La restauración del cristianismo bíblico

Siempre hay la tendencia, por parte de grupos religiosos, de retroceder de la pureza de su principio. Sucede lo mismo en grupos evangélicos. A través de la historia leemos de movimientos que se esforzaron a despertar a la gente a la realidad de la apostasía y animarlos a volver a sus orígenes. Estos movimientos se titulan “avivamientos”, “un despertamiento” y “reformación”.

Si estos movimientos son legítimos, su esfuerzo será el de regresar a las iglesias a la pureza primitiva del Nuevo Testamento. Tomamos el Nuevo Testamento como nuestra guía de fe y práctica. Esto quiere decir que es nuestra autoridad. La tendencia es apartarse de la enseñanza y práctica nuevotestamentaria.

Siempre el éxito en restaurar el cristianismo es limitado. Aun los con más éxito tuvieron la congoja de ver como disminuyó su influencia después de algunos años. Algunos tuvieron poco éxito porque intentaron salvar de la apostasía a denominaciones que ya se apartaron mucho de sus orígenes. Tal vez lograron frenar los alejamientos más vergonzosos, pero faltaron mucho en regresarlos al cristianismo y a la fe y práctica nuevotestamentaria. Un buen ejemplo fue la reformación de Martín Lutero. La reformación hizo muchas reformas necesarias y benéficas pero paró lejos de dejar las iglesias con la semejanza de las iglesias del primer siglo.

El gran despertamiento en los años 1725-1750 hizo mucho bien en las colonias de los Estados Unidos. Las iglesias estaban llenas de inconversos y las normas morales estaban bajando. Miles y miles de personas se convirtieron bajo el ministerio de líderes como Gilberto Tennete y Jorge Whitefield. Miles de iglesias fueron formadas. Pero, como en los demás casos, con el correr del tiempo, la indiferencia y frialdad volvieron a reinar.

Tal vez alguien diría, “pues, no vale la pena restituir el cristianismo si va a retroceder otra vez”. Sí, vale la pena por todo lo bueno que resulta. Hay un dicho que dice, “cada cosa buena tiene su fin”. El hecho de que los buenos resultados no duran para siempre no disminuye el valor del esfuerzo.

En el Antiguo Testamento leemos de tiempos de avivamiento. En II Crónicas capítulo 30 leemos como el rey Ezequías llamó a toda Israel a venir a celebrar la pascua. Por muchos años había pocos que celebraron la pascua. Ezequías vio la necesidad de llamar a la gente a volver a Dios. Vemos el resultado en los versículos 13- 15: “Y se reunió en Jerusalén mucha gente para celebrar la fiesta solemne de los panes sin levadura en el mes segundo, una vasta reunión. Y levantándose, quitaron los altares que había en Jerusalén; quitaron también todos los altares de incienso, y los echaron al torrente de Cedrón. Entonces sacrificaron la pascua, a los catorce días del mes segundo; y los sacerdotes y los levitas llenos de vergüenza se santificaron, y trajeron los holocaustos a la casa de Jehová”.

Muchas veces en la historia del cristianismo leemos de grupos que se separaron de la religión predominante para formar grupos nuevos con el anhelo de tener iglesias conformes a la enseñanza del Nuevo Testamento. Algunos ejemplos son los Paulicanos, los Donatistas, los Arnoldistas y las Valdenses. No siempre estamos de acuerdo con todas sus creencias y prácticas pero es refrescante leer de los muchos que vieron la necesidad de volver al cristianismo del Nuevo Testamento.

De continuo estamos rodeados por influencias que militan en contra la obediencia al Señor. Por eso Jesús dijo en Marcos 14:38 “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. Satanás nos tienta a apartarnos de la enseñanza de la Biblia. El mundo dice que el hacer caso a la Biblia es locura, que es volver a la esclavitud de la ignorancia primitiva. La gente en nuestro alrededor no comparten nuestra creencia. Por eso, “Velad y orad”.

El retrocedimiento resulta cuando los creyentes son negligentes en el área de quedarse en comunión con Dios. Es por eso que animamos a todos a guardar tiempo a diario para leer la Biblia y orar. Si deja que su corazón se enfríe, las cosas de Dios tendrán cada vez menos importancia, Es otra razón por “Velar y orar”.

El pragmatismo es la filosofía que es de moda. Es decir, no importa el método con tal que lleguemos al fin deseado. Esta filosofía contribuye a la tendencia de poner de lado las normas bíblicas si nos impiden a llegar rápido al fin deseado. Por eso, “Velad y orad”.

Haga un esfuerzo a conformarse con la enseñanza de la Biblia. Manténgase preocupado que su iglesia enseñe y practique lo que encontramos en la Biblia. “Velad y orad”.

 

2 comentarios sobre “La restauración del cristianismo bíblico”

  1. ….DIOS LOS BENDIGA…en realidad esta reflexion es muy realista….a lo que estamos viviendo…y de manera en particular…a todos los cristianos , tenemos que volver al primer amor…..apegandonos ala sana doctrina.

  2. es muy importante de el ser humano sea restaurado en todos los aspectos de su vida alma,cuerpo y espiritu porque es el proposito de DIOS salmo 138 .8 2 de cornts 5 .17

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