El vino intoxicante a la luz de la Biblia

El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, y cualquiera que por ellos yerra no es sabio – Proverbios 20:1

Introducción

Se ha escrito mucha literatura buena sobre la maldad del vino embriagante desde un punto de vista social. Simpatizo con el lector de este artículo que posiblemente ha sufrido en carne propia el devastador impacto de este vicio maligno. Se ha escrito mucho sobre el horror que las bebidas alcohólicas producen en las carreteras y en los hogares. Este estudio no se ha escrito desde un punto de vista social, porque es mi humilde intento de exponer en forma plena las enseñanzas bíblicas acerca de este tema de vital importancia.

Una cantidad alarmante de los que se consideran evangélicos creen que el término vino en la Biblia es siempre y sin excepción vino alcohólico y embriagante. Algunos hasta sirven vino alcohólico en sus iglesias, y se atreven a llamar este evento la santa cena.

Mucho de la confusión sin duda se debe a la definición dada al término vino en los diccionarios modernos. El diccionario moderno afirma que el vino es una bebida alcohólica formado de jugo de uvas fermentado.

La clave para llegar a comprender este asunto es entender que la palabra vino en la Biblia es genérica, o sea, tiene diferentes significados, dependiendo del contexto en que se usa. Una escapada al hebreo o griego original nos trae cara a cara con la misma realidad. La palabra vino en griego aparece como paroinos y oinos, ambos siendo palabras genéricas. En el hebreo aparece como yayin, tiyrosh, shekar, chamar, chemer, cobe y aciyc. Todos estos términos en las lenguas originales pueden significar el fruto de la vid, o sea, jugo de uvas no fermentado, o puede significar vino alcohólico. Todo depende en el contexto, como veremos más adelante. Hay muchas más palabras en las Escrituras que son genéricas. Un ejemplo conocido sería la palabra hombre. En veces significa el género masculino, en otras veces significa la humanidad en general. 1 Timoteo 2:4 dice “El cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. El contexto del versículo y del capítulo nos indica claramente que hombres en esta instancia es una referencia a la humanidad en general.

En cada versículo donde se menciona sidra en la Reina-Valera 1960, aparece junto con la palabra vino. En esos casos la palabra vino puede ser alcohólica o no alcohólica, dependiendo en el contexto, pero el mismo contexto parece indicar que la palabra sidra es siempre y sin excepción una bebida alcohólica. En varios lenguajes, la palabra sidra fue traducida bebida fuerte.

El Vino Bueno

Veamos unos versículos en la Biblia que afirman claramente que no toda mención de vino es necesariamente un vino malo y embriagante:

“El campo está asolado, se enlutó la tierra; porque el trigo fue destruido, se secó el mosto, se perdió el aceite” – Joel 1:10.

Es imposible que el mosto de este versículo represente una bebida intoxicante. La palabra mosto viene de la palabra tiyrosh en hebreo, que es traducido vino con frecuencia, como en Hageo 1:11.

“Así ha dicho Jehová: como si alguno hallase mosto en un racimo, y dijese: No lo desperdicies, porque bendición hay en él; así haré yo por mis siervos, que no lo destruiré todo” – Isaías 65:8.

¿Vino embriagante en un racimo? ¡Imposible! El mosto de este versículo se traduce vino en otros lugares, como acabamos de ver en el comentario anterior.

“…Aman tortas de pasas” – Oseas 3:1. Pasas viene de la palabra enab en hebreo, que ha sido traducido vino en algunas Biblias, incluyendo la famosa versión King James en inglés.

“Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino…” – Hageo 1:11

Vemos que el vino mencionado aquí tiene que ser la uva, que contiene el jugo natural no fermentado. El vino alcohólico correctamente envasado no se seca.

“Yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite” – Deuteronomio 11:14.

No es posible recoger vino intoxicante. Como hemos mencionado anteriormente, el vino embriagante no es un producto natural.

“…Con lo mejor del trigo; Y de la sangre de la uva bebiste vino” – Deuteronomio 32:14.

Aquí vemos claramente que hay una clase de vino en la Biblia que consiste de “la sangre de la uva”. La “sangre” de la uva en su estado natural no contiene alcohol.

“Y será cortada la alegría y el regocijo de los campos fértiles, de la tierra de Moab; y de los lagares haré que falte el vino; no pisarán con canción; la canción no será canción” – Jeremías 48:33.

El lagar es el recipiente donde antiguamente se pisaba la uva. El jugo que se exprimía se encontraba en su estado natural y es imposible que fuera alcohólico. El jugo que resultaba podía ser usado como una bebida de jugo de uva natural, o luego podía ser sometido al proceso de estrujar, encubar y macerar, descubar, fermentar, clarificar, filtrar y estabilizar para transformarlo en un vino alcohólico. Aquí observamos que las uvas en los lagares conteniendo jugo no fermentado es llamado vino en la Biblia. No es posible que el vino mencionado aquí halla sido embriagante.

Quitado es el gozo y la alegría del campo fértil; en las viñas no cantarán, ni se regocijarán; no pisará vino en los lagares el pisador; he hecho cesar el grito del lagarero – Isaías 16:10.

“No pisará vino” es la clave aquí. Como vimos anteriormente, cuando están siendo pisadas las uvas, el jugo que resulta no es alcohólico.

“Y la tierra responderá al trigo, al vino…Y la sembraré para mí en la tierra…” – Oseas 2:22-23.

¡Cuánto desean los malvados que fuera posible que la tierra produjera vino intoxicante automáticamente al sembrar semillas de uva en la tierra! Pero no, eso sería en contra de las leyes de la naturaleza. El vino mencionado aquí no es alcohólico.

“Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad…” – Eclesiastés 2:3.

Todos sabemos que el vino intoxicante no tiene ninguna conexión con la sabiduría, y ciertamente no retiene la necedad. El vino mencionado aquí no pudo haber sido alcohólico.

Una colección de otros versículos que comprueban que había vino sin contenido alcohólico en la Biblia:

“En aquel día cantad acerca de la viña del vino rojo” – Isaías 27:2.

“…y recogieron vino y abundantes frutos” – Jeremías 40:12.

“Plantarán viñas, y beberán el vino de ellas” – Amós 9:14.

En su libro sobre los vinos de la Biblia, el Rev. William Patton comparte cuatro observaciones sobre el vino bueno, o sea, el jugo fresco de uvas

1. Este vino bueno debía ser presentado en el altar como una ofrenda a Dios.

“…Holocausto de olor grato, ofrenda encendida a Jehová. Y sus libaciones de vino, medio hin con cada becerro…este es el holocausto de cada mes por todos los meses del año” – Números 28:13-14.

2. Este vino era clasificado entre las bendiciones, los lujos, las necesidades de la vida.

“Dios, pues, te dé del rocío del cielo, y de las grosuras de la tierra, y abundancia de trigo y de mosto tiyrosh, traducido vino en otros pasajes”. – Génesis 27:28.

3. Este vino era un emblema de bendiciones espirituales.

“A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche” – Isaías 55:1.

4. Este vino era el emblema de la sangre de la redención, por la cual recibimos el perdón de pecados y bendiciones eternas.

“La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo?” – 1 Corintios 10:16.

En todos los pasajes donde se menciona este buen vino, no hay ninguna clase de advertencia, ninguna intimación de peligro, ningún sentido de falta de aprobación, sino una aprobación decidida.

La perversión

“Veneno de serpientes es su vino, y ponzoña cruel de áspides” – Deuteronomio 32:33.

El vino intoxicante no es el resultado de un proceso natural.

Vinificación

La fermentación siempre ha sido un símbolo de corrupción, y en la ciencia y en la naturaleza es en sí misma pudrición, descomposición, deterioro y putrefacción.

El alcohol nunca se encuentra en ningún producto de la naturaleza, nunca fue creado por Dios, y es esencialmente un producto artificial preparado por el hombre a través del proceso destructivo de la fermentación. Por favor note estos versículos de advertencia:

“Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado, Lleno de mistura; y él derrama del mismo; Hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra” – Salmo 75:8. En este versículo se menciona un vino que se describe como fermentado. ¿Por qué? Para distinguirlo del vino no fermentado seguramente. Naturalmente, como es fermentado, es asociado con la maldad, “lo beberán los impíos de la tierra”.

“¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende!” – Isaías 5:11.

“Por eso ensanchó su interior el Seol, y sin medida extendió su boca; y allá descenderá la gloria de ellos, y su multitud, y su fausto, y el que en él se regocijaba” – Isaías 5:14.

“¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida” – Isaías 5:22

“Pero también éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio. Porque toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio” – Isaías 28:7-8.

“Fornicación, vino y mosto quitan el juicio” – Oseas 4:11.

“Vendieron las niñas por vino para beber…” – Joel 3:3.

“Y también, el que es dado al vino es traicionero, hombre soberbio, que no permanecerá; ensanchó como el Seol su alma, y es como la muerte, que no se saciará…” – Habacuc 2:5.

“No estés con los bebedores de vino…” – Proverbios 23:20. “No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, ni de los príncipes la sidra; no sea que bebiendo olviden la ley, y perviertan el derecho de todos los afligidos. Dad la sidra al desfallecido, y el vino a los de amargado ánimo. Beban, y olvídense de su necesidad, y de su miseria no se acuerden más” – Proverbios 31:4-7.

“No os emriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu” – Efesios 5:18.

“¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, Para los que van buscando la mistura. No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente; Mas al fin como serpiente morderá, Y como áspid dará dolor. Tus ojos mirarán cosas extrañas, Y tu corazón hablará perversidades. Serás como el que yace en medio del mar, O como el que está en la punta de un mastelero. Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; Me azotaron, mas no lo sentí; Cuando despertare, aún lo volveré a buscar” – Proverbios 23:29-35.

Aquí vemos que la Biblia nos ordena que ni siquiera debemos mirar al vino. Los padres deben enseñar esto a sus hijos. Cuando se enfrentan con un comercial o alguna publicidad de parte de la industria alcohólica, los padres deben tomar la oportunidad cuando ocurra para inculcar a sus hijos desde pequeño que deben tapar los ojos, que es algo que la Biblia dice que no se debe mirar, que ese producto es cochino, asqueroso y abominable.

No solo es pecado mirar el vino, es pecado venderlo. Eso significa que hay varios trabajos que un cristiano no puede tener, porque tendrá que comprometerse en esta área. Veamos Habacuc 2:15: “¡Ay del que da de beber a su prójimo! ¡Ay de ti, que le acercas tu hiel, y le embriagas para mirar su desnudez! Te has llenado de deshonra más que de honra, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de Jehová vendrá hasta ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria”.

Hay los que tratan de torcer este versículo, diciendo que solo es pecado dar vino al prójimo si nuestra intención es llegar a ver su desnudez. Pero el mandamiento de no dar de beber al prójimo se encuentra en otra oración y es un pensamiento diferente. No solo se pronuncia un ay para el que desea ver la desnudez del otro, sino que hay otro ay para el que da esta bebida maligna a su prójimo. Aun si esto no fuera el caso, sabemos de Proverbios 23 que es un pecado mirar al vino intencionalmente, y sabemos que es imposible venderlo sin verlo.

Pasajes presuntamente problemáticos

No hay duda de que el milagro cuando Cristo cambió agua en vino en Juan 2 es citado más que todos los otros pasajes de la Escritura en fallidos intentos de justificar el consumo de bebidas alcohólicas.

10 razones por qué Cristo no convirtió agua en vino alcohólico

En su librito What the Bible Teaches about Drinking Wine, el hermano Bruce Lackey comparte diez razones por la cual es imposible que Cristo hubiera tomado bebidas alcohólicas ni convertido agua en vino alcohólico en las bodas de Caná. Aquí aparecen en forma adaptada:

1. Por causa de su naturaleza santa.

“Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos” – Hebreos 7:26.

Los aguaciles respondieron: “¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!” – Juan 7:46.

2. Él no pudiera haber contradicho las Escrituras.

“¡Ay del que da de beber a su prójimo!..” – Habacuc 2:15.

“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” – Mateo 5:17

Cristo no vino para violar las Escrituras, sino para cumplirlas.

3. La Biblia prohíbe el consumo de vino alcohólico por sacerdotes.

“No beberéis vino ni sidra cuando entréis en el tabernáculo de reunión, para que no muráis; estatuto perpetuo será para vuestras generaciones, para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio” – Levítico 10:9-11.

Cristo es nuestro Sumo Sacerdote: “Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo” – Hebreos 2:17.

4. La Biblia también prohíbe el consumo de vino alcohólico por reyes y príncipes

“No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, ni de los príncipes la sidra; no sea que bebiendo olviden la ley, y perviertan el derecho de todos los afligidos” Proverbios 31:4.

Cristo es el “Príncipe de Paz” (Isaías 9:6) y “Rey de Reyes” (Apoc. 19:16). En Mateo 27:11, se declaró el “Rey de los Judíos”.

5. Cristo no vino para engañar ni burlarse de la gente.

Proverbios 20:1 nos dice que el vino hace estas cosas, y aún mucho más en Proverbios 23:29-35.

6. Él no vino para enviar gente al infierno.

Isaías 5:11-14 nos dice que por cause del consumo de vino alcohólico el infierno tuvo que ensancharse. No, Cristo no vino para enviar las almas al infierno. Note las palabras de Juan 3:17 “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”.

7. Cristo no vino para poner tropiezo a ninguno.

Romanos 14:21 nos indica que el que toma vino hace eso exactamente. “Bueno no es comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite”.

8. El milagro de convertir agua en vino no requiere que sea vino alcohólico.

Veamos el versículo 10 de Juan capítulo 2. Es dicho que en tiempos bíblicos, la costumbre era servir el mejor vino alcohólico primero, guardando lo peor para último, cuando la habilidad de saborear se había debilitado por causa de la embriaguez. ¡Pero el versículo 10 nos indica que esto no fue el caso en esta instancia! Estas personas definitivamente podían reconocer que el vino que Jesús había creado era mejor de lo que se sirvió al principio. Esto no hubiera sido posible si ya estaban intoxicados. A la verdad, ni el vino que se sirvió primero, ni el que Cristo creó, era alcohólico.

Muchos argumentan que Cristo cambió agua en vino alcohólico, porque la costumbre era tomar el vino de mejor calidad primero, y dejar lo inferior para el último. Se razona que al declarar el maestresala que el vino creado por Cristo era superior al primero, tendría que ser alcohólico. No olvidemos que Cristo es el que hizo este milagro. Tomando en cuenta que él tiene poder sobrenatural, pudo haber creado un jugo de uvas más delicioso y sabroso que el vino fino más caro del mundo. Él pudo haber creado un jugo de uvas que era más gustoso que cualquier vino intoxicante, o jugo de uvas, o cualquier bebida que jamás fue ingenuado por el hombre. –CG

9. El Señor no hubiera recibido la gloria al causar que personas ebrias se emborrachen aún más.

El versículo 11 se convierte en un versículo clave cuando notamos que dice que por este acto, Jesús “manifestó su gloria”. El versículo 10 nos indica que habían bebido mucho. Si hubiera sido vino alcohólico, ya estuvieran borrachos, o casi borrachos. Si Cristo hubiera convertido agua en vino alcohólico, entonces se hubieran emborrachado aún más. Tal acto no hubiera permitido que se manifestase su gloria.

10. Permitiendo que la gente se emborrache aun más no hubiera causado que sus discípulos creyeran aun más en él. Vea el versículo 11.

Cristo estaba tan opuesto al vino alcohólico hasta el punto que él tomó vinagre (Juan 19:29-30) en vez de vino alcohólico al morir en la cruz. Marcos 15:23 Y le dieron a beber vino mezclado con mirra; mas él no lo tomó. No era porque Jesús no tuvo sed, pues en Juan 19:28 él clamó: “tengo sed”. Ciertamente es razonable concluir que rechazó el vino porque en este caso era alcohólico.

En ocasiones he oído de algunos bautistas u otros grupos evangélicos que sirven vino alcohólico durante la santa cena del Señor. No hay evidencia alguna que la copa que sirvió el Señor a sus discípulos en la última cena era vino alcohólico. 1 Cor. 11 no dice vino, sino copa. Mateo 26:29, en el relato de la cena del Señor nos dice “Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi padre”. El relato de Marcos 14:25 y Lucas 22:18 contienen la misma verdad. El fruto de la vid por si solo nunca significa vino alcohólico en la Biblia. Representa el estado puro del jugo que la uva produce sin que sea pervertido por el proceso de fabricar vino alcohólico.

Algunos tratan de justificar el uso de vino alcohólico en la Cena del Señor al referirse a la frase “y otro se embriaga” en 1 Corintios 11:20-22 “Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciás la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo”.

Primeramente quiero declarar que la palabra embriagar en la Biblia no siempre significa el hecho de estar intoxicado. En el artículo “Saturated or Intoxicated”, el autor desconocido afirma que entre las definiciones de la palabra embriaguez en algunos diccionarios antiguos se encuentra saciar. Si leemos este pasaje otra vez con esta definición, tiene más sentido “…uno tiene hambre, y otro se sacia…” Hay varios pasajes donde la palabra embriaguez no puede significar intoxicación, en la forma que nosotros entendemos dicha palabra. Veamos algunas:

Embriagaré de sangre mis saetas…” – Deuteronomio 32:42.

“…Y se embriagará de la sangre de ellos…” – Jeremías 46:10.

“…Bebereís hasta embriagaros de sangre…” – Ezequiel 39:19.

Pero aún si la frase “otro se embriaga” sería de veras una referencia a intoxicación alcohólica, no comprobaría de ninguna forma que la Cena del Señor se puede llevar acabo con vino intoxicante. Vemos que en estos versículos el apóstol Pablo está reprendiendo a los de la iglesia de Corinto por la forma en que celebraban esta ordenanza sagrada. La clave es la frase de Pablo en el versículo 20 donde dice “esto no es comer la cena del Señor”.

La Biblia nos indica claramente que la copa es un símbolo de la sangre de Cristo. 1 Pedro 1:19 nos afirma que la sangre de Cristo es preciosa, sin mancha ni contaminación. El vino alcohólico no es puro ni sin contaminación. La uva y el fruto de ella, algo que Dios hizo en forma pura y natural, ha sido fermentado, o mejor dicho pervertido, en el proceso de vinificación, y no puede ser un símbolo de la preciosa sangre del Señor Jesucristo. Al contrario, ¡es insólito comparar ese diablo en forma liquida–del cual hemos sido advertidos en las Escrituras que no debemos tomar, mirar y repartir–y compararlo con la sangre redentora de Jesús! ¡Qué blasfemia! La palabra copa en 1 Corintios 11 es poterion en griego, y nunca es traducido vino en la Biblia. 1 Corintios 10:21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.

1 Timoteo 5:23 es citado con frecuencia por los que defienden el consumo de bebidas alcohólicas. Dice así: “Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.” En este versículo debemos notar que el apóstol Pablo le aconseja a Timoteo, que sufre de enfermedades y problemas estomacales. El primer elemento de su consejo a Timoteo es que deje de tomar agua. Este consejo sin dudas es por causa de que mucho del agua en tiempos bíblicos era contaminada, pues no tenían formas modernizadas de purificar el agua. El agua contaminada no iba a aliviar sus enfermedades, y aún podría haber sido la causa de sus enfermedades o problemas estomacales. El segundo elemento de su consejo es que tome un poco de vino por causa de sus frecuentes enfermedades, y en especial para el bien de su estómago. Cualquier medico honesto le va a decir que el vino alcohólico no cura enfermedades y que no es bueno para el estómago. Aproximadamente el 78% de la uva consiste de agua, la cual es proveída por Dios en la naturaleza y se encuentra libre de contaminación. Al tomar el puro jugo de la vid, Timoteo podía tomar algo natural y saludable, y a la vez evitar la obligación de tomar agua que podría estar contaminada.

1 Tim. 3:8 “Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino…” Este versículo me mantenía confundido por muchos años. Si el vino al que se refiere este versículo es puro jugo de uvas, ¿por qué es que los diáconos sólo pueden tomar un poco? Si se refiere a vino alcohólico en este pasaje, como a simple apariencia parece ser el caso, ¿por qué es que el diácono aparentemente puede tomar algo, con tal que no sea mucho?

¿Será posible que se refiere a la prohibición de muchas clases de vino? O sea, si el diácono ya tiene la costumbre de beber el jugo de uvas frescas, no debe añadir a esa costumbre el consumo de vino intoxicante.

Otra interpretación se podría concentrar en la glotonería, también llamado pecado de gula. La glotonería es un pecado mencionando varias veces en las Escrituras. El Diccionario Everest Cima define la palabra gula como exceso en la comida o bebida, apetito desordenado de comer y beber. El contexto de 1 Tim. 3:8 no sólo nos indica que el vino intoxicante es prohibido, sino que el consumo excesivo de vino no fermentado en forma de glotonería también. Uno de los vicios del tiempo de la Biblia era comer y beber la noche entera durante fiestas, lo que consistía en un malgasto de comida y dinero, siendo una indicación de estar fuera de control. Se dice que en los tiempos antiguos hasta se usaba varios métodos artificiales para promover el hambre y la sed para poder seguir comiendo y bebiendo durante las fiestas. Cristo mismo fue falsamente acusado de ser glotón, cuando se le llama comilón en Mateo 11:19 y Lucas 7:34. El hecho de beber excesivamente, aún bebidas no intoxicantes, era un vicio prevalente en los días del Apóstol Pablo.

Muchos de los diáconos en las iglesias primitivas fueron salvos de idolatría, y en su condición inconversa estaban acostumbrados a la voluptuosidad. Los que eran disipados y voluptuosos preferían el vino cuya potencia era detenida por el filtro, porque les permitía tomar principalmente sin intoxicarse. Era un vino presuntamente libre de intoxicación. Ocho páginas del libro de William Patton están dedicadas a las diversas formas de crear vino con características y sabor semejante al vino tradicional, pero sin contenido alcohólico.

La argumentación que dice que, al prohibir mucho vino Pablo aprobaba el uso de un poco de vino, y de toda y cada clase, es adoptar un modo de interpretación peligroso y totalmente inconstante con el uso común. –Bible Wines, p. 115

“Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos” – Mateo 11:19. Aquí Cristo hace mención de una acusación falsa en contra de él. En cuanto a la segunda parte de la acusación, tiene cierto grado de certeza, pues nuestro Salvador anduvo evangelizando entre publicanos y pecadores. Pero la primera acusación que él menciona es una mentira que se estaba repitiendo con motivos de dañar su credibilidad. El versículo anterior a este menciona el cargo contra Juan el Bautista, donde se le dijo demonio tiene. Si uno va a creer la acusación de que Cristo bebía vino intoxicante basado en el versículo 19, entonces tendría que creer que Juan el Bautista estaba endemoniado, basado en el versículo anterior. ¡Qué absurdo es el abuso de este versículo por los que buscan justificar sus prácticas abominables!

Cuan grande y significante se marca el contraste:

Uno es la causa de la intoxicación, la violencia y las angustias. El otro representa consuelo y paz.

Uno es responsable por la falta de piedad y la causa de autodestrucción. El otro es una ofrenda devota de piedad sobre el altar de Dios.

Uno es el símbolo de ira divina. El otro el símbolo de bendiciones espirituales.

Uno es el emblema de condenación eterna. El otro el emblema de salvación eterna.

La distinción entre el carácter del buen vino y el mal vino es tan claro como hombres buenos y hombres malos, o el día de la noche, porque uno es siempre el objeto de advertencias, es designado veneno literalmente, analógicamente, y simbólicamente, mientras el otro es comendado como refrescante e inocente, lo cual no se puede decir de un vino alcohólico.

¿Puede la misma cosa, en la misma condición como está, ser doblemente bueno y malo, un símbolo de ira, y un símbolo de misericordia, una cosa que debe ser deseada, y a la vez algo que debe ser evadido? Por supuesto que no. ¿Y es la Biblia, entonces, inconsistente en sí misma? De ninguna manera. (Adaptado de Bible Wines por William Patton)

Historias trágicas en la Biblia

Todos conocemos la clásica historia de Noé. Pero no todos saben que lo último que se escribe de él es un hecho vergonzoso que daña su testimonio considerablemente. Veamos Génesis 9:20-21:

“Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña; y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda. Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos…”

Otra historia con un final desastroso es la de Lot. Por causa de haberse mudado a Sodoma, su familia fue expuesta a filosofías mundanas y abominables. Después de escaparse de Sodoma, sus hijas cometieron un pecado extremadamente abominable al lograr que Lot se embriagara. “Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre” Génesis 19:35-36

El Rey Belsasar perdió su reino y su vida por causa del vino. Veamos los versículos tan interesantes que relatan la historia:

Daniel 5:1-23 “El Rey Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y en la presencia de los mil bebía vino. Belsasar, con el gusto del vino, mandó que trajesen los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había traído del templo de Jerusalén, para que bebiesen en ellos el rey y sus grandes, sus mujeres y sus concubinas. Entonces fueron traídos los vasos de oro que habían traído del templo de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y bebieron en ellos el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas. Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra. En aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre… (V. 23) Sino que contra el Señor del cielo te has ensorbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas, bebiste vino en ellos…”

Aquí notamos que entre las razones dados por Dios por la muerte del Rey Belsasar, se destaca el hecho de haber bebido vino (intoxicante sin dudas) de los vasos que pertenecían en el templo de Jehová. ¡Es triste pensar en las iglesias donde están blasfemando a Dios en forma similar cada vez que sirven vino intoxicante en la Cena del Señor, y a la vez tener el coraje para proclamar que esa copa de demonios (1 Cor. 10:21) es un símbolo de la preciosa sangre de Cristo! Tal “santa cena” no tiene nada de santo.

Un Desafío

Daniel rechazó firmemente el vino alcohólico que le ofreció el rey Nabucodonosor y de esa manera nos dejó un gran ejemplo.

“Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse” – Daniel 1:8

¿Está usted dispuesto a proponer en su corazón–tal como lo hizo Daniel–no contaminarse con vino intoxicante?

Observaciones finales acerca del vino alcohólico

(Compilado de afirmaciones por Billy Sunday y otros)

Ataca a la mujer y al niño indefenso. Es un cobarde. Es un ladrón. Te quita el deseo de ser hombre. Te quitará los amigos que tienes. No le importa si uno es joven o grande. Te dejará en trapos. Te robará tu familia. Empobrece a niños y trae locura y suicidio. Te quitará la camisa de encima. Sacará el último bocado de pan a un niño hambriento. Quitará la virtud de tu hija. Es lo más sucio, lo más bajo, lo mas depravado y la cosa más maldita que jamás se ha escapado del infierno. Tiene el poder de cerrar cada iglesia de este país. Respeta el ladrón y estima el blasfemador. Llena las cárceles y las prisiones. Desprecia la gloria del cielo. Aborrece el amor y se burla de la virtud. Tienta las pasiones más oscuras. Su música es el sonido de una sirena. Enreda una cuerda mortal sobre la familia más dulce. Es la fábrica de todo lo podrido, de todo lo maldito, de la pobreza y la locura, y es el quebrantador de hogares y arruinador de vidas preciosas. Es un mentiroso. Promete alegría y trae tristeza. Promete salud y trae enfermedad. Promete prosperidad y trae adversidad. Manda al marido a su esposa con una mentira sobre sus labios. Es el enemigo peor de Dios, y el mejor amigo de Satanás. Espera con una sabana sucia a cada niño nacido a este mundo. Su bandera está manchada con la sangre de mujeres y niños inocentes. Te llevará más lejos de lo que quieres ir. Te detendrá más tiempo de lo que quieres quedarte. Te costará más de lo que quieres pagar. Es el emblema de enfermedad, el pecado y la muerte.

Ilustraciones y pensamientos

El alcohol y sus consecuencias

La historia de las víctimas del aguardiente es una historia de vergüenza, de corrupción, de crueldad y ruina.
Ha robado a la cara la gloria de su salud, y en lugar de la tez natural del rostro, lo ha dejado enrojecido e irritado con el alcohol.
Ha quitado la belleza y la hermosura al rostro y lo ha dejado disforme y abotagado.
Ha robado a las piernas su fuerza, dejándolas vacilantes e inestables.
Ha quitado la firmeza y la elasticidad de los pies para hacerlos débiles y falsos.
Ha robado a la sangre su vitalidad y la ha llenado de veneno, gérmenes de enfermedades y muerte.
Ha robado al rostro su virilidad y fortaleza y ha dejado en su lugar las señales de la sensualidad y de la brutalidad.
Ha corrompido la lengua con blasfemias, necedades e infamias.
Ha inclinado las manos al mal, haciéndolas instrumentos de brutalidad y asesinato, en vez de serlo de utilidad y bien hacer.
Ha roto los vínculos de la amistad y ha sembrado los gérmenes de la enemistad.
Ha hecho del padre cariñoso y del cumplido esposo, un hombre tirano, áspero y homicida.
Ha transformado a la madre cariñosa y a la esposa hogareña en una verdadera fiera infernal y en la encarnación de la brutalidad.
Ha robado a la mesa su abundancia, obligando al hombre a llorar de hambre y pedir limosna en la vía pública.
Ha llenado de criminales los juzgados, penitenciarías, cárceles y casas de corrección.
Ha poblado las casas de asilo y manicomios con sus infortunadas víctimas.
Ha llenado nuestro mundo tan bello, de lágrimas, gemidos, lamentaciones y odios; y a muchos pobres desamparados, de miseria y desesperación.

Su Majestad “El Alcohol”

¿Me conoces?… Soy el príncipe de todas las alegrías, el compañero de todos lo goces mundanos, el mensajero de la muerte; el príncipe que gobierna al mundo.

Yo estoy presente en todas partes; en todas las ceremonias, ninguna reunión tiene lugar sin mi presencia.

Fabrico adulterios, hago nacer en los corazones pensamientos negros y criminales; a jóvenes y adultos los hago inmorales y los contemplo satisfecho; soy padre de la corrupción y de la desgracia, enveneno la raza, mancho los hogares, traigo el envilecimiento y la depravación, la locura, el crimen, el suicidio.

Yo acabo con la familia, degenerando y extinguiendo por completo la raza, ocasionando los conflictos, crímenes y desgracias en los hogares; hago nacer a los niños raquíticos, retardados, idiotas;

A los jóvenes hago perder la vergüenza, la dignidad, el honor, la educación y la religión; pongo un velo sobre los ojos y la conciencia, haciendo parecer el crimen como venganza, la adicción como pasatiempo, el adulterio e inmoralidad como entretenimiento.

Yo soy causante de las enfermedades y desgracias más asquerosas y viles, dolorosas e incurables: el cáncer, úlceras, la tuberculosis, tumores y muchas otorgas; aspiro convertir el mundo en un hospital, en un manicomio y en presidios.

Yo nazco en todas partes; conozco las regiones de Laponia y Siberia, los ardorosos valles de Egipto e Italia; yo tengo mi origen en el trigo, el arroz, el maíz, la cebada, el jugo de uva, el jugo de caña, el maguey…

Mi patria es la Tierra; mis esclavos, los hombres; el que me envía: el Diablo.

Yo soy vuestro rey.

Yo soy Majestad “El Alcohol”

¿Es el alcoholismo una enfermedad?
Si es…

  1. Es la única enfermedad que se contrae por voluntad propia
  2. Es la única enfermedad que requiere una licencia para propagarla
  3. Es la única enfermedad que se embotella y se vende
  4. Es la única enfermedad que requiere tiendas para esparcirse
  5. Es la única enfermedad que produce dinero para el gobierno (por impuestos)
  6. Es la única enfermedad que provoca el crimen
  7. Es la única enfermedad que forma hábitos
  8. Es la única enfermedad que se esparce por avisos comerciales
  9. Es la única enfermedad sin un germen o virus que lo cause, y por el cual no hay medicina de corrección humana
  10. Es la única enfermedad que puede llegar a impedirle entrada a la gloria

El buen licor de papá

Un accidente fatal, involucrando las vidas de cuatro jóvenes, se llevó acabo en una de las carreteras de nuestro país. La evidencia que el licor fue culpable se halló en las botellas de whisky rotas entre los objetos y cuerpos mutilados de las víctimas jóvenes. El padre de una de las muchachas, en su enojo por la muerte temprana de su hermosa hija, amenazó con matar al que había provisto a estos cuatro jóvenes con licor. Pero al llegar a su casa, entre sus bebidas alcohólicas guardadas encontró una nota de su hija. “Papá, nos llevamos un poco de tu buen licor. Espero que no te importe”.

Por Calvin George

 

8 comentarios sobre “El vino intoxicante a la luz de la Biblia”

  1. QUERIDOS HERMANOS ESTA ES UN ENSENANZA MUY IMPORTANTE PARA TANTA GENTE AQUI EN COLOMBIA, LA ENSENARE AMI IGLESIA Y LA ENVIARE A OTROS PASTORES.
    EL SENOR LOS BENDIGA.

  2. Gracias Señor porque como siempre contestas mis dudas y muy amplio para que no me quede confundida,gracias perdoname porque estaba desorientada

  3. Esto ni quita ni añade al estudio, pero sí hay un lugar donde aparece la palabra sidra sin estar acompañada de la palabra vino. «Y su libación, la cuarta parte de un hin con cada cordero; derramarás libación de vino superior ante Jehová en el santuario.» Números 28:7. La RV60 lo ha traducido como vino, pero la palabra es shekár. En este caso prefiero la traducción de La Biblia de las Américas, «bebida fermentada».

    Yo no tomo vino pues en mi cultura es mal visto. En la cultura del «Nuevo Mundo» no se hace la distinción entre un vino embriagante y un vino de mesa, sin embargo no lo veo mal, ni juzgo a hermanos en Europa donde su cultura es distinta.

    Hay ciertos puntos en los que no estoy de acuerdo con el uso que se le está dando a la hermenéutica, además de que no estoy de acuerdo con el uso que se le está dando a los idiomas originales; no digo que esté mal, digo que no estoy de acuerdo. No voy a detalles pues este no es un foro de debate.

    Sin lugar a dudas el embriagarse no es para los creyentes, sin embargo, soy muy cuidadoso antes de emitir juicio sobre algún hermano que acompaña su comida con una copa de vino.

  4. Dios les Bendiga a todos los que hicieron possible este studio hasta ahora es el major que he visto y me ha servido para instruir a otros hermanos en la fe.totalmente de acuerdo con el tema aunque muchas personas no tienen el dicernimiento para entenderlo de esta manera . un saludo desde Wisconsin usa…

  5. gracias a Dios primeramente, y luego los que hicieron posible este estudio,esta muy centrado en las escrituras.yo le tengo odio al alcohol,creci con un padre alcoholico,un hermano murio por complicaciones de enfermedades por causa del alcohol es triste ver a un miembro de tu familia tirado en la calle borracho sin poder uno hacer nada, y como mi hermano se despreciaba el mismo por estar esclavo del maldito vicio y que trataba de dejarlo y durava un tiempo y volvia a caer, lloraba porque de decia que el queria dejarlo pero no podia, se alejo de la familia para no hacernos sufrir, solo la muerte pudo liberarlo de vicio de alcohol lo encontro la policia muerto en la calla.nada mas que se necesita una copa para ser un esclavo del licor. aquellos que toman licor no destruyan sus vidas no vale la pena.

  6. Gracias por este articulo que abre los ojos del entendimiento espiritual. Lo busque por toda la confusion que hay respecto al vino en la casa de Dios. Creo que esto abrira los ojos de los que aseguran que Yeshua Hamshiach El Salvador del mundo tomaba vino fermentado. Dios los bendiga por hablar la verdad.

  7. Bendiciones hermano, gracias por tan valiosa enseñanza, como duele hoy día ver a muchos mal llamados «cristianos» hundidos en ese infernal vicio ; y para «justificar» su vida arrastrada en el pecado se dejan decir: «jesus no tomaba, no convirtió agua en vino, no andaba con pecadores»
    Total desconocimiento de las Escrituras y blasfemias terribles contra el Santo y Sublime Rey de reyes y Señor de señores
    ( Apocalípsis 19; 16).
    Dios se apiade de estas personas, que sólo afrenta y deshonra traen al Nombre que es sobre todo nombre.

Deja una respuesta

Deje un comentario respetuoso. Tome en cuenta que esto no es un foro de debates, y no todos los comentarios son aprobados.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *