La necesidad de un avivamiento del cristianismo bíblico

El mundo ha visto demasiado del cristianismo carnal. Por lo que han visto, han perdido la esperanza de ver algo virtuoso en la vida de aquel que es un cristiano. Muchos dicen que son cristianos, pero lo que dicen y hacen manifiesta que no tienen las cualidades que la Biblia dice deben caracterizar a un seguidor de Cristo. El cristiano carnal da rienda libre a sus deseos carnales y vive como los que ni aun declaran ser cristianos.

Es por eso que hace falta un avivamiento del cristianismo bíblico. Tenemos que manifestar que hay una gran diferencia entre el cristianismo común y corriente y el cristianismo bíblico. El plan y el anhelo de Dios es el de tener un pueblo propio, celoso de buenas obras. (Tito 2:14)

Únicamente tres veces en la Biblia encontramos el nombre «cristiano». Hoy en día se usa también el nombre «creyente». Aunque el nombre aparece tan solo dos veces, parece mejor porque el Nuevo Testamento hace mención muchas veces de los que creen. Tal vez el nombre mejor sería «los discípulos de Cristo», pero hay otro grupo religioso que tiene este nombre, pero no comparten nuestras creencias. De todos modos, un cambio de nombre no va a cambiar nada. Lo que hace falta es un cambio en nuestro andar.

Un avivamiento del cristianismo bíblico resultará en que seremos hacedores de la Palabra de Dios y no tan solo oidores. Santiago 1:22-25 dice: Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

Un avivamiento del cristianismo bíblico resultará en que el mentiroso será honesto y el ladrón no robará más y el que se aprovecha de su patrón no lo hará más.

Un avivamiento del cristianismo bíblico resultará en que parejas juntadas se casarán, casas que vibraban con música mundana serán llenas de la dulce melodía de música cristiana.

Un avivamiento del cristianismo bíblico dará a la gente una repugnancia por lo vulgar y obsceno. El televisor será apagado una buena parte del día, si no echada de la casa, y la radio no quedará tocando todo el día.

Un avivamiento del cristianismo bíblico resultará en que el pueblo de Dios sea más fiel a su iglesia local. Tiempo inclemente y fiestas de cumpleaños no serán una excusa para faltar a las reuniones. Serán más los que pasan tiempo leyendo su Biblia y orando. Con más frecuencia la gente encontrará creyentes en la calle repartiendo folletos y testificando de Cristo.

Un avivamiento del cristianismo bíblico enviará un gran número de obreros a los campos misioneros con las buenas nuevas de la salvación en Cristo. Creyentes e iglesias no quedarán sin pastor y programas de radio y televisión ofrecerán a los oyentes mensajes con un buen contenido bíblico.

Un avivamiento del cristianismo bíblico dará a los padres un anhelo de ver a sus hijos salvos y enseñados en el camino dorado de obediencia a Dios. En vez de ser pusilánimes en disciplinar a sus hijos, serán prontos en aplicar la vara.

Un avivamiento del cristianismo bíblico no es un avivamiento emocional con actividades triviales. Exige arrepentimiento por nuestra gran falta en cumplir con normas morales. Habrá también arrepentimiento por una relación tibia, aun fría para con Dios. No habrá necesariamente un gran aumento en actividades religiosas sino una renovación de cristianismo genuino.

Un avivamiento del cristianismo bíblico es lo que hace falta para despertar a la gente de este mundo a su gran necesidad de arrepentimiento y salvación. Lo que ellos ven en la gran mayoría de los que dicen que son cristianos causa que ellos permanezcan cómodos en su incredulidad. Muchos tienen razón en pensar que hay poca diferencia entre ellos y los que supuestamente son cristianos.

En I Pedro 1:15-16 Dios pide que su pueblo sea santo en toda su manera de vivir. «Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo». Esto es lo que quiere decir un avivamiento del cristianismo bíblico. El avivamiento puede comenzar con usted. ¿Por qué no? Entréguese a Dios de todo corazón y sea dispuesto a orar la oración de David en Salmo 139:23-24. “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”.

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