Bizantino.»

      En cuanto a la Peshita, creo que se conoce por acercarce más al texto mayoritario que al crítico, pero aún así yo sería cauteloso en cuanto a considerarlo «en gran armonía.» En cuanto a las citas de los llamados Padres de la iglesia, es más probable que sea cierto lo que dice empezando con el cuarto siglo en adelante. Estos datos están sujetos a verificación por autoridades competentes, pero no tengo los datos a mi disposición al momento.

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