La madurez espiritual

La madurez espiritual tiene tres ingredientes. Cada uno de los tres son virtudes, pero la madurez espiritual no se consigue si no incluye la medida adecuada de los tres ingredientes. Los tres son conocimiento, convicciones y amor para Dios.

Es imposible llegar a la madurez espiritual mientras que haya ignorancia de la verdad espiritual. Colosenses 1:10 dice que debemos estar creciendo en nuestro conocimiento de Dios. El anhelo del Apóstol Pablo era el de “conocer a Cristo” (Filipenses 3:10). Lo más y mejor que conocemos a Cristo, tanto mejor podemos saber cómo debemos pensar. I Corintios 2:16 dice que podemos tener la mente de Cristo. Antes de tomar una decisión, es prudente preguntar ¿qué haría Jesús? Teniendo la mente de Cristo, podemos saber lo que él haría.

El tener la mente de Cristo viene a través de la renovación de la mente como dice Romanos 12:2. A su vez, esto es a través de leer y estudiar la Biblia. Se puede decir que la Biblia es una revelación de la mente de Dios. Por supuesto, Dios es tan grande que sería imposible tener, en todo sentido, la mente infinito de él. Podemos saber, en términos generales, como piensa Dios.

Hay un gran trecho entre los pensamientos humanos y los pensamientos de Dios. Isaías 55:8-9 dice “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”. No podemos cruzar este gran trecho en un día. Es un proceso de crecimiento como dice Colosenses 1:10. Es por eso que es tan importante que pasemos tiempo cada día leyendo la Biblia y meditando sobre lo leídos para que llegue a ser parte de nosotros. Toda la vida debemos estar en este crecimiento, pero la madurez espiritual llega a través de este crecimiento en el conocimiento de Dios.

Algunos son negligentes en dar atención a su mente. Debemos seguir aprendiendo toda la vida. Si tiene poco auto disciplina para leer y agudizar su entendimiento es dudoso que llegue a la madurez espiritual.

Aun si tiene conocimiento bíblico, esto, en sí, no será suficiente para llegar a la madurez espiritual. Tiene que añadir convicciones. Una convicción es una creencia firme. Hebreos 11:6 dice que “es necesario que él que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.

Esto nos dice, en primer lugar, que tenemos que estar plenamente convencido de que Dios existe. La enseñanza de la teoría de la evolución ha dejado a nuestra juventud con muchas dudas sobre la existencia de Dios, si no plenamente en el ateísmo. Muchos no salen de esta nube de dudas e incredulidad de un día al otro. Gracias a Dios, hay libros que ayudan a los jóvenes a reprogramar su razonamiento en cuanto a la creación. En verdad, la creación directa es más razonable que la teoría de la evolución, pero la educación moderna no enseña a los jóvenes a razonar.

Si no estamos plenamente convencidos de la existencia de Dios, será difícil creer que él es galardonador de los que le buscan. No me acuerdo cuando, pero hubo un tiempo cuando yo acepté la Biblia como el depósito de la revelación divina. Yo puedo afirmar que el hacerlo nunca me ha dejado en conflictos ilógicos ni en situaciones vergonzosas. A veces hay situaciones vergonzosas cuando somos rodeados por incrédulos que no nos entienden, pero el problema no es por causa de la Biblia. Es por causa de su ignorancia de la verdad. El de aceptar la Biblia como la verdad absoluta me ayudó mucho en llegar a la madurez espiritual. Así tengo una autoridad absoluta en cuanto a la verdad.

El que tiene convicciones no vacila entre sí y no cuando está frente a una tentación. Él está plenamente convencido de que una acción es buena o mala. El que es maduro tiene normas morales y vive conforme a ellas. Él está convencido de que las normas morales no cambian. Lo que era malo para a sus abuelos todavía está mal. Él toma sus normas de la Palabra de Dios que no camba.

El creyente maduro no está llevado por cualquier viento de doctrina. Esto, por supuesto, depende mucho de su conocimiento de verdades espirituales. Es imprescindible que tenga un buen conocimiento de las doctrinas mayores como la de la salvación y la obra del Espíritu Santo. Después va amplificando su conocimiento.

Hay los que tienen normas altas pero no se puede decir que son maduros espiritualmente. La madurez espiritual depende de nuestra relación para con Dios. Marcos 12:30 dice “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento”. Esto tiene que ver con lo que se llama la santificación. Nuestro amor por Dios no nos permite hacer lo que no es agradable a él. A su vez, nuestro amor por Dios es lo que nos motiva hacer lo que es nuestro deber. Tenemos un anhelo de servirle en gratitud por lo que él ha hecho por nosotros. Cuando el corazón se enfría es re fácil revertir a la vida pasada. Por eso hay la exhortación de Proverbios 4:23. “Sobre toda cosa guardado, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”.

Aunque no hemos visto a Dios, igual tenemos mucha razón en amarle. “Nosotros le amamos a él porque él nos amó primero” (I Juan 4:19). Este amor se mantiene por guardar una relación íntima para con él. Es necesario que pasemos tiempo a diario con él en la oración y por leer su Palabra. Así llegamos a conocerle mejor y amarle más. Cuando Jesús estaba aquí en la tierra grandes multitudes le siguieron. El hecho de conocerle es amarle. La madurez espiritual empieza por esta relación personal con Cristo. Se hace por confesar a Dios que eres un pecador y que necesitas su perdón y su salvación. Juan 1:12 dice “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.

 

2 comentarios sobre “La madurez espiritual”

    1. La madurez espiritual la tienes cuando has muerto para el mundo.que nada te mueva de la postura que tienes en Cristo ,no dejarte llevar por diferentes vientos de doctrinas. tener dominio propio.y ese lo da el espíritu Santo.venga lo que venga atu vida permanecer firme asta la muerte.porque que aprovecha el hombre si ganaré todo el mundo y al final pierde su alma.de nada sirve.si cristo fue maltratado humillado.y no abrió su boca,que de menos nosotros que vivimos en un mundo corrompido lleno de maldad.que no hemos de pasar por cuasa de cristo.

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