El mundo de un pastor

Entre algunas de las presiones que implica el ministerio de ser pastor tenemos:

  1. Él es responsable de las almas, y de ellas tiene que dar cuenta al Señor.
  2. Él es el responsable del cuidado de la iglesia en todos los asuntos.
  3. Él es el responsable de las finanzas de la iglesia.
  4. Él es el responsable de aquellas personas que van a tomar decisiones que impliquen un cambio de vida (problemas de pareja, divorciados, etc.)
  5. Él es responsable de aconsejar a aquellos que necesitan una guía bíblica (aquellos con tendencias suicidas, problemas de alcoholismo, drogas, abuso en los niños, problemas maritales, etc.)
  6. Él es responsable por las necesidades físicas y espirituales de las familias dentro de la iglesia y de sus propias necesidades familiares.
  7. Él es responsable de resolver cualquier problema entre familias de la iglesia.
  8. Él es responsable de predicar la Palabra alentadora de Dios con entusiasmo, y usualmente varias veces a la semana.
  9. Él es responsable de supervisar las reuniones de negocios.
  10. Él es responsable de estar planificando y administrando constantemente.

En realidad, el mejor regalo que tú puedes darle al pastor es «tiempo». Todo pastor necesita tiempo para orar, para estudiar, y tiempo para su familia. Él necesita su propio tiempo personal con Dios, y por lo tanto los miembros de la iglesia deberían considerar el horario del pastor. Ellos deben llevar a cabo aquello que el pastor no puede hacer. El pastor necesita un tiempo a solas, donde no se le interrumpa en su hogar, a menos que no sea por una emergencia. A la cual él contestará rápidamente y dará la seguridad de poder ayudar. Los pastores son hombres dedicados. ¡Ellos aman al Señor y su llamado! … Pero ¿Cómo podrías tú proteger a tu pastor? Ayudándolo a cuidar de su salud. Si él tiene una salud pobre, quizás se deba al exceso de trabajo, al «stress». Él lo que necesita es descanso.

¿Le exiges mucho a tu pastor? ¿Deseas que él trabaje incansablemente? ¡Recuerda que él no es un super-hombre! A él le urge tomarse un día completo por semana, tomar unas vacaciones, etc. Ayúdalo económicamente (si fuera necesario). Él y su familia necesitan desesperadamente un tiempo de relajamiento juntos. El pastor en realidad vive la vida para otras personas. Por eso, necesita tiempo para un «retiro». Y si así se le permite, él estará listo para regresar a nosotros emocionado, con nuevas ideas y con una fuente espiritual más rica. ¡Eso es saludable! Anímalo a descansar. Es muy duro mantener las cosas al día con falta de sueño. Si tu pastor lleva una vida demasiado intranquila, él puede caer víctima de una crisis. La fórmula es: el equilibrio, el balance. Cada persona es diferente para manejar las demandas de la vida como pastor. Hay que animarlo a que se tome un descanso en razón de que él está debilitado por sus múltiples tareas en la iglesia. Quizás tú podrías hacer algo por tu pastor. Por ejemplo, si eres médico ofrécele que se haga un examen físico, o hacer algo similar. Sería beneficioso proveerlo a él y su familia un buen seguro de salud.

En cuanto al salario del pastor … ¿qué hay? La recompensa para un fuerte y dedicado trabajador no debería ser la pobreza. Tu pastor merece un salario que cubra sus necesidades y algunos gustos de los llamados «de la buena vida». Frecuentemente cuando en una congregación surge el tema del salario, el conjunto de miembros inevitablemente refuta, ¿pero dónde queda su dedicación? Hay que comprender que el pastor tiene las mismas necesidades como cualquier otra persona, las mismas emociones, los mismos gastos, las mismas ilusiones o esperanzas de que será gratificado por su trabajo … y la cosa más cruel que puede hacer una congregación es usar el salario del pastor para vengarse.

He aquí algunas maneras en que usted como miembro de la iglesia puede mostrar su cariño y amor hacia su pastor:

  1. Si hay conflictos, ayuda a solucionarlos.
  2. Si hay aburrimiento en el culto, encuentra una manera para guiar al pastor, al director de música, a los músicos a mejorar los cultos. Descubran las soluciones juntos.
  3. Colaboraciones en forma monetaria.
  4. Palabras de gratitud, notas de estímulo, incentivo, etc. Pero el primordial voto de agradecimiento es el buen comentario que hagan de él alrededor del mundo.
  5. Si tú puedes realizar algún ministerio dentro de la iglesia, házlo.
  6. Ora por tu pastor, ¡No lo olvides! Él necesita el apoyo de tus oraciones. Ora por la unción y el poder de Dios sobre tu pastor, por su sabiduría, por la relación con su esposa y su familia. Pídele al Señor que te muestra la forma de la que tú puedes ayudar a tu pastor. Ruega por su salud física y espiritual.
  7. Respeta las convicciones personales de tu pastor.
  8. Sé fiel en tus responsabilidades en la iglesia, la asistencial fiel a todos los cultos y la cooperación en todas las actividades de la iglesia.

La Biblia nos dice en I Tesalonicenses 5:12-13: «Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros».

El Escudo de la Fe
Marzo / Abril 1996

 

3 comentarios sobre “El mundo de un pastor”

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