La guerra cultural

Estamos en una guerra cultural. Es lo que se llama una guerra fría. No es la intención de nuestro enemigo que se convierta en un conflicto armado. Mientras que ellos puedan ganar, van a seguir con las mismas maniobras.

Favor de no interpretar estas palabras como un entremetido inapropiado en la política. Esto se trata de una lucha para quitar de nosotros valores humanos y cristianos que no nos conviene perder. Involucrada está la libertad de culto e incluso la libertad de compartir sus creencias el uno con el otro.

El ataque viene de parte de los que se llaman “Liberales multiculturalistas”. Ellos están intentando, y con mucho éxito, controlar los centros orientadores del pensamiento. Incluido en los “centros” son colegios públicos, los medios de comunicación de masas y los núcleos de producción artísticos.

Ellos llevan a cabo su guerra para cuestionar la autoridad de las normas y valores tradicionales mientras que forman su propia autoridad para cambiar las normas y valores. Lo hacen para conquistar los líderes que orientan el pensamiento de la masa popular. Han tenido mucho éxito en la formación del plan de estudios en las facultades. También ellos tienen mucho control sobre los medios de la comunicación. Así están modificando la mente de la gente. Ellos abogan por eliminar normas morales que, por siglos, han servido para promover una sociedad pacífica. En el día de hoy vemos el cumplimiento de lo que el Apóstol Pablo escribió en Romanos 1:21-22. “Pero habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios”.

Vivimos en una sociedad cada vez más trastornada y corrupta. Los que han cambiado las normas son demasiado orgullosos para reconocer que su filosofía es dañina a la sociedad. Estamos sufriendo cada vez más por los cambios que ellos han hecho. En el futuro vamos a sufrir aun más si no tenemos éxito en frenarlos.

Entre las cosas que ellos están cambiando es el matrimonio. Ellos dicen que es esclavizante. También abogan fuertemente por la homosexualidad. Para ellos también, es mejor que los emigrantes en los EE. UU. no absorban la cultura de los demás. No quieren que ellos aprendan Ingles. Si ellos son ignorantes es más fácil controlarlos.

Para llevar a cabo sus cambios en la sociedad hablan de lo que es “políticamente correcto”. Para frenar a los que no concuerdan con su filosofía, los acusan de la incitación al odio. Ya hay leyes en los EE. UU. que impiden a un pastor de citar en público lo que la Biblia dice en contra de la homosexualidad.

Al escribir este artículo he sacado muchos datos de un artículo en internet que se llama, “La Guerra Cultural En Los Estados Unidos” escrito por Adolfo Rivero Caro. Se encuentra en www.liberalismo.org. El dice “La nueva izquierda constituye una facción extraordinariamente militante, y su policía del pensamiento patrulla escuelas y universidades en busca de cualquier actitud que no sea “políticamente correcta”. Los hispanos mandan a sus hijos a estudiar sin saber que, en esas escuelas y universidades, se dedica más tiempo al adoctrinamiento político que a la formación cultural. Bastaría, sin embargo, un somero análisis de los programas vigentes para comprobarlo. De esa forma, y sin darse cuenta, van perdiendo todo contacto espiritual con sus propios hijos. Están viviendo la pesadilla de los “body snatchers” en su propia carne. Les están robando el alma mientras duermen”.

Lo que pasa en los EË. UU. afecta profundamente a nosotros también. En gran parte, lo que sabemos de lo que pasa en el mundo viene a través de la prensa de los EE. UU. Caro dice “Fuera de los Estados Unidos, resulta incomprensible que la gran prensa norteamericana – escrita, radial y televisiva – se halle prácticamente dominada por la izquierda “liberal” y multiculturalista”.

Estamos en una guerra. Si no levantamos nuestra defensa es seguro que vamos a perder. ¿Qué podemos hacer? Quiero sugerir algunas cosas que podemos hacer.

  1. Si tiene hijos en la escuela pública, sea vigilante en cuanto a lo que están enseñándoles, especialmente en ciencias sociales.
    a. Educación sexual
    b. Pro homosexualidad
    c. Globalismo
    d. Pro socialismo
  2. Cuidado con lo que escucha en los noticieros. En gran parte es conforme a la filosofía de la nueva izquierda. Desafortunadamente, no sé de ninguna fuente de noticias que no se inclina a la izquierda.
  3. Tenga convicciones bíblicas en cuanto a la moralidad. La verdad no cambia.

Hay otra gran amenaza que viene por parte de los musulmanes. Ellos también están intimidando a muchos por acusarles de la incitación al odio. Muchos tienen temor de exponer su práctica de jijad por temor de sufrir su venganza. Mientras que tenemos libertad debemos informar a la gente de la amenaza del Islam.

La Biblia dice “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gálatas 6:7-9). ¿Qué tipo de mundo estamos dejando para nuestros hijos y nietos? Si no hacemos nada, vendrá el día cuando ellos, en medio de gran aflicción, culparán a nosotros por haber sido negligentes.

 

Un comentario sobre “La guerra cultural”

  1. Gracias por esta clase de articulos que publican. Es tan necesario que sepamos lo que realmente esta pasando a nuestro alrededor. Muchas veces no nos damos cuenta de lo que hay detras de asuntos cotidianos que tienen la capacidad de danarnos sin nosotros darnos cuenta. Estamos viviendo algo asi como «el efecto de la rana cocida», donde una rana que es puesta en agua y se le pone al fuego lentamente va muriendo sin ni siquiera darse cuenta. Que podemos hacer para dar a conocer estos articulos a un nivel mas extenso? Sigan adelanta en esta gran labor que hacen. Dios les bendiga y les guarde.

Deja una respuesta

Deje un comentario respetuoso. Tome en cuenta que esto no es un foro de debates, y no todos los comentarios son aprobados.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *